Maldito veneno
Seccionó el torso siguiendo el dibujo de la Y y analizó los principales órganos. Prácticamente terminada la autopsia, el forense no encontraba la causa de la muerte, hasta que dio con un estómago lleno de alegres mariposas. Ahora lo difícil sería explicarle al mundo que de amor también se muere.
Ay el amor ... para unos elixir y para otros veneno. Pero así es, de amor también se muere. Me ha venido a la cabeza una canción de un italiano (he tenido que buscar en internet el nombre), Gianni Bella, "De amor ya no se muere" del año 1.976 y que luego cantaría también Sergio Dalma en el año 2.010. Puede que la canción sea un poco ñoña, pero refleja perfectamente lo que tú cuentas en este micro que para nada es ñoño, sino una muestra de tu buen hacer con las letras.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, te mando un beso, María.
Malu.
¡Precioso tu relato, María! Nos das pistas, desde el título, para que pensemos en un crimen por envenenamiento y... lo resuelves dando un giro a la historia con ese "estómago lleno de alegres mariposas". Seguramente el corazón del fallecido (o fallecida) estaría henchido y en su cara habría una sonrisa enorme de oreja a oreja. Es lo que tiene el amor.
ResponderEliminarVa mi "Me gusta" y un saludo muy cordial.
Últimamente estoy cogiendo la buena costumbre de leer los relatos antes de la firma de los autores. Ya me pasó con el de Ángel y, con este, también. Tras leerlo y releerlo y releerlo y leerlo otra vez, sabía que alguien brillante como tú estaba detrás de tan original propuesta, y no me he equivocado. Últimamente entro menos a comentar por motivos que ya sabéis pero este, no podía dejarlo pasar porque me ha gustado tanto, que sería imperdonable no dejarte muestra de ello.
ResponderEliminarTengo cineastas predilectos (en muchos coincidimos), escritores predilectos y, supongo que como todos, un puñado de cincuentistas predilectos y en ese puñado, estás tú.
Un beso, mi querida María.
Pablo
Aunque hermosamente surrealista, tu relato contiene un aura de verdad, María.
ResponderEliminarEl amor es el veneno más dulce jamás inventado, tan lleno de azares (y tal vez de azahares) y delicadezas que es imposible de controlar. Lo peor, y lo mejor, de este «veneno» y sus alegres mariposas es que se puede morir muchas veces a causa de sus efectos.
Buenísimo, María.
Te envío un enorme abrazo.
Vicente
Me imagino la cara de estupor del forense mientras las alegres mariposas se le posan en el hombro, acarician la punta de su nariz, contaminan el bisturí que sujeta con su mano temblorosa y arrastran con su batir enérgico de alas multicolor el olor ácido de la muerte.
ResponderEliminarY me pregunto: ¿qué le contará este hombre a su mujer cuando llegue a casa?
Me alegra este reencuentro, María.
Un beso
Siempre pensé que esas mariposas hacían una especie de cosquillas en el estómago, pero por lo que se ve a tu protagonista se le complicó con una mala digestión sentimental.
ResponderEliminarOriginal final y original relato, María. ¡Enhorabuena!
Un saludo.
Ya que la muerte es inevitable, por lo menos que nos quede la opción de encararla con sentimientos buscados e intensos, porque si de amor se muere, de pena y de rabia también, y eso debe ser peor. Sólo me pregunto qué hará el forense con esas mariposas recién descubiertas y liberadas, igual no le importa acogerlas dentro de sí, aun conociendo el riesgo que conlleva.
ResponderEliminarUn abrazo, María
Muy buen giro final, María. Al terminar de leer me ha pasado como a Malu, me ha venido a la cabeza la canción "De amor ya no se muere", en la que dice que "si de amor ya no se muere, yo sin ti no viviré". Creo que eso le ha pasado a tu protagonista. Me ha gustado mucho tu micro. Un saludo.
ResponderEliminarMagnífico!!! sin palabras!!! Me encantó.
ResponderEliminarCausa de la muerte: sobredosis de amor. Bendito y dulce veneno.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, María.
Me ha sorprendido ver como las mariposas también matan de amor. La cuestión es como bien dices explicar el motivo del banquete.
ResponderEliminarES un relato genial y sorprendente.
Felicidades.
Este mes hemos coincidido, "vamos de forenses... "
ResponderEliminarMe ha encantado que el tuyo se encuentre esas mariposas y poder así determinar la causa de la muerte.
Muy bueno.
Enhorabuena.
María, tu relato no podía terminar sin ese toque tan romántico como morir por amor, tan propio en ti. Tienes ese don tan especial de ver historias tan originales que a otros jamás se nos ocurrirían. Además, has demostrado las graves consecuencias de amar y no ser correspondido. Me ha gustado mucho. Felicidades! Un beso.
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