Transgénicos
Desde que Monsanto compró el gobierno, todas las investigaciones públicas denunciando sus atrocidades son desestimadas rápidamente.
Ocasionalmente un intrépido periodista, como en esta rueda de prensa, pone en apuros al presidente que, enfurecido, agita ridículamente sus tentáculos provocando un ataque de risa que consigue hacerme llorar por mis tres ojos.
Ocasionalmente un intrépido periodista, como en esta rueda de prensa, pone en apuros al presidente que, enfurecido, agita ridículamente sus tentáculos provocando un ataque de risa que consigue hacerme llorar por mis tres ojos.
Muy buena la sutileza...
ResponderEliminarMis dos cabezas te dan la enhorabuena, Jean.
Gracias Patricia, te agradezco la molestia en comentar, te doy un abrazo triple con mis 6 brazos.
EliminarSaludos.
Ácida crítica a una de las empresas más polémicas del siglo XX y perfecta la sátira final resuelta con gran sentido del humor.
ResponderEliminarUna pequeña obra de teatro por la fuerza de su expresividad y por que envuelve una demoledora denuncia.
Es un relato muy bueno, por su contenido y por su elaboración. Enhorabuena, Jean.
Un saludo.
Antonio, te agradezco enormemente tus palabras, me haces quedar por las nubes a mi relato y a mi. Me dejas realmente sin palabras, muchas, muchísimas gracias por todo.
EliminarUn enorme saludo y un gran apretón de manos (de 14 dedos).
Jean muy buen relato, muy buena y original la crítica a esa multinacional.
ResponderEliminarGenial la forma con la que al final nos damos cuenta de las consecuencias de consumir alimentos transgénicos. Y no puedo escribirte más ya que me es muy dificultoso con estas pezuñas que tengo por manos
Un abrazo.
Gracias Javier, lastima que las consecuencias posiblemente no sean tan visibles como en el micro, aunque quizás tampoco se pudiera hacer mucho de la otra forma.
EliminarSaludos.
PD: Es el modelo del movil que quizás usas, a mi me pasa lo mismo. :D
Jean, valiente relato con toques de humor del problema que supone consumir transgénicos. Muy bien contado. Un doble Me gusta con todo el amor de mis dos corazones. Enhorabuena, Besos. Pilar.
ResponderEliminarJajajaja, creo que has sido una de las pocas favorecidas con los transgénicos,lo de tener doble corazón es algo que podría masificarse a toda la humanidad.
EliminarUn gran saludo y muchas gracias por tus palabras.
Primero, permíteme terminar de reír. Jgh, jgh, jgh... ¡Espera!, mi lengua bífida se ha enredado con mi cinturón, ¡listo, ya!
ResponderEliminarJa, ja, ja y ja.
Genial, ácido y humorístico. Un relato de Jean, para más señas, el escritor de seis brazos.
Aplaudsods, ¡la lengua otra vez, caramba!
Vicente
Jajajajajaja, Vicente! para! que me hacer reír mucho y eso trae embarazosas consecuencias para mis dos vejigas.
EliminarUn gran saludo y muchas gracias.
Original, crítico y divertido!
ResponderEliminarUn saludo con mis tres manos y media ;-)
Carme.
Jajaja.
EliminarGracias, mis cuatro mejillas se sonrojan al unísono.
Saludos y buen domingo!
Al final lo raro en este mundo que planteas será ser normal. Donde fueres haz lo que vieres, así que todos mutantes.
ResponderEliminarUn relato simpático y con toques reivindicativos, en tu estilo.
Un abrazo, Jean
Lo malo es que habrá casi nadie normal, los transgénicos afectan a todos, incluso a veganos y vegetarianos.
EliminarGracias Ángel, un gran saludo para ti.
Buenísimo, Jean. Que gran ingenio demuestras desde el título hasta el final, con esos tentáculos y esos tres ojos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Gracias Pablo, todo un merito para mi viniendo de un crack como tu.
EliminarSaludos y que sea un buen domingo.
¿Pero qué leen mis siete ojos?
ResponderEliminarCrítico, original, divertido, fresco, diferente. Me ha gustado mucho Jean.
Un beso fuerte.
Malu.
Jajaja, gracias Malu, he cumplido mi objetivo deleitando tus siete ojos con mis textos a 6 manos.
EliminarUn beso para ti también.
PD: Supe que gracias a ti tu oculista le ha podido pagar la universidad a sus hijos.
Me ha encantado, Jean. Un asunto muy serio y polémico tratado con un ocurrente toque de buen humor. Espero que el osado periodista escriba un artículo genial a tres manos, me encantará leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Asun, el periodista escribe artículos pero por internet, ya que no lo publican los diarios, si lo buscas lo encuentras.
EliminarMe alegro que te gustara, gracias por comentar.
Saludos y un abrazo.
Qué bueno, Jean. Siempre consigues sorprender con tus micros. Lo haces muy bien y en esta, como en otras ocasiones, además, consigues hacernos reír. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias por el premio que me das al decirme que mis micros logran sorprender, son un gran regalo para mi.
EliminarUn enorme saludo y gracias. Si algún día necesitas una mano, te puedo dar una de las 13 que tengo.
¿Que Monsanto ha comprado un gobierno? ¡Venga ya, Jean! (Esto lo piensa mi cabeza que está a la derecha de mi cuello bifurcado, porque la otra, la de la izquierda, me está ahora mismo diciendo que no sé de qué me extraño).
ResponderEliminarIrónico y bien construido relato, crítico con esos experimentos ¿científicos? que vete tú a saber en qué terminarán. Menos mal que, al final, uno se ríe, aunque lo que de verdad quisiera es echarse a llorar.
Va mi "Me gusta" por lo bien que lo cuentas (aunque no me guste lo que cuentas).
Un abrazo.
Jajajaja, gracias José. Tienes toda la razón, son cosas que a uno no le gustaría contar, al menos no como algo basado en la realidad.
EliminarUn enorme saludo y gracias a tus ambas cabezas, que dos cabezas -dicen- piensan mejor que una, aunque...
También se lleva mi "Me gusta". Muy crítico, divertido e ingenioso.
ResponderEliminarGracias Carmen. Crítico, Divertido e Ingenioso son mis segundo, tercer y cuarto nombre.
EliminarSaludos!!!
Bueno, bueno, pero que son unos miembros de más o de menos si podemos comer tomates bola con sabor a nada y sandías azules.
ResponderEliminarEstos periodistas...
Y ya más en serio, buen relato, Jean.
Saludos cordiales
Jajaja, cierto, mira que producen hermosos y grandes frutos que serian la envidia de los pintores de antaño... Eso si que de probarlos,,,
EliminarGracias Notincgas, un gran saludo para ti.
No sabemos lo que nos espera ni lo que comemos, con Monsanto o sin Monsanto, y sin olvidar a los que simplemente no tienen que comer.
ResponderEliminarAhora si desde mi cuenta. Esto de escribir desde lugares publicos.
EliminarGracias Crispín por tu comentario.
Saludos!!!
He soltado la manzana por si es trangénica . Y no me he tragado el trozo por si me pasa como a Blancanieves... Nunca se sabe. Si Eva la hubiera soltado ahora estaríamos En el Paraíso... Yo con mi piel de lagarto. Tan feliz en una charca leyendo tu micro... Besitos maestro!!!
ResponderEliminarCarmen, ya que has soltado la manzana cual cenicienta Eva, te aviso que las hojas de parra también pueden ser trangénicas.
EliminarGracias por pasarte y un enorme abrazo comprimido con mis 6 brazos.
Un beso.
Mi querido Señor Jean Crítico Divertido e Ingenioso:
ResponderEliminarCon sus palabras transgénicas a mí lo que se me multiplican son las sonrisas. Y no sé por qué me asombro de que siempre consiga asombrarme.
Por cierto, he creído reconocer en ese periodista una corbata que me suena, me suena mucho.
Es usted genialmente particular.
A sus pies.
Jajaja, ya con asombrarla, me doy por pagado y puedo degustar una hamburguesa mc donalds trangénica sin miedo al mañana.
EliminarMuchas gracias por sus amables y sinceras palabras y espero su relato ansioso para ser yo el asombrado.