Cuervos
Le resultaba tan difícil resumir su historia que al final se la tragaba para dentro.
Si hay que ser fuerte, que se note. Ningún día sin sonrisa, ninguna noche sin sueño, tan sólo aquellas palabras que se repetían desde muy niña: "No te preocupes, los pájaros negros se irán mañana...".
Si hay que ser fuerte, que se note. Ningún día sin sonrisa, ninguna noche sin sueño, tan sólo aquellas palabras que se repetían desde muy niña: "No te preocupes, los pájaros negros se irán mañana...".
Un relato enigmático. Un personaje al que le persiguen las sombras, que afronta todas las adversidades con fuerza y valor, pero que aún así, nunca se libra de la maldición, con la esperanza que el nacimiento de un nuevo día cambie su situación.
ResponderEliminarMuy buena e inquietante historia. Saludos, Serranita.
Todo está bien siempre, mientras no falle la esperanza... Saludos Jose! Gracias por comentar
EliminarNo tengo algo firme donde agarrarme pero tengo la sensación de que, tras tus cincuenta palabras, se esconde un volcán de sentimientos. Has sabido transmitir misterio y contención y eso me gusta. Un saludo, Serranita.
ResponderEliminarNo tengo ni idea pero.... volcán y sentimientos.... mezcla explosiva, y me gusta!! Gracias Matrioska, un abrazo!!
EliminarOcultar con una sonrisa todo un interior de sufrimiento. Ardua y admirable labor la de la protagonista de tu historia, Serranita. Buen estreno.
ResponderEliminarUn saludo.
Sonríe, sonrío, sonriamos juntas Fina!! :)
Eliminar¡Oh, pobrecilla! Tu relato me ha transmitido una gran ternura y unas ganas enormes de espantarle esos pajarracos que no la dejan en paz.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Serranita.
Que no te falte la ternura.... los pájaros negros se irán mañana! Saludos Notincgas!
EliminarAunque sean pájaros de mal agüero, me han gustado mucho tus cuervos.
ResponderEliminarBienvenida. Besos.
Malu.