Elección precipitada
Elisa, con un marido cada vez menos cariñoso, llena de caricias a su hermoso gato mientras piensa que tiene claro en qué animal desearía reencarnarse. ¿Quién no quiere pasar su mano por ese pelaje tan suave?
Cuando en la calle ve al vecinito del quinto en acción cambia de idea.
Cuando en la calle ve al vecinito del quinto en acción cambia de idea.
Menudo bajón al final, con lo tierno que parecía el micro al principio. Odio a los maltratdores de animales y amo profundamente a los gatos. Y a edades tempranas, ya sabemos que puede ser un indicador de psicopatía y, si le gusta de asesino en serie. Lo que si que esta claro, es que implica un rasgo sádico.
ResponderEliminarAsí que agridulce tu micro, cómo la vida misma.Me ha gustado.
Un saludo
Celebro que te guste.
EliminarSobre el "vecinito" tampoco pensaba en un gran maltrato! (también he tenido gatos :), pero sólo con que persiga al gato para tirarle de la cola, Elisa ve que se equivoca y que no todo el mundo trata igual de bien a los animales.
Gracias Raquel.
Carme.
Una decisión como esta, mientras más pensada, mejor. Si se tiene la oportunidad de transitar por otra vida, ¿por qué no utilizar la experiencia de las anteriores para no tomar, como reza el título de tu historia, una elección precipitada?
ResponderEliminarBuen cincuenta, M. Carme.
Un abrazo.
Creo que Elisa tiene ese pensamiento por desear que las caricias que da a su gato, fueran caricias que ella recibiera (ay, ese marido que se va olvidando de darlas...).
EliminarUn abrazo de vuelta Vicente.
Carme.
Cuanto les cuesta a algunos dar muestras de cariño, cuando hay muchas formas para hacerlo, un detalle, una sonrisa, también son caricias. La carencia de ellas no trae nada bueno.
ResponderEliminarUn abrazo, Carme
Ya llevas razón Ángel, pobre Elisa, hasta gato quiere ser.
EliminarNosotros estamos de suerte porque en 50 palabras de cariño hay mucho :-)
Gracias y otro abrazo para ti.
Carme.
Hay que tener cuidado con lo que se desea porque muchas veces vemos la realidad desde solo una perspectiva. El gato de tu protagonista tiene una buena y cariñosa compañera, pero no todos la tienen. Una salida muy buena la del vecinito, M. Carme. Un saludo.
ResponderEliminarCierto es que las cosas a veces no son como las imaginamos o como querríamos que fueran.
EliminarGracias Matrioska por tu comentario.
Saludos!
Carme.
¡Menudo giro le has dado al relato, Carme! No me lo esperaba para nada, Te felicito. Muy buen micro. Un saludo
ResponderEliminarMe alegro de causar sorpresa al final :-)
EliminarMuchas gracias!
Carme.
Con la ayuda de un gato y de un niño travieso has narrado el conflicto interno que tiene la protagonista de dejar a su marido, sin tan siquiera mencionarlo.
ResponderEliminarMuy bien, Carme.
Petons.
No sé hasta qué punto ella se ha dado cuenta... Pero si está pensando en convertirse en gato, haría mejor en cambiar de marido. Muy buen apuntado Notincgas!
EliminarBesos de vuelta.
Carme.