Salvaje galope
Apuró su helada copa y aspiró la última calada de su cigarrillo aplastándolo con la punta de su bota de cowboy. Echó una última mirada a su amazona y comenzó a limpiarse, de manera pausada y meticulosa, la sangre de las espuelas que con tanto placer habían cabalgado sobre ella.
Uauu! ¡Qué fuerte! Esta es la cara opuesta a tus dulces poemas. No obstante forman parte de la misma moneda que tiene "un qué sé yo, que parece un no sé qué" A veces le llamamos erotismo.
ResponderEliminarMe encanta tu relato.
Va mi me gusta y mi abrazo.
Gracias Isidro. No solo de poesía vive el hombre, ni de dulzura... Si hay que dar un giro en tus letras ahí voy yo, jajajaja... Una moneda de dos caras y un comentario que me encanta. Gracias dobles o triples, estoy generosa ;) Un abrazo al que le acompaña un beso.
EliminarBuenísimo y potente, toda una escena evocadora y que no deja indiferente. Eres una maestra de las letras en cualquier género que abordes. Me quito el sombrero, tocaya. Un gran placer leerte!
ResponderEliminarSiempre aprendiz de todo bella Belén. Y yo te pongo una pamela y te dejo besos hasta el infinito. Gracias de veras por estar siempre ahí.
EliminarGran relato, Mª belén. De los que tiene mucha miga. De los que sorprende. Una escena fuerte contada con la maestría a la que nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarUn beso.
Pablo
Gracias Pablo. Es cierto que la escena es fuerte y contada desde la humildad, la maestría está en tu comentario, lo demás son letras,50 no más. Besada quedo y te devuelvo el beso.
EliminarImpactante final. Un placer leerte.
ResponderEliminarSiempre dicen que has de enganchar con una primera frase y luego continuar. Los finales tienen ese espacio abierto para la imaginación del lector. Cuantas más historias crees en ese final, más vale el relato. Gracias Fran Poeta de mundo.
EliminarCon qué tranquilidad este horripilante personaje, con empaque de cawboy, parece tomarse la vida, como si su brutalidad fuera ya algo natural y cotidiano para él. Buena idea al encuadrar la acción en el Lejano Oeste; esas espuelas son la metáfora más gráfica del tormento.
ResponderEliminarUn abrazo, Mª Belén
Fría tranquilidad tras un horrible galope. Un personaje calculador y siniestro. Las metáforas son la salsa de las letras y tú sabes encontrarlas y apreciarlas. Gracias Mª Jesús. Besos.
EliminarUn relato que te obliga a releerlo porque no te crees que sea correcto lo que has entendido; luego resulta que sí. Es lo que tienen los relatos geniales.
ResponderEliminarUn beso, Mª Belén.
Gracias Rafa por tan grande comentario. Cuando se relee un relato es porque has conseguido captar la atención del lector y necesita zambullirse en él y sentir lo que se ha querido expresar. Tú eres un genio siempre en lo que escribes y que sepas que siempre te releo. Dos besos.
EliminarPara mí, se trata de una interesante y efectiva metáfora del machismo.
ResponderEliminarExcelente, Mª Belén.
¡Saludos!
Que acertado comentario Vicente. Gracias por ello. El machismo ese tema infinito que cada día se convierte en algo más finito. Abrazos.
EliminarLo de la sangre de las espuelas, unido al placer de cabalgar, ya nos ofrecen una imagen lo suficientemente elocuente para descubrir qué personaje tenemos delante.
ResponderEliminarImpactante relato. Coincido con Vicente Vars en lo del machismo (copa y cigarro, bota de "cowboy", suficiencia y altanería...).
Va mi me gusta, Belén, y con ello mi enhorabuena por un microrrelato tan bueno.
Muchísimas gracias José Antonio. Una imagen que tildaría de macabra y espeluznante. Un personaje frío y depravado. Cabalgar puede ser algo más sentido y él lo convierte en un placer desmedido. Un abrazo grande.
EliminarTremendo relato, de los que te dejan un amargor en la boca. Has sabido trasmitir el horror de la violencia de género con esa escena que para él ha sido placentera, pero dudo que su compañera piense lo mismo, si es que aún sigue con vida.
ResponderEliminarUn abrazo, Belén.
Cierto Asun, para él es un placentero cabalgar, para ella todo dolor y muerte. La violencia, el machismo... Una lacra por la que hay que luchar todavía en pleno siglo XXI. Abrazos y besos. Gracias. :)
EliminarPlacer y sadismo, dos vocablos con los que tu protagonista se siente a gusto.
ResponderEliminarBuena apuesta Mª Belén, diferente a lo que nos tienes acostumbrados.
Un abrazo.
Gracias Rosy. Las letras son caprichosas y juegan en tu mente, no todo es dulzura en la vida por mucho que me empeñe en que lo sean, la realidad es otra y a veces me gusta plasmar ese sentimiento contrario. Abrazos y besos.
EliminarEsto de llegar de forma tardía tiene como consecuencia que ya está casi todo dicho, pero no puedo por menos que aportar un granito a este interesante relato. Como ha comentado Isidro, parece que contrasta con tu estilo poético, pero eso es lo que nos parece a nosotros, no a tu protagonista, para él, su acción depravada, igual que encender un cigarrillo, es pura poesía, parte de esa naturalidad de la que habla María Jesús, con ese halo machista al que se refieren Vicente y José Antonio, que va más allá, hasta la injustificable violencia de género a la que alude Asun. Totalmente de acuerdo con Belén, Pablo, Fran, Rafa y Rosy, tus palabras, todas ellas, vienen acompañadas por un algo más indefinible que las hace únicas, yo no me las pierdo.
ResponderEliminarUn abrazo, Maria Belén
Más que un granito has traído la playa entera a mi 50. generoso y encantador siempre. Tus comentarios son expresados siempre desde el cariño y el buen leer en ellos para sacarles todo su significado y su jugo, ya no solo en los míos si no en todos aquellos que te leo a los compañeros.
EliminarEres grande en tus letras y más en tu persona, un gusto leerte siempre en aquello que escribes. Gracias Ángel. Besos y más besos.
Vaya, vaya con el cowboy. Aunque bien mirado, también podría ser cowgirl, porque esa "ella" final lo admitiría.
ResponderEliminarPero más allá del género, Mª Belén, aplaudo tu iniciativa de traer el erotismo hard a cincuentapalabras.
Besos.
jajajjaj.. soy la primera que trae algo erótico a 50, que vergüenza.
EliminarQuería cambiar el registro y escribir algo que difiere de lo que acostumbro a escribir.
Gracias Notincgas. un beso.
Impactante escena M. Belén, y es que con sangre por medio... mal rollo.
ResponderEliminarUn beso.
Carme.
Una escena entre violencia, pasión desmedida y frialdad. Desde luego donde brota sangre muy buen rollo no hay.
EliminarGracias M.Carme, un beso para suavizar tal imagen.
Un micro duro e impactante que deja una fuerte sensación de desasosiego. Has sabido imprimir a la perfección esa frialdad, prepotencia y desprecio con la que algunos hombres tratan a las mujeres. Muy bien narrado, Mª Belén, felicidades. Un beso.
ResponderEliminarGracias Matrioska, esa era la idea y me alegra saber que lo he logrado. Plasmar la frialdad y el desprecio de algunos impresentables que se crecen por creerse alguien.
EliminarUn beso grande.
Y te sobran palabras!!!
ResponderEliminarduro, como sabes y te han dicho
Duro, cruel y frío como su protagonista. Con un adjetivo superlativo hacia este individuo sobrarían el resto de las 49 palabras.
EliminarGracias. Un beso grande bella Luisa.
Belén, iba a decir que era una micro muy peliculero, por eso del western y tal, pero mi gozo en un pozo. Es un micro que juega con los géneros y pasa de la aventura, al amor, al sexo y, al terror con ese final tan impactante.
ResponderEliminar¡Suerte con la resolución del jurado!
Tiene de todo un poco como en botica, jajaja... Gracias Nicolás. Cabalgar a veces se debería quedar en ese lejano Oeste.
EliminarUn beso y un abrazo grande.
Magnífico Belén. Deja un pellizco ese final de dolor tremendo. Enhorabuena!!! Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen. Lo que podría haber sido una noche de aventura se transforma en la más terrible de los encuentros casuales y amorosos.
EliminarUn abrazo guapa.
Lo leo, y lo vuelvo a leer, y otra vez, y otra. Y es que, a pesar de su crudeza, hay tanta belleza en tus palabras, Belén, que no lo puedo evitar.
ResponderEliminar¡Me encanta!
Un beso
Eres un encanto de persona, de escritora y de lectora. Gracias Margarita, Tus palabras si que son siempre bellas.
Eliminarla crudeza a veces es mejor disfrazarla un poquito para darle un sentido menos agresivo, pero estar está en el fondo del 50.
Un beso Bombón.
Deseo que alguno de esos justicieros que suelen recorrer esas polvorientas tierras, lo haya observado todo y le eche el lazo. Ya ves que tus crueles pero certeras palabras me han dejado con ganas de venganza. Muy bueno, Mª Belén. Saludos
ResponderEliminarEso es Juana un valiente de verdad que le eche el lazo y acabe con este cobarde maltratador. la venganza está servida ;)
EliminarGracias preciosa.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMaría Belén, este es otro de sus relatos en el que revela a la poeta y el dominio que tiene de las metáforas. En esta dura historia yo descubro a un frio violador, que se regodea, mientras observa a su víctima, después del depravado acto. Dejo un me gusta y mis saludos.
EliminarGracias Beto por tus encantadoras palabras. Has captado a la perfección la esencia del relato. Un cobarde y frío despojo que se jacta de su crimen.
EliminarUn abrazo grande y un saludo cariñoso.