Tres demonios
Los demonios que acuden a mis pesadillas son tres.
Mi padre, que ahuyentó mi infancia a punta de latigazos.
El sacerdote, que robó mi fe violando más que mi cuerpo.
Y a quien más aborrezco, él me susurra que mate y nunca se satisface su sed: el ser del espejo.
Mi padre, que ahuyentó mi infancia a punta de latigazos.
El sacerdote, que robó mi fe violando más que mi cuerpo.
Y a quien más aborrezco, él me susurra que mate y nunca se satisface su sed: el ser del espejo.
Estremecedor el destino de este pobre desgraciado que nos presentas, obligado a luchar con tres enemigos que lo persiguen eternamente, ¿o más bien es uno sólo? En cualquier caso es una confesión dura y contundente que me deja con un escalofrío recorriéndome el espinazo.
ResponderEliminarEnhorabuena, Ricardo, por tu inquietante relato.
Un saludo.
Muchas gracias por dar lectura. La realidad puede proporcionar muchos tipos de infiernos.
EliminarComo dice María, muy estremecedor el cuento. Cotidiano y realista lamentablemente. Me ha gustado bastante.
ResponderEliminarSaludos.
Los demonios internos estremecen muchas veces más que otros. Gracias por leer.
EliminarEstremecedor relato. No creo ni quiero pensar que sea cotidiano.
ResponderEliminarBuen micro. Te envío un me gusta y...
Un abrazo
Gracias Isidro por leer. Lo malo es que estos demonios son mas cotidianos que los fantásticos.
EliminarEl último demonio que seguro que nació por las cicatrices que produjeron los dos primeros.
ResponderEliminarMe ha gustado, Ricardo.
Un abrazo.
Pablo
Gracias Pablo por dar lectura a este infierno.
EliminarMalo es que haya seres cuya naturaleza sea maligna, lo triste es cuando, por sus acciones, condenan a otros a convertirse en monstruos. Buen micro, Ricardo. Un saludo.
ResponderEliminarLos monstruos más temibles son de forma humana. Gracias por dar lectura.
ResponderEliminarMe ha impactado mucho tu relato, Ricardo. Deja una sensación de impotencia y de injusticia porque por culpa de los dos primeros demonios, hoy hay un tercero del que ya no puede escapar.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un beso.
Gracias Sandra, la injusticia, mucha de las veces, crea los seres mas tenebrosos.
ResponderEliminarTodo un alarde de síntesis, Ricardo. Me parece muy complicado construir una historia tan buena y sólida con solo 50 palabras.
ResponderEliminarSaludos.
Enrique.
Gracias por elogio tan grande. Un abrazo Enrique.
EliminarPienso igual que Enrique. Tu cuento de 50 palabras deja el mismo sinsabor amargo que una novela de Dostoyevski de 500 páginas.
ResponderEliminarMagnifico, Ricardo.
Que una tejedora de historias me lea es suficiente halago. Gracias.
ResponderEliminarLa mente diabólica o demoníaca de un personaje perverso plenamente desnudada con tan solo 50 palabras.
ResponderEliminarAterradora historia la que nos desvelas, Ricardo.
Va mi "Me gusta" y con él mi enhorabuena por habernos desvelado el carácter criminal (a veces es porque te hacen) de un ser que padeció lo suyo.
Saludos.
Excelente tu análisis José Antonio, una manera de ver una mente criminal.
ResponderEliminarMás que una imagen, con tu relato has creado una película a la que, desgraciadamente, aún no se le ve el final,
ResponderEliminar¡Me ha encantado!
Un saludo, Ricardo
Gracias por leer Margarita. Por desgracia es una historia que se repite y que no tiene fin.
ResponderEliminarBrutal tu relato, Ricardo. Nos muestras la vida del protagonista en un infierno a tres bandas. Mucho me temo que las pesadillas le acompañarán toda su vida e incluso toda la eternidad.
ResponderEliminarFelicidades, me parece muy bueno, un beso.
Malu.
Muchas gracias Malu por leer este infierno.
ResponderEliminarDicen los expertos que entre las causas para que una persona se convierta en un psicópata asesino, la causa por excelencia es haber sufrido malos tratos y/o abusos en la infancia y desapego (o a veces un apego atípico e insano). Eso tu relato lo refleja maravillosamente. Son las semillas, los demonios que alimentan la maldad. Y que te voy a decir...
ResponderEliminar¡Es que me gusta un asesino !!! jejeje
¡Me encantó el micro!
Gracias Raquel por leer y proporcionar este análisis del origen del mal.
EliminarEsos demonios están tan dentro de él, que ni intenta luchar contra ellos...
ResponderEliminarMuy bueno, Ricardo.
Saludos.
Los demonios internos son poderosos y difíciles de acabar. Gracia por dar lectura.
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