Melodía
Él decidió no hablarle, solo deslizó sus manos sobre el piano observándola. Ella levantó su mirada y decidió no contestar a su silencio, solo alzó su voz y comenzó a cantar. No hubo palabras pero mediante esa melodía hicieron llorar a sus corazones y expresaron todo lo que debían decir.
Me ha encantado, Lushai, ese tejemenaje que se traen tu Ella Fitzgerald y tu Oscar Peterson.
ResponderEliminarGenial.
Saludos.
Pablo
Esta costumbre mía de querer corregir... ¿No es tejemaneje?
EliminarJajaja, efectivamente. Tejemaneje. Cosas de escribir por el móvil y no repasar. Si no me avisas ni me doy cuenta.
EliminarMuchas gracias por avisar.
Besote.
Pablo
Más allá de las palabras, está la música, siempre la música.
ResponderEliminarBuen micro, Lushai.
Saludos.
Me han entrado ganas de ponerme a bailar, con eso te lo digo todo.
ResponderEliminarUn saludo, Lushai
La música es el vínculo entre lo etéreo, capaz de vestir la soledad más áspera o de enhebrar tiempo y espacio componiendo mosaicos de sensaciones y compañías.
ResponderEliminarConduces muy bien tu relato desde el preludio de los gestos hasta el surgir de las notas, dejando que hablen las sensaciones; por que la música es la poesía del sonido.
Me ha gustado, Lushai. Enhorabuena por tan buen comienzo
¡La comunicación también es un arte, cómo tu relato!
ResponderEliminarMe ha gustado más por lo que insinúas que por las 50palabras que escribiste.
Muy buen relato mi felicitación.
¡Qué no pare la música, por favor!
ResponderEliminarUn relato en el que los protagonistas lo insinúan todo sin decir ni una sola palabra. Me gusta, un beso.
Malu.
Muchísimas gracias!! Muy cariñosos todos! Gracias por tan dulce bienvenida
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