Sueños
Él quería poder en sus manos, ser dueño del cielo. Ella soñaba tan solo poder alcanzar una estrella. Él navegaba en su mundo como águila de alto vuelo, ella en el suyo como gorrión de la vega. El marchó persiguiendo sueños. Ella quedó en un rincón suspirando por un beso.
Él y ella, tan cerca y tan lejos...
ResponderEliminarPrecioso.
Saludos
Precioso relato, los suñeos de él le impiden ver el amor de ella.
ResponderEliminarMe gusta.
Bienvenid@ y un abrazo.
A veces dos caminos tan distintos se cruzan en un punto y corren el riesgo de juntarse, anulándose mutuamente. Creo que el final que propones es el menos malo.
ResponderEliminarMuy bueno, M. B.
Saludos.
Dos soñadores juntos perdidos en sus respectivos sueños. Como el humo y la niebla que se acarician sin tocar. Libremente presos de sus utopías ajenas a la belleza de lo pequeño, de lo mundanamente cotidiano. Sólo un soñador pasa de puntillas sobre la belleza que espera dormida en lo que le rodea.
ResponderEliminarEl y ella, narrados como un péndulo que deshace las horas y las deja atrás, intactas.
Me ha gustado el vaivén de tu relato, M. B. Ibáñez. Un saludo.
Pues que pena que no se hayan unido en sueño conjunto. Los hombres con ansias de poder, suelen hacer buena pareja con mujeres amantisimas y sumisas. Bueno, yo es que siempre me imagino mucho más allá de las 50palabras, asumiendo que me pueda equivocar de la idea original del autor, y a él lo he imaginado cómo a un político ambicioso y por eso creo, que ella hubiera sido una estupenda mujer devota.
ResponderEliminarEnhorabuena M. B. Ibáñez por tu estupendo micro.
Él por exceso y ella por defecto. Es una lástima que esa obcecación por perseguir los sueños nos impida ser felices. Bonito relato, M. J. Ibáñez. Bienvenido.
ResponderEliminarUn saludo.
Ambiciones desiguales volando a diferentes alturas. A veces las expectativas de uno son tan elevadas que es imposible que el otro le siga. En este caso quedan condenados a la separación. Le doy vueltas al mensaje que esconde, ¿quizás es que el mundo es sólo del que se mueve, arriesga y vuela alto?
ResponderEliminarMe ha gustado, M.B.
Un saludo.
Un amor truncado por la disonancia entre la magnitud de los sueños de los protagonistas. Lo has contado muy bonito, M. B., como meciendo las frases. Un saludo.
ResponderEliminarLeo el relato, tan suave y tan dulce que según voy avanzando tengo la esperanza de que estos soñadores acaben uniendo sus alas y teniendo un sueño común. Pero está claro que me equivoco.
ResponderEliminarEstoy con la interpretación de Raquel, a la hora de adjudicar personajes y también con la de Ma Jesús por el trasfondo del texto.
Un beso y bienvenid@ M.B.
Malu.
Un juego de "poder y querer" que tú desarrollas con gran dulzura, M.B.
ResponderEliminarMe gusta.
Un saludo de bienvenida.
Historia de un quiero pero no puedo. Por exceso de él y por defecto de ella. Con lo fácil que hubiera sido cruzar dos caminos que aparentemente estaban predestinados a unirse. Y finalmente... no pudo ser. O sí, más adelante, que los sueños se dejan de perseguir y los besos son, a veces, fáciles de dar y conseguir.
ResponderEliminarVa mi "Me gusta", M.B., por tu historia, ciertamente poética, de un desamor que tiene pinta de no dejar de serlo.
Y bienvenido a este rincón cincuentista. Saludos cordiales.