Oscuro
Oscuro.
Abre los ojos y escucha los pitidos intermitentes.
Recuerda lo que le pasó. Tenía un miedo atroz de morir en el quirófano, hasta que escuchó una voz, que tranquila le dijo: "Todo va a salir bien".
Ahora, se toca la boca; tiene sed. "Es un milagro", dice la voz.
Abre los ojos y escucha los pitidos intermitentes.
Recuerda lo que le pasó. Tenía un miedo atroz de morir en el quirófano, hasta que escuchó una voz, que tranquila le dijo: "Todo va a salir bien".
Ahora, se toca la boca; tiene sed. "Es un milagro", dice la voz.
Afortunadamente la voz ha acertado con su pronóstico, aunque al parecer ha sido por los pelos.
ResponderEliminarMuy bien narrada, José, esta aventura de esas que a veces nos toca afrontar, si bien asumiendo un papel obligadamente pasivo.
Saludos.
José tu relato transmite perfectamente el miedo a no despertar cuando te duermen para operar. Afortunadamente todo suele salir bien. Me ha gustado. Un abrazo
ResponderEliminarEsa voz...
ResponderEliminarCon mucho miedo de equivocarme (entre tanta oscuridad), creo que el milagro es que una persona muerta tenga sed (los que han vuelto hablan de una luz intensa).
Supongo que ya nos contarás, José. Hasta entonces, un saludo.
Incluso la sed es bienvenida cuando es una señal de vida.
ResponderEliminarMuy bueno, José.
Saludos.
Entrar en un quirófano es entrar en la indecisión de salir de una forma u otra. En este caso el final es feliz y de ello me alegro. También de lo bien escrito que está.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo.