Muerte calipigia
El resplandor de la luna llena iluminaba su cuerpo. Un juego de luz y sombras aviesas que enaltecían la imagen sicalíptica. Las líneas turgentes y calipigias de su cuerpo en posición decúbito ventral quedaban bañadas en una luz mortecina. Noche de aullidos, del lobo y del demonio que llevamos dentro.
Estupendo relato, Ricardo. Poético y gráfico como un cuadro.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por dar lectura.
EliminarRicardo, muy original el uso de los dos vocablos de origen griego que mi desconocimiento me ha llevado a buscar en el diccionario. La belleza clásica ha conseguido convertir a quien la contempla en un monstruo dispuesto a cualquier cosa.
ResponderEliminarUn saludo.
En ocasiones, me sucede que conozco una palabra hay que dar uso para no dejarla en el olvido.
EliminarSugerente, morboso, inquietante y elegante.
ResponderEliminarE instructivo. Yo tampoco conocía la palabra calipigia y me ha fascinado.
Un abrazo, Ricardo.
Gracias por leer. ¡Que una silueta calipigia siempre será morbosa!. Esta palabra la descubrí por primera vez en una excelente novela de Pierre Michon: "El Origen del Mundo".
EliminarUn texto lleno de sensualidad en el que, con elegancia, se muestra la vulnerabilidad humana, que utiliza palabras al tiempo que las rescata, y en el que palpita la carne sobre la piedra.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Ángel por tus palabras.
ResponderEliminarMágico, didáctico, imaginativo, diferente, original, excelente... Ricardo, has escrito en cincuenta palabras el relato total. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pablo
Tus palabras de elogio están por arriba de mis letras. Agradezco tu lectura.
EliminarUn micro cargado de erotismo escrito con tanta elegancia que es puro goce. Felicidades, Ricardo, por esas bellas palabras rescatadas y por tu talento a la hora de emplearlas. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por leer y dar vida a las palabras.
ResponderEliminarSoy poco original, Ricardo, pero me parece tan elegante tu relato que no puedo evitar repetirlo.
ResponderEliminarComo anécdota te diré que ayer mismo leí un texto en el que aparecía la palabra "calipigio" y enseguida busqué su significado, así que hoy me ha encantado recordarla cuando la he visto entre las tuyas, por cierto magníficas y perfectamente escogidas todas y cada una de ellas.
Un saludo