Cualquier tiempo pasado
Abrió su vieja caja de latón, el óxido implacable cubría todo menos los recuerdos que conservaba dentro.
Solo le había permitido la entrada a la pátina del tiempo, que orgullosa recorría de uno en uno los retazos de su vida.
Acarició la fotografía del fondo que mantenía intacta su juventud.
Solo le había permitido la entrada a la pátina del tiempo, que orgullosa recorría de uno en uno los retazos de su vida.
Acarició la fotografía del fondo que mantenía intacta su juventud.
Precioso, Malu. Elegante y sobria forma de expresar el orgullo de los retazos de una vida que, aunque vayan quedando dentro de esa caja de latón, nos dan la fuerza para seguir abriéndola y depositando parte de nuestra piel en ella.
ResponderEliminarAplausos de pie.
¡Querida Patricia, para elegante tú!
EliminarLos retazos de la vida siempre nos quedarán, en la caja o en la memoria y eso no nos lo quita nadie.
Besos fuertes y mil gracias por este comentario tan precioso que me has dejado.
Malu.
Muy triste y bello a la vez, Malu. Me has hecho ver a una anciana sentada con esa vieja caja de latón sobre sus piernas, abriendo y acariciando con sus arrugadas manos los recuerdos enlatados que, como llaves al pasado, le hacen revivir toda una vida ya vivida. Felicidades porque has escrito un micro lleno de dulzura y sensibilidad. Un beso.
ResponderEliminarPues ves muy bien querida Matrioska, una persona que ve cómo se le pasa el tiempo y siente que tiene los recuerdos enlatados y de vez en vez los abre para revivir los momentos del pasado.
EliminarMil gracias a ti por este comentario tan dulce y tan sensible.
Malu.
.¡Qué bonito! Precioso. Cada una de las palabras son una caricia a los sentidos. Me ha encantado, Malu. Este también va a mí libreta de favoritos.
ResponderEliminarVoy a leerlo de nuevo.
Un beso.
Pablo
Bonito tu comentario, querido Pablo. Tus comentarios sí son una auténtica caricia, me alegra enormemente que este vaya a tu libreta de favoritos.
EliminarMil gracias por pasarte, a pesar de las circunstancias. Y mando mil besos de vuelta para ti y tu niño.
Malu.
Esos trocitos de pasado cubiertos por el paso del tiempo que todos guardamos lejos del olvido, que recuerdan con cruel melancolía tiempos que no volveran pero que forjaron lo que somos y que conforman viejos mosaicos de nuestro presente.
ResponderEliminarUn bonito relato lleno de exquisita melancolía que nos hace sentir la belleza de un otoño colmado de primavera.
Precisoso, Malu
Un abrazo
Precisamente esa es la protagonista de este micro, la melancolía que nos produce ver esos trozos de pasado que han hecho posible nuestro presente y para exquisito, el comentario que me dejas, querido Antonio. No puedo estar más agradecida al leer las palabras que dedicas a mi relato.
EliminarTe mando un beso fuerte y gracias mil, eres espléndido escribiendo micros y comentando lo que escribimos los demás, así da gusto pasar por aquí.
Malu.
Una caja que contiene el pasado, instantes que, milagrosamente, se mantienen intactos frente al óxido del tiempo del que nada ni nadie es ajeno. Juventud divino tesoro. Lo malo del reloj es que no se detiene por nada ni nadie y no hay forma de desandar el camino. En un viaje conocí a una pareja que no hacían fotos, mientras todos andábamos como locos con cámaras, ellos no, decían que les gustaba vivir el momento y no mirar atrás, algo de razón tendrían. Quizá una nostalgia exagerada envenene el presente y condicione el futuro, pero pienso que hemos de tener momentos para todo y nunca hay que renunciar a la sensibilidad, como la que tú has demostrado y compartido una vez más.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Malu
Aciertas de pleno con lo malo que tiene el reloj, que no para nunca.
EliminarQué curioso lo que dices sobre las personas que no hacen fotos, yo también creo que tenían algo de razón.
Querido Ángel, eres muy grande y como tal, haces que tus comentarios enriquezcan los micros que dejamos en 50 palabras, por ello te lo agradezco enormemente con un beso fuerte.
Malu.
¡Vaya! Este te ha quedado perfecto, Malu, con frases para preservarlas en una caja (como en tu relato). Para muestra, un hermoso botón:
ResponderEliminar«Sólo le había permitido la entrada a la pátina del tiempo, que orgullosa recorría de uno en uno los retazos de su vida».
Algunos dicen que somos lo que recordamos, quizás también somos lo que guardamos para cuando lo hayamos olvidado.
Me quedo con una palabra del comentario de Patricia que pienso que define tu texto a la perfección: ELEGANTE.
Un saludo afectuoso, Malu.
Vicente
¡Ay Vicente, la pátina del tiempo ...! Implacable para todos y para todo.
EliminarYo creo que somos lo que recordamos y lo que guardamos, por eso no se nos olvida.
Yo me quedo con tu elegante comentario y te doy mil gracias por ser tan generoso con tus palabras.
Un beso grande, querido Vicente.
Malu.
Poder acariciar esa foto del fondo "que mantenía intacta su juventud", es recuperar el pasado por un momento. Los recuerdos nos ayudan a comprender nuestro presente, aunque nos invada inevitablemente la nostalgia. Una nostalgia que has descrito de una forma muy bella. Me ha gustado mucho, Malu. Un abrazo
ResponderEliminarQuerida Juana, lo bueno es poder acariciar esa foto y saber que hay un pasado, de juventud, que yo creo que fue bueno. La nostalgia, como bien dices, es inevitable.
EliminarMe alegra mucho que te parezca una descripción bella y que te haya gustado.
Te mando un beso fuerte.
Malu.
Cachitos de vida, tesoros que recuerdan momentos felices, sensaciones que se han vivido y que nunca se desprenderán de la memoria. Y esa fotografía que inmortaliza como nada el triunfo de la juventud.
ResponderEliminarQué exquisito canto al paso del tiempo, a la nostalgia del pasado. Muy bello, Malu, y delicado.
Un abrazo grande grande de admiración.
Es que, como dicen muchos, la vida está hecha de cachitos, de momentos, de pedacitos de felicidad que perdurarán en la memoria y que ayudarán a ser recordados gracias a las fotografías guardadas.
EliminarEl paso del tiempo, que es ley de vida, nos hace ponernos nostálgicos en determinados momentos, sobre todo cuando echamos un vistazo a esas fotos.
Mil gracias por estar siempre, mi querida y bella Mª Jesús.
Malu.
Yo quiero una caja como la tuya, Malu. Seguro que en su día, cuando el pasado aún era futuro, albergó galletas de color miel, de esas que llenaban la cocina de aromas dulces en cuanto abrías la tapa y se deshacían en la boca.
ResponderEliminarY también quiero embadurnarme la cara con la pátina del tiempo para marcar cada línea de expresión.
Y quiero, además, acariciar cada palabra de tu historia porque es una delicia leerte.
Un beso.
Esas cajas tan bonitas, que siempre han tenido nuestras abuelas y nuestras madres ... Bonitas por fuera y bellas, por el contenido que guardan, por dentro.
EliminarOjalá nos embadurne a todos la pátina del tiempo y podamos vernos en muchos años con todas las líneas de expresión del mundo.
Una delicia es poder leer tus comentarios, querida Margarita.
Te mando un beso gigante.
Malu.
Algunos recuerdos nunca se oxidan...
ResponderEliminarMalu tu micro huele, sabe, a ayer, es una preciosidad. Con qué sensibilidad has mirado en el pasado.
Felicidades, porque me has sorprendido.
Un beso, preciosa.
Rosy, qué bonito lo que me dices. Me encanta que hayas podido oler este micro con recuerdos del ayer y que te parezca una preciosidad. El pasado hay que mirarlo con sensibilidad, ya que, mirarlo de otra manera puede ser dañino.
EliminarMil gracias por estar siempre en los comentarios de mis micros, te mando un beso enorme, querida Rosy.
Malu.
Malu, tu relato desborda sensibilidad y belleza. Una imagen preciosa y triste. Me imagino a una anciana mirando los retazos de su vida con una sonrisa y una lágrima.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sensibilidad la tuya, querida Sandra. Es una imagen triste, porque es inevitable ponerse nostálgico recordando los buenos momentos del pasado. Pero como muy bien dices, hay una sonrisa y una lágrima, a partes iguales.
EliminarUn beso fuerte, mil gracias querida Sandra por pasar siempre.
Malu.
Ayer por la noche leí tu relato a vuela pluma y no aprecié su delicadeza ni reparé en sus sutiles detalles (la fotografía del fondo de la caja, el óxido que lo cubre todo menos los recuerdos...) y tampoco vi la mirada evocadora y emocionada de la protagonista (sí, me la imagino mujer) al observar su vieja foto.
ResponderEliminarY en cambio hoy, recién levantado, con la calma que da saber que tienes todo el día por delante, veo todo eso y me siento contento de haber podido disfrutar de tu relato.
Gracias, Malu.
Besos.
Ohhhhhhh, qué bonito Notinc, pues yo me alegro muchísimo de que lo hayas leído de nuevo y lo hayas visto así. Y sí, cuando lo escribí también pensé en una mujer, no porque los hombres no miren las fotos de forma evocadora, sino porque las mujeres quizá son más presumidas y echan de menos, quizá más que los hombres, sus rostros impolutos y libres de arrugas ... Presumidas que somos ...
EliminarMuchísimas gracias por pasarte a última y a primera hora, te mando un beso fuerte.
Malu.
Malu que manera tan preciosa de narrar el como una persona recuerda su pasado encerrado en una caja de metal. La has descrito tano bien que uno ve y siente la caja y lo que contiene. Gracias y enhorabuena. Besos
ResponderEliminarJavier, cuánto me alegra que hayas percibido de esta manera lo que quería expresar, me encanta que te parezca preciosa la manera de narrarlo.
EliminarTe mando un beso y te doy mil gracias.
Malu.
Nostálgica historia la tuya, apreciada Malu. Ese óxido que todo lo ha cubierto, menos los recuerdos; esa pátina del tiempo imparable; esa fotografía que ha sabido conservar la juventud de lo que refleja. Tres espléndidos párrafos que tienen cabida en esa vieja caja de latón que nos presentas. ¿Quién no ha visto alguna vez una? A mí me recuerdan aquellas de Cola-Cao (que podían terminar también como modesta caja de costura) o las de carne o dulce de membrillo (por lo general del municipio cordobés de Puente Genil). De hecho, yo tengo algunas en donde ya no guardo fotografías, pero sí pasado...
ResponderEliminarUna historia, en definitiva, que nos lleva a una época de recuerdos tangibles a la par que frágiles. Y además (¿pero de qué me extraño a estas alturas?) magnificamente descrita y narrada.
Por todo ello, va un mi me gusta (ese que dices que te gusta tanto) más que merecido. Y con este, un beso muy grande. También muy merecido. ;)
Menos mal que por lo menos el óxido no ha sido capaz de cubrir los recuerdos y que tenemos una fotografía que conserva la juventud en perfecto estado.
EliminarQué bonitas las cajas de latón, yo soy una enamorada de ellas, pero de las antiguas, las que hacen ahora no son lo mismo. Voy a tener que hacerme con una de Puente Genil, gracias por la recomendación.
Y mira que me gusta ese tu "me gusta", que es un sello personal, señor José Antonio, lo voy a guardar en la caja de latón para que se quede ahí para siempre.
Eternamente agradecida por las palabras que me dedicas, querido amigo, te mando un beso enorme.
Malu.
Hermoso micro cargado de emoción y sensibilidad. Saludos.
ResponderEliminarHermoso tu comentario y feliz de que hayas sentido emoción y sensibilidad con él.
EliminarUn beso Rosa.
Malu.
Ciertamente los recuerdos nos pueden llenar de alegría (una alegría nostálgica) en momentos quizá de soledad, como puede darse en la vejez. Te ha quedado muy expresivo, con algunos adjetivos que se degustan al leer el micro.
ResponderEliminarUn beso Malu.
Carme.
Qué bueno, me encanta que me digas que hay adjetivos que se degustan. Es una delicia leer los comentarios tan bonitos que me dejáis, mil gracias por tratarme así de bien.
EliminarUn beso fuerte M. Carme.
Malu.
Preciosa, elegante y delicada historia (con tu firma no podía ser de otro modo) que a mí me ha transportado al futuro y me he visto ahí, sentada y a punto de perderme entre mis recuerdos. Gracias por esta maravillosa visión, Malu.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Fina, mi historia no tan elegante y no tan delicada como las letras que me dejas. Yo también me veo en un futuro muy, muy lejano, más bien diría "lejanísimo" (jijiji), viendo esas fotos y tocando esos recuerdos.
EliminarUn beso enorme y mil gracias por pasar siempre.
Malu.
Precioso Malu. El tiempo que pasa implacable incluso para los recuerdos... Me encantó tu micro, lleno de frases bellas y delicadas cono las manos que abren la caja. Un Besazo
ResponderEliminarAsí es, querida Carmen, el tiempo no perdona nada, ni a nadie. Cómo me gusta que te hayan gustado las frases del micro.
EliminarUn beso fuerte y mil gracias por pasarte.
Malu.
Malu, me encantó tu cuento, felicitaciones!
ResponderEliminarMil gracias Renate y bienvenida, a mí también me ha encantado tu estreno.
EliminarBesos.
Malu.
Que bonito Malu! Cuantos recuerdos habrá en esa vieja caja. El tiempo pasa y deprisa. No podemos regresar atrás en el tiempo sin embargo a través de nuestros recuerdos podemos traer al presente momentos vividos. Tu relato me ha evocado mucha ternura y sensibilidad y me ha hecho recordar que yo también tengo una caja de latón heredada de mi madre, la conservo tal y como ella la tenía con fotografías de toda la familia y de distintas épocas. A mi me encanta bucear en esa caja. Felicidades Malu, me lo he pasado muy bien leyendo tu relato. Muchos besos
ResponderEliminarEl tiempo pasa muy deprisa y es un buen ejercicio poder recordar tiempos pasados a través de los recuerdos que tenemos guardados y que sacamos de vez en vez. A mí también me encanta bucear en las viejas cajas de latón.
EliminarMe alegra mucho que te hayas pasado por aquí Mª José. Te mando un beso enorme.
Malu.
Me ha encantado, Malu, y me ha parecido captar una metáfora en esa vieja caja de latón, que creo puede representar la memoria de la protagonista. Muy atrás en los recuerdos, encuentra esa imagen de su juventud que quiere conservar intacta, a salvo de la oxidación que provoca el desgaste cotidiano.
ResponderEliminarUn beso.
Querida Asun, no lo has podido decir mejor. Siempre me gusta esconder metáforas y tú lo has captado muy bien. Sería maravilloso poder conservar el espíritu jovial y mantenerlo a raya de la oxidación que nos trae el día a día.
EliminarMil gracias por este comentario tan maravilloso que viene a enriquecer el relato.
Te mando un beso enorme.
Malu.
Me encanta la descripción de esa escena, cargada de nostalgia, de un pasado al que se regresa, cuando queda impreso en las fotografías y, entonces, nos damos cuenta que, al igual que esa lata, también estamos oxidados. Malú, otro excelente microrrelato el que nos regala.
ResponderEliminarSaludos.
Querido Beto, tú siempre me regalas excelentes comentarios y yo no puedo estar más agradecida. Vamos a luchar por no oxidarnos ni un día más, ya sea con la ayuda de recuerdos del pasado o con cualquier cosa que nos motive.
EliminarUn beso muy fuerte.
Malu.
Hermoso relato que nos hace sacar a cada uno nuestra caja de recuerdos que, seguro que aunque estén llenos de óxido o polvo, brillan al recuperarlos y limpiarlos.
ResponderEliminarQué razón tienes Crispín, has dado un dato muy importante, que los recuerdos brillan al recuperarlos.
EliminarMuchas gracias por sacar tu caja de recuerdos. Un beso fuerte.
Malu.
Los recuerdos, como capas de una cebolla, todos frescos en nuestra memoria y cuanto más antiguos más cerca del corazón.
ResponderEliminarJóvenes y emotivas, así son de nuevo tus letras.
Un beso, Malu.
Jose, qué bonito, compararlo con las capas de una cebolla y lo más importante, cuanto más antiguos, más cerca del corazón.
EliminarMil gracias Jose, un beso grande.
Malu.
El tiempo, ese tirano cruel e inexorable al que solo podemos hacerle frente con nuestros recuerdos y con la ilusión intacta por la vida. Muy bueno, Malu. Un abrazo.
ResponderEliminarSalvador, qué bueno lo que dices, hacer frente a los recuerdos con la ilusión intacta por la vida. Muchísimas gracias por estas palabras. Te mando un beso fuerte.
EliminarMalu.
Para mí el alma, y también la esencia, de tu precioso relato está en esa caricia sobre la foto. Porque no todos los recuerdos se miran del mismo modo. Algunos de ellos ni tan siquiera podemos contemplarlos detenidamente, porque su sola visión no pellizca el estómago, y los apartamos de inmediato. En el caso de tu protagonista, pienso que en esa vieja foto solo ve esa juventud que dices, fuera de cualquier contexto, por lo que imagino un retrato de estudio en primer plano, de esos que además acentuaban la belleza. Algo que haces tú con cada historia que cuentas, porque no te conformas con plasmar una idea, sino que lo haces de la manera más bella posible.
ResponderEliminarEnhorabuena una vez más, querida Malu, y un beso gordo.
Querido Enrique, como fan tuya que soy, me encanta que me comentes y más todavía con estas palabras tan bonitas que me dejas. Coincido contigo en que hay algunos recuerdos que los apartamos rápidamente porque no somos capaces de enfrentarnos a ellos, ya que aunque sean muy bonitos, nos producen dolor.
EliminarTe doy mil gracias por pasar siempre y te mando otro beso gordo de vuelta.
Malu.
Lo siento Malu no haber podido leer antes tu relato, de todas formas te diré que es genial, desenvolver las páginas del tiempo y en pocas palabras desarrollar un juego que termine en una buena historia y contribuya a mantener tu juventud. Bi creo que cualquier tiempo pasado fuese mejor, lo recordamos con nostalgia, y eso es bueno.
ResponderEliminarComo tu texto.
Saludos de los dos
Querido José María, sé del afecto que me tienes, que me tenéis, y me encanta que me dejes un comentario. A veces sí es cierto aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor".
EliminarDos besos bien grandes para vosotros.
Malu.