Ni Dolores ni Angustias
Soy una afortunada. Nací en una clínica privada de monjas. Esa tarde la monja mala tenía ginecólogo. Me libré de ser entregada a otra familia, gracias a Dios...
La que me ha tocado es rara. Pero al menos no me pusieron un nombre con el que sufres toda la vida.
La que me ha tocado es rara. Pero al menos no me pusieron un nombre con el que sufres toda la vida.
Está muy bien tu micro y me ha encantado el título. Me ha recordado a una novela de Torrente Ballester que se llama "Filomeno a mí pesar". Hay nombres que te persiguen toda la vida.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo
Desde luego que hay gente con suerte. Nada como una actitud positiva ante la vida, por muy puñetera que esta pueda llegar a ser.
ResponderEliminarUn abrazo, María.