Mala leche
Ver el cuerpo del niño sirio flotando en la orilla, mientras saboreaban su café matutino, escandalizó a los europarlamentarios. Sabían que más allá de sus ministerios había miles de víctimas como Aylan. Juraron que no volverían a pasar aquel mal trago: dejaron de leer las noticias con el estómago vacío.
Muy bueno, Stbn. Sólo un pero... que no es un cuento, es real realidad. Me duelen las manos de aplaudir a alguien que hoy ha llamado basura a los europarlamentarios, en su cara y tu relato es otro bofetón. Y aquí nos quedamos todos sin hacer otra cosa que mirar y leer.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Qué poco tardaron en rasgarse las vestiduras cuando se publicó la foto, pero menos han tardado en dar un paso atrás y mirar para otro lado.
ResponderEliminarUn beso y gracias por tu micro, Stbn.
Relato real, y, como ya han dicho antes, qué poco han tardado en olvidar aquella terrible imagen de la orilla.
ResponderEliminarSí hubiera un libro que se llamará "¿Para qué sirve un eurodiputado?", constaría de pastas y una página en blanco. Más o menos el mismo contenido de " ¿Para qué sirve un senador? "
Muy bueno Stbn.
Un saludo.
Pablo
Llamara se me coló con un acento. Cosas del autocorrector.
EliminarLo peor es la realidad del relato.
ResponderEliminarA veces no lo parece, pero los políticos también son humanos, seguro que al ver esas imágenes se conmovieron como el resto del mundo. El problema es que, pasada esa conmoción, se olvidaron de que tenían y tienen en sus manos, en representación de todos, poder y autoridad para arreglar problemas, una prioridad que deja de serlo cuando sólo están ocupados en perpetuarse.
ResponderEliminarEntendemos que puedan cometer errores, queremos suponer que no todos son iguales, pero las dos palabras del título de tu relato definen perfectamente lo que muchos ciudadanos sienten hacia quienes deberían hacer y no hacen.
Un abrazo, Esteban
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Sois muy amables.
ResponderEliminarBesos y abrazos para todos
Stbn
Cincuenta palabras de una sola frase 'mirar para otro lado'.
ResponderEliminarMe gusta tu ingeniosa forma de narrar y lo bien que has elegido el título.
Hemos coincidido en temática este mes, Stbn.
ResponderEliminarEl tuyo es contundente e hiriente desde el título, y como no podía ser de otra manera tratándose de mala leche, la situación que retratas provoca mal de estómago.
Felicidades.
Duro tema, dura realidad. Los europarlamentarios deberían hacer algo más que leer las noticias: crearlas.
ResponderEliminarBien contado.
Saludos.
Carme.
Mientras eso pase a miles de kilómetros, qué más da.
ResponderEliminarCuánta hipocresía almacenamos todos.
Muy bueno