A-mar adentro
Bebía agua de mar. La fogata dibujaba extrañas sombras sobre la arena. La chica de sus sueños deambulaba cerca de él. Un naufragio feliz.
Hasta que la marea alta terminó con la fogata y el náufrago despertó de un sueño en el que la chica era feliz junto a él.
Hasta que la marea alta terminó con la fogata y el náufrago despertó de un sueño en el que la chica era feliz junto a él.
Acertadísimo título para ese naufragio soñado que desgraciadamente, acaba con un golpe de realidad.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Pablo
Gracias Pablo!
EliminarViendo a tu naúfrago en la más absoluta soledad, me ha recordado a Tom Hanks, en la película "Naúfrago", aferrándose a la compañía de su balón al que bautiza como "Wilson", y desesperado cuando lo pierde. Si es que no estamos hechos para estar solos.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Aunque a veces necesitemos una breve dosis de soledad. Gracias Asun!
EliminarSueño y realidad se juntan junto al mar. No me queda claro (o soy incapaz de verlo), no obstante, si tu náufrago es feliz como la chica de sus sueños. Pero ello no es obstáculo para que tu historia me haya gustado. Y mucho. Así que hago clic y te doy mi "Me gusta" además de mi bienvenida a la familia cincuentista.
ResponderEliminarUn cálido saludo, Jennifer.
Gracias José Antonio! Sí que fue feliz cuando estaba con ella. Sin embargo, la forma de interpretarse puede tomar varios caminos. Quizás se me ocurre que ahora, sin ella, siga siendo feliz consigo mismo.
EliminarAhí va mi interpretación, Jennifer. La relación entre tu protagonista y su amada se va a pique. Piensa que todo es perfecto, tanto para él como para ella, hasta que abre los ojos y comprueba que no es así y que es mejor dejar de amar a alguien que no le ama y quererse él. Me gusta cómo lo has contado y ese juego de palabras con el mar y el amor. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Matrioska! Me encantó tu interpretación que de hecho describe muy bien la historia. Un cálido saludo!
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