La voz de la locura
Se quedó mirando al frente, pensativo.
—Ya no puedes echarte atrás —dijo una voz que él no veía.
—Aún no he hecho nada malo.
—Va, si lo haces, desapareceré para siempre.
Aún dudaba cuando entró en el edificio, pero mató a ese inocente igualmente.
—Te mentí.
—Ya no puedes echarte atrás —dijo una voz que él no veía.
—Aún no he hecho nada malo.
—Va, si lo haces, desapareceré para siempre.
Aún dudaba cuando entró en el edificio, pero mató a ese inocente igualmente.
—Te mentí.
Esa voz seguramente sea su fiel compañera de por vida. Me ha gustado mucho la sencillez con la que nos has contado algo tan estremecedor y atroz. Un saludo, Vanesa.
ResponderEliminarLo más seguro es que así sea.
EliminarMuchas gracias por el comentario, Matrioska.
Terrible enfermedad que saca lo peor de nosotros. Ojalá que tu protagonista encuentre ayuda y que esa voz se calle para siempre. Y ya que estamos, que ese inocente resucite. :-P
ResponderEliminarUn beso, Vanesa.
Eso es pedir demasiado, ¿no crees? Jajaja
EliminarCuídate, Sandra,