Delayed
Tras la puerta aparecen sonrientes, buscando, recibiendo besos y abrazos. Él retrocede unos pasos e intenta reconocerla a distancia. El frío ocupa el vestíbulo vacío y regresa a casa.
Entra cansado y lee, otra vez, aquel papel ajado: "Papá, te quiero, haré lo imposible por estar juntos para tu cumpleaños".
Entra cansado y lee, otra vez, aquel papel ajado: "Papá, te quiero, haré lo imposible por estar juntos para tu cumpleaños".
Creo que la clave de este relato está en el título, «Delayed». Hay cosas que llegan demasiado tarde.
ResponderEliminarBuen micro, José.
Un saludo.
Hay momentos que por mucho que se esperen nunca llegan. Gracias por tu comentario Vicente. Saludos.
EliminarImagino a un anciano solitario y no por gusto, ilusionado con la llegada de una hija a quien va a recibir al aeropuerto, su ánimo acorde con ese vestíbulo frío y vacío cuando todos los pasajeros ya se han fundido con quienes han ido a recibirles, todos menos ella. La ilusión rota en pedazos, la constatación de que no todo sale siempre como se había previsto, que un simple contratiempo puede suponer un mundo desmoronado si la apuesta afectiva había sido muy fuerte.
ResponderEliminarUn abrazo, José
Tu imaginación es tan certera como tus letras. Aunque el texto me ha quedado un tanto críptico, me alegro que hayas sido capaz de interpretarlo.
EliminarUn abrazo, Ángel.
Hay un refrán que dice que nunca es tarde si la dicha es buena, no sé si ese retraso es de horas, días o años ... quiero pensar que ese hijo volverá cuando no sea demasiado tarde.
ResponderEliminarTriste relato pero muy bien escrito Jose, puede sentirse el frío de ese vestíbulo. Un beso fuerte.
Malu.
Espero que el retraso no se haya convertido en desencuentro y al igual que todos los que esperan el calor de un abrazo, al personaje también le llegue ese momento.
EliminarGracias por tu comentario, Malu. Un beso.
Me gusta la fuerza de ese papel ajado que sostiene sin desfallecer el peso de una decepción que se incrementa con los años.
ResponderEliminarUn saludo, Jose
Es como dices como imaginé la historia. Cuando recibió la carta, enviada por su hija desde la otra punta del globo, él esperó que ella llegara en cualquier momento sin avisar. Pero al pasar el tiempo y no volver a tener noticias suyas, se aferró a la literalidad del mensaje y ya solo el día de su cumpleaños visitaba el aeropuerto y a la hora de llegada del vuelo en cuestión, esperaba que ella apareciera entre las caras sonrientes del pasaje.
EliminarUn abrazo, Margarita y gracias por comentar.
Un hijo que no puede estar con su padre quizá, como insinúa el título su vuelo ha sufrido un tan típico retraso. Dejas muchos interrogantes ¿su hijo es un hombre de negocios muy ocupado? ¿Es uno de estos jóvenes que ha tenido que emigrar para tener trabajo? ¿llegará finalmente o habrá sufrido un accidente? ¿El retraso es de avión o de otro tipo? ¿la nota es actual o es de hace mucho y esta nostálgico?
ResponderEliminar(...) Me quedaré un rato más aquí reflexionando con tu relato.
Un saludo ;)
Tienes razón, Raquel, el texto ha quedado abierto a bastantes interpretaciones. Aún así, me gusta la incertidumbre que se pueda crear.
ResponderEliminarTe confieso que la idea surgió observando a un hombre de edad avanzada, que estaba solo, esperando la llegada de los pasajeros de un vuelo transcontinental.
En fin, a veces no sólo vuelan aviones, sino también ideas un tanto descabelladas
Gracias, Raquel. Un abrazo.
¡Claro, ahora lo entiendo! Qué importante es el título para entender tu micro. Te confieso que ninguna de las veces que lo leía lo entendía. Ahora he caído, cuando me he dado cuenta que hablabas de un aeropuerto, y estaba tan claro pero... mea culpa.
ResponderEliminarMuy bueno, Jose, un trabajo magnífico.
Un saludo.
En este caso, el título era la pista para situar la trama en el lugar adecuado. Me alegra que te haya gustado y gracias por tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo, Rosy.
Los grandes micros empiezan por un gran título que forma parte del mismo y, en tu caso, has conseguido esa sinergia que es tan difícil. Enhorabuena Jose.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Si componer un relato de sólo 50 palabras es un reto, deshacer sus nudos y mostrar sus misterios con su título es como abrir un cofre y descubrir el brillo de antiguas joyas a través de una gruesa capa de polvo.
EliminarGracias por pasarte por aquí, Pablo. Un abrazo.
A veces llegar tarde puede ser una ventaja (en este caso hablo por mí). Siempre me han cautivado tus textos, Jose, pero más de una vez los he interpretado erróneamente, cosa que no ha sido nunca por falta de información, sino por mi poca astucia para procesarla. Me ha gustado mucho este "Delayed", y después de descubrir todo su significado, ayudado por vuestros comentarios, aún más. Con un poco de empatía hacia el personaje, resulta tremendamente conmovedor.
ResponderEliminarEnhorabuena y un abrazo.
Los personajes que sufren o que hacen sufrir tienen más aristas y grietas, son más atractivos y por otro lado más fáciles de comprender. Nos cuesta más creer al que afirma que es plenamente feliz.
EliminarGracias por estar siempre ahí, comentando y motivándome para enviar el siguiente relato.
Un abrazo, Enrique.
Qué historia más triste, Jose. Ese papel ajado nos dice que tu protagonista ha ido al encuentro de su hija cada cumpleaños y que en todas las ocasiones el viaje de regreso a casa lo ha tenido que hacer solo. Una maravilla de micro. Un beso.
ResponderEliminarSeguro que su hija sigue teniéndole presente y que en algún momento se pondrá en contacto con él. Así estaba escrito en las siguientes 50 palabras que no he podido enviar por exigencias del guión ;)
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Matrioska. Un beso.
A veces prometemos cosas sin saber que no las podremos llegar a cumplir y nos metemos en un lío. Esperemos que el amor del padre sea más fuerte que la decepción.
ResponderEliminarBuen relato, Jose. Quedo a la espera de ver como se resuelve la historia.
Saludos cordiales
El 'intentar reconocerla a distancia' da una idea del tiempo transcurrido desde la última vez que se vieron, al igual que el papel ajado (por las relecturas) nos transmite la intensidad con que lo desea. Otra expresión magnífica es "el frío ocupa el vestíbulo vacío"... qué inmenso vemos ese vestíbulo con esta descripción.
ResponderEliminarBueno uso del lenguaje para conseguir sensaciones en el lector.
Un saludo Jose.
Carme.