Siluetas
Nunca me sentí capaz de alcanzar tanta belleza. Me gustaba observarlos desde lejos cuando batían las alas y parecían rayar el sol. Solía pensar que eran ellos quienes nos hacían sombra, hasta que un día pude ver a uno de ellos de cerca, alimentándose de otros que ya habían caído.
Me ha gustado mucho tu relato, Xiomara. Buen contado y con una profunda reflexión sobre lo relativo de la belleza y en general de todo aquello lo que percibimos. Las cosas no son bellas por que lo sean, sino por que las vemos así. Hay quien ve belleza en una corrida de toros y otros vemos tortura y muerte.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu estupendo estreno.
Un saludo
Hay cosas que solo pueden ser bellas desde la distancia. Cuando prestamos un poco de atención, decepcionan.
EliminarMuchas gracias por tu comentario y, ya que lo mencionas, ¡también por ser de los que ven tortura y muerte en una corrida de toros!
Dejas pensando, y conseguirlo con 50 palabras es complicado.
ResponderEliminarSaludos.
¡A mí lo que me parece realmente complicado es resolverlo todo con tan solo cincuenta palabras!
EliminarGracias por tu comentario. ¡Se agradece la acogida!
Esta es una pieza que encaja en varias posibilidades que le da el el lector, y quien podría también a acoplarse a varias historias ( de ángeles, de vampiros, de aves carroñeras, y muchas más).
ResponderEliminarNos haces ejercitar a nuestra mente, eso es bueno.
Es maravilloso que alguien pueda darle tantas interpretaciones a un mismo relato. La metáfora que yo he elegido es con aves carroñeras, pero me encanta saber que se puede leer de otra forma.
Eliminar¡Gracias por la bienvenida!
Buena tarjeta de presentación, Xiomara. Un relato para la reflexión y para la interpretación (diferente, según quien lea). Bienvenida a este grupo y nos seguiremos leyendo.
ResponderEliminarVa mi me gusta y un saludo cordial.
Me alegra leer que he conseguido hacer reflexionar con mi relato.
Eliminar¡Muchas gracias, José Antonio! Nos vemos por aquí.
La última historia que escuché tuya fue la de una mujer que ganó la lotería por un golpe de ¨mala suerte¨, realmente ya apuntabas maneras pero... ¿en qué momento te hiciste tan grande?.
ResponderEliminarEstoy orgullosa de ti.
Siempre estás en todo.
EliminarYo también estoy orgullosa de ti.
Yo prefiero quedarme con una lectura inquietante, de arranque de historia siniestra y apocalíptica, con un toque ingenuo y tierno, a la vez.
ResponderEliminarAhí es ná.
Fascinante, nueva amiga.
¡Sí que os ha parecido siniestro! No era mi intención cuando lo escribí.
EliminarMuchas gracias, Patricia.
El vuelo de los buitres es hermoso, la parsimonia con que trazan círculos en el cielo, vigilantes de un mundo a punto de desaparecer. Coincido con Antonio B. en que, como suele decirse, «La belleza está en el ojo del espectador».
ResponderEliminarMuy bonito también es tu relato, Xiomara, espero leerte con frecuencia por acá.
Saludos.
Vicente
¡Igual de hermoso que inquietante!
EliminarMuchas gracias, Vicente. ¡Nos leemos por aquí!
Un ave carroñera en plena acción de alimentarse del cadáver de otro animal suscita en nosotros cierta repulsión, por muy natural que sea. Lo curioso es el contraste que se produce cuando contemplamos cómo estas mismas criaturas aladas planean sobre un acantilado con un derroche de elegancia. Es el mismo animal, pero su silueta parece diferente.
ResponderEliminarDe tu relato podría deducirse que nada ni nadie merecen una adhesión absoluta o un rechazo total, que los ojos no deben conformarse con lo primero que ven, que la visión ha de ser sosegada y amplia. Un buen relato en el que conviven diversas realidades.
Un saludo y bienvenida
Lo cierto es que el relato me lo ha regalado entero el ave carroñera. Hay que prestar mucha atención a las metáforas que nos brinda la naturaleza.
Eliminar¡Muchas gracias por la acogida!
Es el ciclo de la vida. La naturaleza es inmensamente bella y poderosamente cruel. Y nosotros, los humanos, también.
ResponderEliminarXiomara, bienvenida a esta gran familia. Espero no perder de vista tu silueta.
Un beso
Nosotros somos un mero reflejo de la naturaleza. También seguimos un ciclo, por muy superiores que nos creamos.
Eliminar¡Muchas gracias por la acogida, Margarita! Nos leemos por aquí.
Un beso.
Tu micro me sugiere que tendemos a idealizar las cosas cuando las vemos desde la distancia, pero cuando las tenemos cerca la perspectiva cambia, y no siempre a mejor. Me ha gustado tu estreno, Xiomara. Un saludo.
ResponderEliminar¡Exacto! ¡Y siempre caemos en la trampa!
EliminarMuchas gracias, Matrioska.
Todo se lee tan bonito al principio... hasta la frase final, que nos trae la realidad y se lleva esa belleza idílica. De cerca hay cosas que cambian (afortunadamente algunas a mejor).
ResponderEliminarBienvenida Xiomara.
Carme.
Ojalá todas las cosas cambiasen a mejor. Nos ahorraríamos decepciones.
EliminarMuchas gracias, Carme.
Gran metáfora tomando esos buitres que planean bellamente esperando tu muerte. De cerca, cuando ves sus intenciones, la belleza se convierte en miedo y asco.
ResponderEliminar<me ha venido la imagen de más de una película del oeste o de aventuras en el desierto.
Muy bien contada.
Saludos.
Pablo
¡Y la de veces que nos pasa esto, sin tener que acercarnos al oeste o al desierto!
EliminarGracias, Pablo.
No todo es lo que parece. Yo creo que tu relato trasciende el mundo animal, pudiéndose aplicar a los seres humanos (no sé si merecen llamarse así) que brillan en la distancia paro cuando te acercas más descubres sus verdaderas intenciones.
ResponderEliminarBienvenida, Xiomara, estoy segura de que este es el principio de una larga serie de micros en 50 tan buenos como este.
Un saludo.
Trasciende el mundo animal. O tal vez nosotros seamos muy animales.
EliminarGracias por la bienvenida, Asun.
Tu escribes y nosotros reflexionamos. Un buen ejercicio el que propones con tu relato.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Crispín! ¡Me halaga mucho eso de que he conseguido hacer reflexionar!
EliminarMe atrevo a sacar una moraleja: que no es oro todo lo que reluce. A veces nos dejamos deslumbrar por las apariencias, hasta que observas de cerca y descubres el lado oscuro de las cosas (personas, sucesos...).
ResponderEliminarBravo, Xiomara, magnífica reflexión.
Un saludo y bienvenida.
¡Buen resumen en una sola frase!
Eliminar¡Gracias por la bienvenida!
Imposible no pensar en la cueva de Platón.
ResponderEliminarMuy interesante tu micro para reflexionar.
A veces idolatras a gente, y luego cuando conoces más profundamente a tus ídolos se caen cómo castillos de naipes. Por ese mismo motivo cuando me gusta mucho un artista (director de cine, escritor, actor, músico etc) intento no conocer mucho de su vida o forma de pensar, ideología etc. Por si se me viene abajo.
Un saludo,
Interesante lo que cuentas. Pero a mí me gusta saber más sobre mis ídolos porque cuando empatizo con ellos tiendo a valorarlos más.
Eliminar¡Muchas gracias por la acogida, Raquel!
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