Havoc
Año 2116. Operación Apolo XXX.
La nave toma tierra en el desierto de Gobi. Los selenitas inspeccionan el terreno, investigan si existe vida alrededor. Silencio total, tormentas de polvo. Al fondo, un cartel: Se traspasa. Razón en Marte. Preguntar por el último superviviente, el que huyó de esta tremenda barbarie.
La nave toma tierra en el desierto de Gobi. Los selenitas inspeccionan el terreno, investigan si existe vida alrededor. Silencio total, tormentas de polvo. Al fondo, un cartel: Se traspasa. Razón en Marte. Preguntar por el último superviviente, el que huyó de esta tremenda barbarie.
Al menos los extraterrestres no tendrán que investigar si alguna vez hubo agua para determinar que un día existió vida en ese planeta. Pero que tengan cuidado con el último superviviente en Marte de esa raza belicosa, es fácil que les reciba a golpes de rayo láser.
ResponderEliminarTratas con comicidad un posible futuro trágico, que por las trazas de lo que vemos a diario, es tristemente posible.
Un saludo, Soledad
El tono, lo que más me gusta es el tono de tu relato. Un acierto.
ResponderEliminarSaludos.
Esperemos que no esté demasiado cerca este caos que tan bien describes. No sé yo si los selenitas estarán por hacerse con el traspaso de ese desierto chino. Muy imaginativo y con aires proféticos. Saludos, Soledad.
ResponderEliminarCoincido con Paloma en que la atmósfera que has creado es un acierto. 50 palabras cegadas por el polvo que intentan mantener el equilibrio en la inmensidad de la nada.
ResponderEliminarUn saludo, Soledad
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Se me da fatal comentar por aquí, pero quiero que sepáis que os leo. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarMiedo me da imaginar quien es ese ultimo superviviente. Se me ocurren algunos nombres, pero ninguno es de fiar.
ResponderEliminarMuy buen micro.
Tu relato me ha recordado una de las escenas que más me ha impresionado de la historia del cine: el final del Planeta de los Simios (la antigua, las demás ni las he visto) en la que aparece la estatua de la libertad en la orilla de una playa.
ResponderEliminarTu micro tiene esa imagen de caos y, además, algo muy difícil: un toque de humor.
Me ha gustado bastante.
Un beso, Soledad.
Pablo
A ese cartel de venta le faltaba lo de "Saldo. Precio tirado".
ResponderEliminarVa mi me gusta para este relato apocalíptico que no deja de lado cierto tono burlón.
Muchos saludos, Soledad, y enhorabuena.
O sea, ¿qué dentro de ciento un años estamos así? Qué pereza tener que subir a Marte a pagar el traspaso ...
ResponderEliminarMe encanta el tono con el que lo has tratado, Soledad.
Un beso.
Malu.