Huellas
Había permanecido inalterable contra los rigores del paso del tiempo, tras haber surgido de la nada e intentado ser diferente. La realidad fue encontrarse con la indiferencia ajena. Lo descubrió demasiado tarde como sus antepasados, que no dejaron traza alguna para seguir sus pasos. Al menos supo desaparecer como ellos.
La trascendencia, las huellas que se dejan y la indiferencia, son factores que muchas veces afectan a todo una etnia, casta o familia. En este caso las letras no nos dejan indiferentes y se acoplan a diversas situaciones, cobrando mucha vida.
ResponderEliminarSaludos Antonio.
Gracias por tu comentario Ricardo. Es que afectan al mundo entero. Antonio
EliminarFrecuentemente, a los innovadores se les tilda de locos y el olvido los entierra, hasta que son rescatados por aquellos que logran comprender el lenguaje de su «locura». El caso que nos expones es aún más drástico, ya que en él se involucra a una estirpe de mensajeros que son ignorados a lo largo del tiempo. Triste destino el del abandono.
ResponderEliminarEstupendo relato, Antonio.
Abrazos.
Gracias por tu comentario, lo agradezco sinceramente. Vivimos en un mundo en el que nosotros mismos nos sacrificamos y nos olvidamos de lo que realmente importa es existir y hacerlo notar. Saludos, Antonio
EliminarTus huellas, Antonio, seguro que serán indelebles en este rincón literario. Espléndido relato el tuyo que a mí, por ejemplo, no me ha dejado ni una pizca de indiferencia. Así que va mi me gusta y mi enhorabuena por tu historia.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Muchas gracias por tu estupendo comentario; me encanta que te haya gustado, no lo voy a negar. Eso si, dejemos nuestras huellas, como la tuya con este comentario. De nuevo gracias. Saludos, Antonio
EliminarEse paso del tiempo que también hace desaparecer las huellas... Me gustó tu propuesta.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Paloma por tu comentario y más viniendo de ti. Saludos, Antonio
EliminarA la gente diferente se les tilda de raros o locos cuando realmente son brillantes, como tu relato.
ResponderEliminarUn saludo, Antonio.
Pablo
Raro y loco, estoy de acuerdo. Gracias sinceras por tu comentario. Antonio
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