El regalo
Vestido de rayos de sol y la bruma del paisaje estival, apareciste en mi sino agitándolo todo. Sacudiendo mi cuerpo con tus sonrisas nacaradas, meciendo mis palabras con tu corazón rojito y moviendo mis piernas hacia caminos nuevos y deseados. Tú, un regalo lleno de energía, de amor y vida.
La alegría de la vida se encuentra en su simpleza. Los mejores paisajes mentales suceden de la belleza de lo cotidiano, que se perciben de mejor manera con una sonrisa y una buena compañía.
ResponderEliminarComo perfectamente lo expresas en tu relato, el amor es el más grande de los regalos, quizás porque es una bendición tanto para quien lo da como para quien lo recibe.
ResponderEliminarSaludos.
Esther, has escrito un bonito alegato del amor. Yo lo he enfocado como el amor maternal de una madre que acaba de tener un hijo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Ricardo, Vicente y Asun por leerme y darme vuestra opinión. El relato lo escribí tras una despedida de una persona que es un regalo en mi vida ;)
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