Reina por amor
El soldado mira atrás, esperando la señal de su rey. La dama observa el gesto, indiferente.
Por él atraviesa trincheras, derriba castillos, esquiva caballos y burla mariscales. No descansa hasta conseguir el objetivo y regresar a su lado para mostrarle, triunfante, su nueva corona.
Reinarán juntos mientras dure la partida.
Por él atraviesa trincheras, derriba castillos, esquiva caballos y burla mariscales. No descansa hasta conseguir el objetivo y regresar a su lado para mostrarle, triunfante, su nueva corona.
Reinarán juntos mientras dure la partida.
Como siempre (y no es sorpresa) con un estilo impecable nos metes en una partida de ajedrez que se desvela, justo cuando debe ser, al final. ¡Qué bien le has cogido el pulso a cincuenta palabras! Enhorabuena por otra joya.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo
Gracias, Pablo. Tu también, como siempre, tan amable y puntual con tu comentario.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado la historia de este peón transexual que tanto ha tenido que luchar para conseguir su corona.
Un beso.
Bien, no esperaba el final y me ha sorprendido. Y encima soy un aficcionado al ajedrez (mal jugador). Te felicito.
ResponderEliminarMuchas gracias, Nicolás. Ahora cuando juegues y tengas la suerte de coronar a un peón te acordarás del micro.
EliminarUn saludo.
Qué fortaleza tan tierna desprende tu peón, Asun. Y es que por amor somos capaces de jugárnoslo todo.
ResponderEliminarPuedo ver el rostro altivo de la dama, pero ¿y el rey?, ¿está enamorado?, ¿y de quién? Ay, tienes que contarnos cómo termina esta partida de tres.
Pongo el reloj, mueves tú.
Un beso
Tú si que derrochas ternura, en tus micros y en tus comentarios.
EliminarEl rey está enamorado, por supuesto de su "peón-soldado", pero se siente atado a la reina "oficial" por los lazos de un matrimonio de conveniencia por eso de las uniones de las casas reales, pero nunca la quiso. Ella es demasiado orgullosa y le importan tanto las cuestiones de estado y de honor que no creo que acepte de buen grado a la nueva reina.
En este tablero van a saltar chispas, porque el nuevo amor del rey no va a dejarse pisotear, con todo lo que ha pasado ya es capaz de entregarla en bandeja de plata al ejército enemigo.
Un beso.
Los peones son importantes por sí mismos, pero nadie como ellos para demostrar que, con perseverancia, todo es posible, hasta convertirse en reinas. Me encanta el ajedrez en todas sus facetas, da mucho juego, y me gusta tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo, Asun
Tienes toda la razón, Angel. Te confieso que este micro me lo inspiró una partida que jugué este verano y en la que, contra todo pronóstico uno de mis peones llegó al otro lado del tablero.
EliminarUn beso y gracias por tu comentario.
Sublime prosopopeya ajedrecística, Asun. Casi te imaginó moviendo las piezas, decidiendo entre los posibles escaques y luego sonriendo por la cosecha de tu valiente peón. ¿Quién ganará la partida?
ResponderEliminarDerivado de mi afición a las matemáticas, me encanta el ajedrez, aunque mi nivel de juego sea apenas básico.
Estupendo relato.
Un abrazo.
Vicente
Sublime es tu comentario, Vicente, y muy generoso con mi humilde peón.
EliminarY seguro que eres un rival de altura, si es que juegas al ajedrez la mitad de bien que escribes micros.
Un abrazo.
¡Cuánta imaginación, Asun! Tu peón reina demuestra que el amor nos inyecta fuerzas para enfrentar las dificultades más arduas y llegar hasta donde deseamos.
ResponderEliminarUn beso.
Es verdad, Sandra, el amor es más poderoso que el miedo al fracaso y da fuerzas para conseguir lo que parece inalcanzable.
EliminarGracias y otro beso de vuelta para ti.
Una lucha valerosa la del insignificante peón, que termina culminando hasta lo más alto y consiguiendo así el honor y el amor regio. Magnífico relato, Asun, que nos has dejado de nuevo sobre el tablero.
ResponderEliminarUn abrazo.
El peón es valeroso, pero no más que el bebé que nos has presentado este mes cruzando toda la casa, sorteando obstáculos, para alcanzar su preciado chupete que se había quedado en el sofá.
EliminarUn abrazo.
Lo que al principio parece una lealtad incondicional (si ignoramos el gesto de la reina) acaba resultando ser un amor a prueba de bombas. Muy valiente este (con tu permiso) peón "drag queen" y muy complejo el conflicto sentimental que planteas, si bien, como apuntas, tiene fecha de caducidad. Estupendo relato en definitiva, Asun, por un montón de razones, entre las que destacaría su originalidad y su perfecta ejecución. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
La valentía del peón surge de la certeza de que solo consiguiendo igualar en nobleza a su rival, podrá competir con ella por el amor de su rey. Aunque se conocen desde la adolescencia (cuando ambos estuvieron en la academia militar) y desde entonces no se han separado, no era fácil vencer las
Eliminardiferencias de estratos sociales. Aunque como dices, ese amor tiene fecha de caducidad, el peón ya ha aprendido el camino para llegar a la victoria. Quien sabe, quizás en otras partidas vuelva a repetir su hazaña.
Un beso.
¡Ay, qué no haríamos por el ser amado!. Original apuesta, Asun.
ResponderEliminarUn abrazo
El amor mueve montañas, Rosy.
EliminarUn abrazo.
Reinarán en esa fugaz partida, pero ese esfuerzo bien merece una vida de amor. Originalísimo relato que nos demuestra que en el amor no hay barreras ni límites de ningún tipo. Un abrazo, Asun.
ResponderEliminarReinarán juntos en esta partida, y quizá también en otras que aún están por empezar.
EliminarUn abrazo.
Que estilo tienes Asun, me ha encantado. Un saludo enorme.
ResponderEliminarGracias, Geyna. Pero para estilo el tuyo, construyendo esa escalera tan grande que llega hasta el cielo para encontrarte con un ser querido. Está visto que el amor, sea del tipo que sea, lo puede todo.
EliminarUn abrazo.
Dicen que el amor es ciego para no ver los obstáculos, pero que tiene alas para poder salvarlos. He aquí pues a nuestro peón alado, que por amor se torna dama.
ResponderEliminarBien contado
Un justo premio a su tesón por conseguir la felicidad junto a su amado rey.
EliminarGracias por comentar.
Un saludo.
Bella historia de amor. El peón abandera el color de su rey y vuelve a él victorioso y transformado. Seguro que le recibe con los brazos abiertos después de haber perdido a su anterior reina. Las reinas en el ajedrez son valientes y atrevidas, protegiendo siempre al limitado pero imprescindible rey.
ResponderEliminarDerroche de ritmo e imaginación, me ha gustado mucho tu relato.
Saludos, Asun.
Tan cierto como la vida misma lo que comentas. Las reinas son el alma del tablero, y en esta partida tenemos dos, la anterior sigue aún ahí, aunque relegada ahora a un segundo plano en el corazón del rey.
ResponderEliminarMuchas gracias por pararte a leer y comentar, Jose.
Un saludo.
El juego de ajedrez y el juego de letras que coronan en cincuenta palabras el esfuerzo y la dedicación tanto del escritor como del peón.
ResponderEliminarMuy bien por el relato.
Muchas gracias, Ricardo.
EliminarUn saludo.
Una promoción del peón magníficamente relatada.
ResponderEliminarFelicidades por tu micro,
Gracias, Raquel.
EliminarSaludos.
Bella historia de fidelidad y celos, de valentía y entrega de ese peón por su rey y de gélida desafección de una reina que ve cómo ese insignificante soldado le roba momentáneamente la regia atención. Pero en ajedrez un peón no es más que seo, un simple peón al que se utiliza para fines mayores, como me temo haya hecho con él su amado rey.
ResponderEliminarUna historia de estrategia y jerarquía, como el marco en el que se desarrolla. Una historia compleja resuelta con la maestría de una gran jugadora de palabras.
Un gran relato, Asun, con un jaque mate a la mediocridad.
Enhorabuena. Un abrazo
El peón se acaba de quitar la corona y te ha hecho una reverencia ante tu magnífico análisis de la jugada.
EliminarGracias, Antonio.
Un beso.
¡Ay, Asun, si va a ser verdad que el amor todo lo puede! Si no, que se lo digan a ese peón que se ha ganado el reinado en el corazón de su rey. Me ha gustado mucho por lo bien narrado que está y por su originalidad. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias por leer y comentar, Matrioska.
ResponderEliminarUn beso.
No sé que me gusta más, si el relato o las historias derivadas que estás contando a los compañeros. jejeje! la verdad es que muchas veces a mí también me dan ganas de seguir la historia de muchos de relatos que se publican.
ResponderEliminar"Mancantao" Muy bueno
Besos Asun.
Tienes razón, Isidro. A mí también me pasa, hay micros que te estimulan la imaginación, y añades un desenlace de tu propia cosecha.
EliminarMuchas gracias por comentar.
Un beso.
Asun me ha encantado tu relato, me gusta el ajedrez, pero desde hoy veré a los peones con más cariño. Como el que el siente por su Rey, bueno más que cariño amor, por amor es capaz de arriesgar su vida.
ResponderEliminarFelicidades me ha gustado mucho. Un beso Asun.
Gracias, Javier.
EliminarUn beso de vuelta para ti.
Asun, como no tengo ni idea de ajedrez nada puedo opinar de estrategia, pero siempre se valorar una preciosa historia de amor. Me encanta el enfoque que le has dado, rompiendo las convenciones sociales y sacando al Rey del armario. Y ese peón enamorado, me encanta su valor y amor incondicional. Me ha encantado. Enhorabuena Asun. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus elogios, Pilar. Se los transmitiré a la pareja protagonista de este amor que vence todos los obstáculos que se encuentra en el camino.
EliminarUn beso.
Si lo que no se haga por amor...
ResponderEliminarVa mi me gusta, Asun, porque ese peón que quiso, y consiguió, ser reina es un claro ejemplo de que por amor se consigue todo. A mí me ha llegado tu historia y por lo que veo no he sido al único.
Un beso.
Gracias, Jose Antonio. Estoy muy agradecida a todos los que habéis comentado este micro, y feliz de que os haya llegado el mensaje que quería transmitir con él.
EliminarUn beso.
Excelente Asun, me ha gustado tu relato. Me sorprende la cantidad de buenos relatos que salen basado en el ajedrez, creo que de por si merecen una antología aparte.
ResponderEliminarFelicitaciones y un enorme saludo.
Muchas gracias, Jean. Sí, estaría bien hacer una antología monográfica, cada mes un tema diferente. Sería un ejercicio interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.