Encierro
Años encerrada en aquella densa obscuridad, ya fue suficiente depresión esto de acostarse en su tristeza y no levantarse más. Apenas recordaba cuando la trasladaron a ese estrecho lecho apagando la luz. Se revolvió incómoda, se quiso incorporar. Chocó con un techo demasiado bajo. De pronto recordó. Era su tumba.
Tu historia es un claro ejemplo de "estar muerta en vida". Lástima que quiso incorporarse demasiado tarde.
ResponderEliminarUn saludo, Marcela.
«En la vida hay tres cosas que no vuelven atrás: la flecha lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida».
ResponderEliminarMuy buen relato, Marcela.
Saludos.
¡Me encantan estos relatos de miedo!
ResponderEliminarYo me he imaginado que es una bruja, que una turba encerró viva en un ataúd, para que dejará en paz a las gentes del pueblo. Y ella ansia poder escapar y vengarse, aunque con los siglos ha ido convirtiendo esa rabia en tristeza y casi en olvido... ¡Lo que dan de sí 50palabras!!
Un saludo Marcela