Paula se llamaba Paula

Murió de tristeza, rodeada de caprichos y soledad, esperando una respuesta. Nunca llegaron palabras de amor, ni sobres perfumados, nunca llegó nada. Mientras tanto, en la calle helada, Paula no intentaba recordar un pasado que no tenía, y como cada noche calentaba sus manos en una hoguera de cartas robadas.
Escrito por Juan Aldea - Twitter

10 comentarios :

  1. La soledad y los reveses de la vida, juntos, en una historia muy triste.
    Va mi "Me gusta", Juan, y mi enhorabuena por estas cincuentas palabras (y un título).
    Saludos.

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  2. Antonio B.17/9/15, 12:13

    Triste imagen la de Paula calentándose las manos con las cartas robadas a su tocaya que las esperaba para calentarse el corazón. O así al menos lo entiendo yo.

    Percibimos nuestra vida como una recta, pero en realidad es uno de los muchos caminos posibles dentro de una red de encrucijadas.

    Un buen relato con mucha miga, Juan. Enhorabuena.

    Un saludo

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  3. Buenísimo, Juan. Dos vidas paralelas solo unidas por un nombre común. La Paula que muere sola, sin amor, pero con una vida confortable rodeada de caprichos. Y la Paula vagabunda, cuya prioridad es mantener el calor en un ambiente gélido.
    Da mucho que pensar: cuando una persona no tiene cubiertas sus necesidades primarias, el resto carece de valor.
    Enhorabuena, Juan. Me ha encantado.

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  4. Dos Paulas con distintas carencias e incompletas que, de poder compartir lo que cada una posee sin darle mayor valor, darían lugar a una sola Paula feliz. No sé explicarlo mejor pero, como siempre, Antonio, ha dado en el clavo y ha bordado su comentario. Excelente micro, Juan. Un saludo.

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  5. Sí, muy triste... morir esperando, un poco cada día. Me queda la duda del motivo de la segunda Paula para robar las cartas..
    Buen relato!
    Carme.

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  6. Así como hay dos Paulas, hay dos valores para las cartas:
    1) El valor simbólico y sentimental (el amor, para la primera Paula).
    2) El valor de uso (la supervivencia, para la segunda).
    En ambas perspectivas les va la vida, eso sí.
    Estupendo, Juan.
    Saludos.

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  7. Jo, parece que septiembre se ha enseñoreado de este lugar. Pues bien, suspiraremos una vez más.
    Buen relato, Juan.
    Saludos cordiales

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  8. Gran planteamiento, Juan, y no menos grande relato. El que ambas mujeres compartan nombre, enfatiza la doble crueldad de la situación: las penosas circunstancias de la segunda y el despropósito amoroso de la primera.
    Saludos.

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  9. Muchas gracias compañeros, perdón por el retraso en contestar, tenía en mente se publicaba hoy el relato. Una curiosidad, yo no sabía que la primera mujer, que muere de desamor, se llamaba Paula también, pero todos lo han leído así, asi que asi es. Me gusta.
    El motivo de robar cartas es que son de papel, lo que para una es vital para la otra solo es un útil más, también robara periódicos, pero nadie los echa de menos claro.

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  10. Un micro que cuenta dos vidas, a cada una le falta algo importante, a la primera ( no sé si Paula o no) le falta el amor y por muchas comodidades que haya tenido, le ha faltado recibir esas cartas perfumadas y quién sabe si no murió de desamor, a la segunda (entiendo que sí es Paula), le falta hasta lo más básico.
    Duro relato, aunque perfectamente contado.
    Un beso.
    Malu.

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