¿Intento de homicidio?
La lucha se desarrolló durante algunos eternos segundos entre dos contrincantes dispares en fuerza. El más débil pensó que quizá había llegado su hora. Por fortuna no fue así. Aunque aquel día el mar trató de llevarme para siempre con él, no lo logró. Y aquí dejo testimonio de ello.
Hola, Hipérbole: conozco un caso cercano en el que el mar sí cometió ese homicidio. Por salvar a un niño, el mar soltó al niño y se lo tragó a él. Me alegro que en este caso el final sea feliz. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn saludo.
Pablo
Contra la naturaleza hay poco que hacer, salvo ser prudente, y a veces, ni eso.
ResponderEliminarUn buen ejemplo el tuyo para hablar de la eternidad de un segundo.
Saludos, Hipérbole.
Me alegro de que tu personaje no haya sido derrotado. Tu relato me hizo acordar a una canción de Mecano, pero aquí por desgracia el ganador es el mar. Se llama Ana y Miguel. Te la dejo por si te interesa:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=nDX3xhdjrcQ
Un beso, Hipérbole.
Has dejado, como dices, testimonio de ello. Y muy bien que lo has hecho, Hipérbole.
ResponderEliminarVa mi "Me gusta" y mi enhorabuena por tu relato que, afortunadamente, cuenta un intento de homicidio que no terminó de consumarse, como sí desgraciadamente sucede en otros casos similares, en los que uno de los protagonistas no vive para contarlo.
¿Imprudencia, tal vez? El contrincante más fuerte no hace más que acoger al débil y seguir comportándose como es él. Me ha gustado la forma en que nos has narrado un episodio tan dramático. Un saludo, Hipérbole.
ResponderEliminarMe ha gustado!.
ResponderEliminarMucho!
Bonito relato para testificar que en las luchas, no siempre gana el débil.
ResponderEliminarFelicidades Hipérbole, te mando un beso.
Malu.
¡Gracias a todos por vuestros comentarios tan bonitos! Menudo susto me llevé, por imprudente, como bien sugiere Matrioska. Pasó justo delante de mi casa, mi vecino el mar no estaba de buen humor aquel día. De nuevo gracias.
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