Tenían que salir

Harto de que todo el mundo le ordenase que se callara, decidió de la noche a la mañana enmudecer. Transcurrieron días, semanas, meses, varios años incluso, hasta que un buen día notó cómo su cuerpo se poblaba de incontables estigmas por donde brotaban incesantes, imparables, todas aquellas palabras no dichas.
Escrito por José Antonio Barrionuevo

47 comentarios :

  1. Salvador Pérez Salas18/8/15, 17:13

    Lo que está dentro... tarde o temprano sale. Ese deseo de comunicarse, tan extraño en nuestros días, absortos como estamos en las redes sociales, es la forma de vivir de tu personaje. A veces, no en forma de estigmas, pero sí de miradas aviesas... solemos "hablar" cuando nos condicionan tanto. No me extraña nada que a este ser le salieran las palabras por todos los poros de su piel.
    ENHORABUENA POR LOS 50.

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    1. Esa era mi idea, Salvador: Destacar la importancia de la comunicación, fundamental en nuestras relaciones sociales. Y es que sin hablar, no somos nadie. Si precisamente el don de la palabra (dicha, pero también escrita) es lo que nos salva (y no siempre) de ser animales ¿irracionales?
      Muchas gracias por tu comentario y por tu enhorabuena por mis 50 relatos. Es un placer.

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  2. Claro que sí Señor Barrionuevo, mi querido amigo José Antonio de 50 palabras. Las palabras tienen que salir y si son 50 palabras tuyas, en cincuenta palabras, más todavía.
    Muchísimas felicidades por estos 50 relatos. 2.500 palabras llenas de sabiduría y de buen hacer. Felicidades al veterano de la casa que nos ha llevado por historias de amor, desamor, humor, terror y un largo etcétera y sobre todo por esa constancia, amabilidad, compañerismo y buen rollo.
    Va mi "me gusta" más que mercecido José Antonio, acompañado de mil besos.
    Malu.

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    1. ¡Ay, amiga cincuentista Malu! ¡Pero qué cosas más bonitas me dices! ¡Y siempre! Te agradezco tus palabras, que sé que te han salido del corazón, y esas felicidades que me brindas por haber alcanzado los 50 microrrelatos. Ahí te quiero ver llegado el momento y, también, a tantos otros buenos amigos que integramos esta familia donde, como bien dices, amabilidad, compañerismo y buen rollo van unidos de la mano a calidad literaria y a magníficas y originales historias.
      Yo solamente te mando un beso, pero este, que lo sepas, es enorme.

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  3. Hermoso relato para celebrar tus 50 x 50.
    Enhorabuena, J.A.! Y no nos dejes sin tus estimulantes palabras, que sería este rinconcito virtual el que explotaría sin ti.
    Un abrazo grande.

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    1. Patricia, te confieso que es leerte y mis palabras comienzan a bullir en mi interior hasta que salen disparadas, imparables.
      Tu último microrrelato, ya te lo dije, me pareció espléndido. Con autores como tú, uno se estimula e intenta esmerarse para llegar mínimamente a esa calidad literaria que lucís historia tras historia. Así que las gracias te las debo yo a ti y no al contrario.
      Abrazos.

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  4. Afortunadamente para todos nosotros a ti las palabras siempre te salen y como por arte de magia nos regalas relatos con historias a cuál más sorprendente. Felicidades, una vez más, por tu buen hacer y enhorabuena por esos cincuenta microrrelatos.
    Un abrazo, querido José Antonio.

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    1. Fina, amiga Fina, tú siempre tan exquisita en tus comentarios. Son tan especiales que, aunque parezca un contrasentido en este comentario, me cuesta que me salgan las palabras con la fluidez que yo ansiara.
      Te agradezco tus felicitaciones y tu enhorabuena porque sé que salen de un corazón amigo.
      Un fuerte abrazo.

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  5. Y las palabras salieron. Y hubo un mago que nos contó cómo salieron. Y ese mago construyó cincuenta historias con cincuenta universos cada una. Y nos regaló 2500 palabras exquisitas para que el paladar de nuestros ojos se embarrochara cada mes de la más excelsa escritura.
    Y ese mago de las letras nos enseñó a los que enamoró con sus historias, cómo debíamos tratar el vocabulario para poder comenzar nuestro recorrido de cincuenta palabras.
    Maestro, gracias por tantas lecciones hechas relatos y por tantos comentarios que siempre dejan un regusto tan dulce en nosotros.
    Enhorabuena por tus cincuenta y que vengan muchos más.
    Un abrazo, José Antonio.
    Pablo.

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    1. Exageras, Pablo, en demasía... "Maestro" me llamas. ¡Qué va, amigo! ¡No llego ni a pupilo cuando te/os leo día tras día. Sobre todo al comprobar ese inabarcable mundo de historias que atesoráis y que os fluyen con una facilidad (al menos eso pienso yo) para terminar tejiéndonos esos bellísimos tapices que ya adornan los muros de esta página.
      Te agradezco, como siempre, tus más que amables palabras de elogio, que me superan, así como esos ánimos que me infundes para que continúe escribiendo. Mientras pueda, y me queden palabras por salir, así lo haré.
      Un fuerte abrazo, amigo cincuentista y algo más.

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  6. Antonio B.18/8/15, 18:21

    La podredumbre del que calla, del que otorga bajando el escudo de la palabra, renunciando a blandir frases afiladas contra excesos, imposiciones o desprecios.

    Excelente metáfora sobre el valor de las palabras en un lugar donde lo son todo, donde todos somos gracias a las palabras.

    Gracias por esas 50 historias y gracias por leer las nuestras.

    Va mi "enhorabuena"

    Un abrazo.

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    1. Efectivamente, Antonio. No te falta razón cuando hablas del valor de las palabras, que son las que nos dan sentido y ser. Ya lo dijo Blas de Otero: "(...) Nos queda la palabra". Siempre esas palabras, que muchas veces denostamos y dejamos apartadas. Ahí es precisamente cuando dejamos de ser seres humanos, animales racionales (si es que lo somos) y nos convertimos en bestias sin razón.
      Gracias por este comentario y, por supuesto, que te/os seguiré leyendo. Día a día. Si ya sois como el pan nuestro...
      Un abrazo.

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  7. Maravilloso relato, José Antonio.
    Callar es una forma de morir. En el fondo, quien nos pide silencio tiene miedo de nosotros, de no reconocerse en el espejo de nuestras palabras.
    Como han mencionado los demás compañeros, ojalá y tus primeras cincuenta historias en el sitio te motiven tanto como a nosotros para seguir escribiendo.
    Felicidades por tus palabras 'sin cuenta', incluyendo las que aún no has dicho ni escrito.
    Vicente.

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    1. Muy amable comentario el tuyo, Vicente. Y exquisito, como tus tres relatos -hasta ahora- con los que nos has regalado la vista y la inteligencia.
      No te falta razón. Sin palabras estamos muertos (o moribundos, por no ser tan extremistas).
      Y eso espero y deseo, que mis 50 relatos (donde hay de todo, como en botica) os sirvan de espolón literario para que sigáis todos, amigas y amigos cincuentistas, contándonos vuestras maravillosas y originales historias. Es un placer todos los días dedicar un tiempo a leeros. Conseguís (y yo espero lo mismo) que miremos la vida de otra manera. Y eso no tiene precio.
      Gracias por tus felicitaciones y nos seguimos leyendo.
      Un abrazo.

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  8. Mi más sincera enhorabuena por este relato número 50, por poner en valor las palabras que "tienen que salir" y mi gratitud por habernos regalado cincuenta historias y también por tus otras constantes palabras de aliento.

    Saludos cordiales y va mi me gusta, José Antonio.




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    1. Gracias Notincgas por tu comentario, que no merezco. Mi gratitud va, precisamente, hacia autores como tú, que me/nos llenan diariamente la vida con historias originales que nos dan una visión diferente, a veces multicolor, de la misma.
      Saludos muy cordiales.

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  9. Me alegro de que estas 53 palabras hayan tomado el conducto apropiado y podamos así disfrutar de ellas. Qué gran imagen nos dejas con esa figura humana supurando palabras. No podías haber hecho mejor homenaje a esta necesidad de expresión que en mayor o menor medida todos tenemos, y, de paso, a esta andadura tuya en 50, en la que hay que tener en grandísima cuenta también tus entrañables comentarios, como ya te han comentado los demás amigos, y no olvidar la gran calidad que va unida a esa simbólica cantidad.
    Enhorabuena, José Antonio, y un fuerte abrazo.
    Enrique.

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    1. Muchisimas gracias, Enrique, por tu comentario. Viniendo de autores-amigos como tú, magnífcos en los dos sentidos, no puedo más que henchirme de orgullo, que eso no puede ser malo.
      La necesidad de expresarnos, de comunicarnos, es connatural al ser humano. Lo lamentable es que haya algunos que no lo vean así y empleen, en lugar de las sanas palabras, otros elementos más dañinos. Peor para ellos, que seguirán ahí, hundidos en una miseria y podredumbre de la que difícilmente podrán salir.
      Quiero, finalmente, darte las gracias por cada una de tus historias, que se suman a tantas otras día a día, mes a mes, y que, personalmente, me están enriqueciendo como persona.
      Un abrazo muy fuerte.

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  10. Tony Montes19/8/15, 1:09

    Gran relato de celebracion. Como siempre un placer leer tus micros. Gracias por regalarnos mes a mes un poquito de ti plasmado en tan solo 50 palabras, y espero y deseo que sean muchas mas. Un saludo.

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    1. Muchas gracias Tony por tu comentario. Intentaré no defraudarte y seguir ofreciéndote (y ofreciéndoos) mis historias hasta que, espero que más tarde que pronto, me quede sin palabras.
      Saludos.

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  11. ¡Y cómo salieron! ¡Por los poros! porque lo que uno calla va ocupando un espacio dentro de nosotros que, tarde o temprano, nos desborda, como le pasó a tu protagonista.
    Fantástico y muy simbólico. Me ha encantado.
    Un beso y ¡felicitaciones por los 50 relatos!

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    1. Lo has visto perfectamente, Sandra, lo que me deja muy tranquilo. Siempre que escribo una historia -supongo que a los demás le sucederá algo parecido- me entra cierto temor a que lo que se transmite no termine de llegar de manera adecuada al lector. ¡Gran fracaso entonces, aunque el relato esté espléndidamente escrito! En tu caso, y lo celebro, no ha sido así.
      Muchas gracias y un beso.

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  12. Enhorabuena, José Antonio, por alcanzar los 50 relatos, y todo gracias a tu constancia y a tu magnífica cabeza que no deja de producir excelentes historias con las que disfruto mes a mes. Sólo te deseo que mantengas el ritmo y que nunca calles; que nos sigas revelando los secretos de las palabras y que sigas manteniendo como hasta ahora mi admiración por tus relatos.
    Un fuerte abrazo y felicidades de nuevo, querido José Antonio.

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    1. Largo me lo fías, amiga María Jesús. Bien es verdad que no ha sido fácil llegar hasta los 50 (relatos, que de años ya paso algunos), de los que pocos son excelentes, muchos más, regulares y, espero, muy pocos, pésimos. ¡Y mira tú que uno le pone pundonor!
      Bueno, bromas aparte, que me ha encantado leer tu comentario como me encantan tus historias, y bien que lo sabes.
      Muchas gracias por tu felicitación y va un abrazo para ti. Y un beso también, ¡qué diantre!

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  13. A ti nunca te faltarán las palabras, amigo José Antonio.
    ¡Enhorabuena, y que nos sigas regalando con ellas!

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    1. Eso espero, Inés. El día que me falten las palabras será porque ya no estoy aquí o porque he enmudecido involuntariamente.
      Y para regalo, tener amigas lectoras como tú.
      Un abrazo y muchas gracias.

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  14. Amigas y amigos cincuentistas, aunque de momento, por estar muy limitado en las comunicaciones, os tendré que comentar de manera global, poco a poco iré dándoos puntual respuesta, de manera individual, porque os lo merecéis. Así que, vaya antes que nada y por delante, mi personal gratitud por todos vuestros amables comentarios desde ayer (y los que vengan).

    ¿Qué puedo deciros? Pues que estoy muy feliz por haber alcanzado la cifra de los cincuenta relatos -número redondo y máxime en esta página- con las obligadas cincuenta palabras (las de los títulos van aparte, pero también cuentan, y a veces mucho más que el propio microrrelato). Pero mucho más contento estoy, y de verdad os lo dio, por formar parte de esta familia literaria en la que compartimos historias y también comentarios, lo que, por lo menos a mí, me está enriqueciendo personal y culturalmente. Así que, de nuevo, muchas gracias por estar también vosotras y vosotros aquí presentes. Y que sigamos mientras podamos y nuestras palabras sigan saliendo. ¡Que tendrán que salir!

    Finalmente, Álex, ¡creo que te has pasado¡ ¡Un cuadro de honor con enlace exclusivo! ¡Menudo regalo! Muchísimas gracias por este detalle, inmerecido por mi parte, pero sobre todo por poner en marcha, y mantenerla viva, esta iniciativa que ha ido creciendo con el paso de los años. Yo me sumé a ella en junio de 2013, tras la amable invitación que me hizo una amiga, Gemma Torres. Desde entonces, creo, no he faltado un solo mes. ¡Alguno incluso con doblete! Me ha servido de vía de escape para muchas inquietudes que estaban latentes y también, no pocas veces, como terapia personal cuando uno andaba cabizbajo y alicaído. Así que, te debo una y mil.
    Y nada más, que yo soy muy locuaz -por eso me viene bien lo de el límite de vocablos- y me suelo enrollar con mucha facilidad.
    ¡Gracias a todas y a todos y espero seguir leyéndoos, amigas y amigos cincuentistas, por estas páginas donde la imaginación, y también la realidad, han encontrado acomodo.
    Un abrazo.
    ____________

    [Perdón por la extensión de mi comentario, pero mis palabras tenían que salir... por algún lado y de alguna forma] (¡Jajajaja!)

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    1. ¡Qué menos, José Antonio! Llegaste en época de vacas flacas y mantuviste un nivel y una constancia dignos de aplaudir. No podría estar más orgulloso de no ser el que más relatos lleva en 'Cincuenta palabras', así que esperemos que sigas acompañando a la página y que crezcan más José Antonios que lleguen a 50 relatos. ¡Un abrazo!

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    2. Un fuerte abrazo para ti, Álex. Y te reitero mi gratitud por todos tus detalles.

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  15. ¡Y qué a gusto se queda uno! Aunque salgan desgarrando las carnes, qué importante es que fluyan las palabras. Muchas felicidades, José Antonio, por este y por los cuarenta y nueve micros anteriores. Recuerdo perfectamente el del “riachuelo”, fue el primero que leí tuyo, me dejó impresionada. Es un gusto pasarse por aquí y ver tanto talento junto. Gracias por tu valiosa participación y, de nuevo, muchas felicidades. Un beso.

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    1. Cierto, Matrioska, que leer las historias que se publican en este blog literario es un verdadero placer porque lo bueno abunda por esta página.
      Así me quedé yo, satisfecho de llegar a una cifra tan simbólica como es la de 50 relatos. Pero más satisfecho y ufano me quedo con vuestros comentarios, tan amables siempre conmigo. Como sucede con el tuyo, que me espolea a mejorar en lo posible lo que aún me quede por contar.

      Un beso y gracias por tus palabras y felicitaciones.

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  16. !! Qué la palabra nazca !!
    Muchas Felicidades por todos tus trabajos, y que no se acaben y sigan y sigan...
    Un abrazo

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    1. Que nazca y fluya con la libertad que, hasta ahora, lo ha hecho. Al menos en este rincón literario donde las buenas historias han encontrado hueco.
      Gracias, Juan, por tus palabras.
      Un abrazo.

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  17. A mi me gusta el silencio, a veces digo tonterías, pero también a veces es necesario que diga algo. Las palabras son nuestras aliadas, sino, ¿ que íbamos a escribir?
    Con esas palabras, que escaparon, has hecho un buen relato.
    Saludos

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    1. Nunca, José María, se dicen tonterías (bueno, algunos sí, pero esos no están por aquí). Y es verdad, el silencio también tiene su importancia. Pero incluso este sirve para transmitir algo. Lo importante es comunicarnos y que aquello que digamos, aunque sea callados, tenga alguna utilidad para sentirnos mejor personas.
      Saludos.

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  18. No te calles nunca, José Antonio, y aprovecho para darte las gracias por hacernos partícipes de tus historias y abrirnos la puerta de tu imaginación. Felicidades y un fuerte abrazo.

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    1. Te haré caso, Salvador. Y perdona por el retraso en la respuesta, pero el mes de agosto es complejo y se me ha acumulado el trabajo.
      Muchas gracias por tu comentario y nos seguimos leyendo. Por lo pronto yo a ti.
      Un saludo.

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  19. Tengo que hacer un comentario sobre tu relato, no sea que me pase como a tu protagonista...;-)
    Fuera bromas, me ha encantado, José Antonio. Imaginativo y poético. No se puede pedir más.
    Siempre se aprende leyéndote.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Gabriel. Tenía que buscar un tema que bordara, más o menos con éxito, llegar al relato número cincuenta. Y parece que lo logré.
      Te digo lo mismo que a Salvador Esteve, que me perdones por el retraso en la respuesta a tu amable comentario.
      Un fuerte abrazo.

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  20. Me encanta tu relato, José Antonio. Y lo señalo nada más comenzar para que quede constancia y no me olvide de decírtelo entre todo lo que se me ocurre. Y es que me temo que en esta ocasión lo de menos es la calidad de estas cincuenta palabras para contar la historia que cuentan, sino la alegría de esos cincuenta relatos que nos has regalado en todo este tiempo y la cantidad de comentarios, que los superan.
    Como soy una "benjamina" en la web, he aprovechado estos días para leer todos los que me había perdido. Y si ya es sencillo hacerlo con el buen diseño de la página, Álex nos lo ha puesto aún más fácil con ese enlace directo en tu cuadro de honor.
    Por supuesto que unos me han gustado más que otros, pero puedo asegurarte que ninguno me ha aburrido.
    Me han llamado la atención dos cosas principalmente: una de ellas es la tendencia que tienes a darle protagonismo a la muerte en la mayoría de tus argumentos y la otra, que nada tiene que ver con tus historias, es la evolución que he visto en el número de comentarios y "me gusta" desde tus primeros relatos allá por el 2013 hasta ahora. Eso quiere decir que la página está cada vez más viva y, como dice Álex, en parte también gracias a ti por esa constancia que por lo visto tuviste antes y que puedo comprobar que tienes ahora, así que te doy las gracias por la parte que me toca.

    Coincido contigo en que esta página tiene ya una fragancia familiar y que se echa de menos al que por unos motivos u otros no puede sentarse a la mesa. Y uno de los platos que más me gusta saborear es ese "va mi me gusta" al que sólo tú sabes darle ese toque tan particular y que lo hace tan apetecible.

    Y me callo ya, pero no antes de darte mi más sincera enhorabuena y expresarte mi deseo que que sigamos leyéndonos hasta que el cuerpo aguante.

    Por cierto, ¿te he dicho ya que me ha gustado tu relato?
    Un cordial saludo

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    1. ¡Jobar (qué fino), Margarita! ¿Y ahora que respuesta te doy a un comentario tan entrañable como el tuyo? Para empezar, he de pedirte disculpas, como ya he hecho con los comentaristas y amigos precedentes, por mi tardanza en darte (daros) respuesta. ¡Imperdonable por mi parte! Pero es lo que tiene un mes "diferente" como es agosto, en el que la rutina queda aparcada y, a pesar de disponer de más tiempo, no tener siempre los mismos mecanismos para una puntual respuesta.
      No me había fijado en lo que me comentas de que la muerte está muy presente en mis relatos. Espero que no sea ninguna señal de mal agüero. Puede ser, la muerte, como la vida, son temas muy recurrentes porque son el inicio y el final de nuestra existencia. Y aquí lo dejo, que me voy a poner filosófico y ya no toca.
      Y sí, mi virtud (aunque a veces sea un defecto) es mi constancia. Pero en muchos aspectos personales, no solo en mi participación en esta suerte de pizarra literaria donde todos vamos dejando, con más o menos fortuna, nuestras historias. En mi caso, creo, con menos, si bien todos me tratáis espléndidamente.
      Y nada, que agradezco infinitamente tus palabras, que me han llegado hondo, tan profundo en mi ser que no puedo más que regalarte con un "Me gusta" muy especial, aunque no toque ahora.
      Un beso.

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  21. Hola, José Antonio, qué bien queda tu nombre enmarcado, ¡enhorabuena!
    Y para conseguirlo lo haces con un micro muy apropiado, amén de bueno.
    Un fuerte abrazo.

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    1. No veas lo ancho que me puse, Rosy. ¡Tan ancho como Pancho!, que se dice por mi pueblo. Y ciertamente, el micro estaba pensado para la ocasión, porque había que decirlo de una manera un tanto especial lo de alcanzar una mágica cifra: ¡¡50 microrrelatos de 50 palabras (título aparte)!!
      Gracias por tus amabilísimas palabras y un fuerte abrazo también para ti.

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  22. Lo que no sacas te recome por dentro. Felices bodas de oro cincuentapalabreras. ;) Un abrazo maestro.

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    1. ¡Cuánta razón, Joaquín! Hay que sacar fuera siempre lo que uno tiene dentro. Ya sabes lo que decía Quevedo, aquello de "No he de callar por más que con el dedo,/ya tocando la boca o ya la frente,/silencio avises o amenaces miedo".
      Muchas gracias por tus palabras y te pido disculpas (también a Rosy) por mi tardanza, imperdonable.
      Un fuerte abrazo. Y suelo decir que no soy maestro de nada y sí aprendiz de todo (y de todos, entre ellos tú).

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  23. Precioso tu micro. Pero, por favor, no imites a tu protagonista y no enmudezcas, que nos privarías de tus magníficas palabras de cada mes.
    Un abrazo y feliz 50. A por los siguientes cincuenta.

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    1. Gracias, Asun, y también mis disculpas como a los anteriores comentaristas. Espero poder seguir tu consejo al pie de la letra, aunque, por circunstancias totalmente ajenas a Álex Garaizar, en septiembre, no habrá microrrelato mío. El culpable, solo yo. Y será la primera vez desde que comencé allá por 2013 que un mes quede en blanco con algo mío (bueno seguiré comentando los relatos publicados). Pero te prometo (os prometo) que en octubre seguiré dando la lata con mis cincuenta palabras (las del título aparte).
      El reto de otros cincuenta, eso son palabras mayores. O como se dice en ocasiones parecidas, esos son otros López.
      Un abrazo, amiga. Por cierto, te vuelvo a felicitar por ser la ganadora de agosto. Es la tercera ocasión que lo hago... ¡Si es que tu relato era muy pero que muy bueno!

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