Libertad
Quería perderse en el silencio de la nada.
Una lluvia de plumas inundó su soledad sembrando de confianza sus extremidades. Se encaramó en la cresta de la azotea, extendió sus brazos y se lanzó.
La brisa desplegó sus alas dejando libre el eco que siempre había resonado en sus oídos.
Una lluvia de plumas inundó su soledad sembrando de confianza sus extremidades. Se encaramó en la cresta de la azotea, extendió sus brazos y se lanzó.
La brisa desplegó sus alas dejando libre el eco que siempre había resonado en sus oídos.
Tus relatos, Mª Belén, hay que palabrearlos (que sería como paladearlos, pero en palabras) sorbito a sorbito.
ResponderEliminarÉste, en concreto, sabe tan bien como la libertad que encuentra tu protagonista.
Mención especial a esa estructura cerrada entre el silencio de la nada y el eco que resuena.
Bon Voyage!
Gracias Notincgas. En encanta esta palabra "palabrearlos" eres un genio en el palabreo siempre. Un comentario que me ruboriza y me hace seguir escribiendo con más ansia.
EliminarUn beso enorme generoso compañero.
Espero que en ese vuelo encuentre la paz que tanto desea.
ResponderEliminarUn hermoso micro, Mª Belén.
Seguro que en él encuentra la libertad soñada. Un vuelo que ansiaba y que por fin a tenido el valor de emprender.
EliminarGracias Asún. Un beso guapa.
Mª Belén, tú eres una magnífica poetisa y estas cincuenta palabras así lo demuestran. Son pura poesía. Una preciosidad, reina de los versos.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo.
Gracias Pablo un comentario que me agrada en las más altas esferas de los versos. Reina sería mucho, de momento plebeya con intención de ascender a princesa, jajaja...
EliminarUn abrazo al que le sumo un beso.
Coincido con Notincgas en que hay que palabrear tus historias, Belén. Contigo, cualquier objeto se convierte en una bella imagen y los sonidos, en una hermosa melodía. Y así es tan fácil lanzarse a volar...
ResponderEliminarUn beso
Un precioso vuelo de comentario Margarita. Todo él es un poema. Gracias de veras preciosa.
EliminarUn beso grande y sentido.
Libertad y poesía combinadas por tus hábiles manos. Un micro para dejar volar la i.avi avión. Besazo!
ResponderEliminarAinss Tocaya mía. Eres un cielo. Siempre hay que dejar volar la imaginación, en ella tienes alas que te permiten llegar donde tu realidad no te permite. Soñar...soñar y en ese sueño realizar lo que más deseas.
EliminarBeso infinito.
Son para envidiar esas plumas que has dibujado, que facilitan la libertad, como también tu pluma sería digna de envidia, pero en lugar de caer en ese feo pecado capital, es mejor admirar y disfrutar todo lo que sale de ella.
ResponderEliminarUn abrazo, poetisa-narradora
Gracias Ángel. Siempre con comentarios que gustan leer y releer, por que das ánimo, belleza y sinceridad, seguro, en aquello que escribes. La envidia es mala, muy mala, más vale disfrutar el leernos, Ni tú ni yo somos envidiosos, por ello sabemos apreciar y valorar lo que los demás escriben.
Eliminarun generoso beso a un relatista-poeta.
La soledad a menudo precisa de la libertad para ser disfrutada, sobre todo cuando procede de la huida. ¿Quién no ha querido alguna vez vestirse de plumas para desaparecer de situaciones o lugares? Somo seres de tierra necesitados de cielos para navegar.
ResponderEliminarUn relato muy bonito, Belén. Enhorabuena.
Saludos
Precioso comentario Antonio. Pones libertad y plumas para aquellos vuelos que son los más deseados. Somos seres terrestres que desearían navegar por el cielo.
EliminarGracias, un abrazo sentido.
¡¡Muy lírico!! (... inundar la soledad sembrando confianza...)
ResponderEliminarIntentaré sembrar algunas de estas palabras a ver si me crecen hermosas.
Saludos,
Carme.
Gracias Carmen por pasarte, leer y comentar. Si la siembra es buena la cosecha es excelente. Seguro que tus palabras nacen siempre hermosas.
Eliminarun beso.
Precioso canto de libertad. Me gusta tu poesía, ¡qué se le va a hacer!
ResponderEliminarUn besazo.
Jajaja.. Gracias Isidro y yo encanta de ello. Ya sabes que soy más poeta que relatista.
EliminarUn besazo con abrazo y todo.
La confianza, ese golpe de timón que te puede dar la libertad, hacer volar la imaginación o cambiar el rumbo de tu vida. Muy buen relato, Mª Belén. Un abrazo.
ResponderEliminarSi uno confía en si mismo puede volar hasta donde quiera. Me encanta tu comentario da esperanza y fuerza.
EliminarGracias salvador, abrazos.
Qué libertad más poética, Mª Belén. Perfecta la simbiosis, del que quiere volar y que finalmente lo consigue como si fuera pájaro...
ResponderEliminarAsí lo veo yo. Me ha gustado mucho.
Lo ves muy bien Rosy. La libertad ese estado en el que queremos estar y para ello deseamos alas y volar.
EliminarGracias un beso preciosa.
Un abrazo, guapa.
ResponderEliminar:)
EliminarUna huida en busca de una evasión total, de una liberación definitiva, buscada por una mente desalentada y abatida. Su imaginación hizo el resto y le dio alas. Es lo que yo leo entre líneas, Belén, a través de tu narración delicada y poética.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todos con la imaginación hemos volado alguna vez, todos hemos deseado tener alas y huir de una realidad que no nos agrada.
EliminarEse deseo ya no es solo un juego de niños.
Gracias Mª Jesús. Abrazos.
Un eco que grita libertad. Qué bonito nos cuentas algo que, en principio, no debería serlo. Bravo, Mª Belén. Un beso.
ResponderEliminarLa belleza de la libertad bien entendida tendría que tener siempre alas para dejarla volar y gozar de ello. Cuando te privan de ese grito, a veces, algunos, prefieren cerrar los ojos y dejarse llevar.
ResponderEliminarGracias Matrioska. Besos.
Qué gran evolución, desde el silencio de la nada hasta la libertad del eco. Me encanta Mª Belén.
ResponderEliminarTe mando un beso.
Malu.
La evolución de la persona hacia la libertad tiene siempre consecuencias, algunas te hacen sentir ese grito en medio de la nada, otras te condenan a un vacío...Pero merece la pena saltar y luchar por ese sueño de volar.
EliminarGracias Malu, por un comentario tan estupendo.
Beso recibido y otros dos de vuelta.