Chacha
A mitad de campaña electoral, llamaron al timbre y la sorpresa fue mayúscula al encontrarme con el presidente del gobierno. "Buenos días, Maribel. Vengo a ayudarte". Desde entonces, me echa una mano con la casa, mientras intenta convencerme de sus bondades, pero aún debe lavar mucha ropa sucia para votarle.
Nicolás: creo que no van a existir legislaturas suficientes para que este señor se gane tu voto. Muy divertido e imaginativo.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazo.
Pablo
Primero tiene que lavar la ropa, fijo; y después el castigo por haberlo ensuciado él, ¿de ese aún no le has dicho nada, no? Ok, primero que lave, que lave
ResponderEliminarHola Nicolas, gran microrelato y muy aplicable ahora que va empezar la campaña electoral. Y además de ponerlo de chacha, le daría una pensión mínima y a ver como se las arregla para llegar a fin de mes y mantener una familia.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, enhorabuena.
Un abrazo.
Jajajaja... divertido y genial 50. Mucho que lavar, planchar y organizar hasta que la blancura brille en cada rincón de la casa y de su palabra.
ResponderEliminarMe encanta como escribes y la diversidad de temas que tan acertadamente creas.
un super beso Nicolás.
jajajajajaja Nicolás. Muy bueno y divertido. Felicidades
ResponderEliminarNo cuela. A mi casa no entra. Estará desordenada y polvorienta, pero es una casa honrada.
ResponderEliminarJuas, Nicolás, un abracico.
Antes de ofrecerse, hay que pensar que existen personas que se lo toman todo muy literalmente. Posiblemente no sea un relato políticamente correcto, pero simpático sí que es, aparte de acorde con los tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo, Nicolás
Pues yo tampoco le voto, hasta que se le agote el detergente.
ResponderEliminarOriginal y bueno, electoral y cierto.
A Alguien le vendría bien para la campaña electoral.
Saludos. Me gusta.
Muy original planteamiento sobre la que se nos viene encima con la campaña electoral casi en ciernes. Divertido y tela de simpático. Estoy, ahora mismo, disfrutando con la imagen del presidente del Gobierno con cofia y delantal, y en su mano derecha un plumero (¿con plumas de charrán?). ¡Jajajajá!
ResponderEliminarVa mi me gusta, Nicolás. Y recuerda que, si le tienes que pagar algo, a él le gusta cobrar en sobres.
Un abrazo.
Por lo que leo en los comentarios, los políticos son iguales en todas partes. Pecaré de optimista al desear que ojalá un poco de trabajo duro le ayude al candidato a tomar más en cuenta a su electorado. Sigo soñando.
ResponderEliminarMuy bueno, Nicolás.
Lo peor es que después de poner un montón de lavadoras en casa de Maribel todavía le queda mucho trabajo en la sede de su partido, en el Congreso y qué sé yo...vamos, que llega el día de las elecciones y no ha podido sentarse ni un ratito el pobre.
ResponderEliminarMuy bueno, Nicolás.
Podrá lavar mucha ropa pero no hay lavadora que blanquee la suya. Genial, Nicolás. Un abrazo.
ResponderEliminarVa a tener que lavar mucho para creerle a ese político. Muy bueno! ::)!
ResponderEliminarJajaja Me encanta tu crítica a la hipocresía, y a lo que viene llámandose "postureo" de las campañas electorales. De hecho, me recuerda mucho a un video electoral en concreto.
ResponderEliminarPero a mi, me pasa igual que a tu protagonista, con más de uno, no hay coladas, ni plancha, ni tarea del hogar suficiente... XD
Pues qué quieres que te diga, yo le hubiese dado con la puerta en las narices. Un micro muy ocurrente, Nicolás. Un saludo.
ResponderEliminarMe da a mi que no va a tener tiempo de limpiarlo todo, ni aunque agote la legislatura.
ResponderEliminarOriginal y perfecto para los tiempos en los que estamos.
Un beso Nicolás.
Malu.
Muy bueno, Nicolás. Tendré que prepararme, que después de tu pueblo pasará por el mío, seguro.
ResponderEliminar¡Pues tiene tela de trabajo el hombre...! Maribel ha sido demasiado confiada, yo en su lugar no le dejo pasar del felpudo. Ja, ja, ja.
ResponderEliminarSimpático y original micro, Nicolás.
Un saludo.
Bueno, por lo menos está poniendo en práctica su programa... de lavado. Si es que nos quejamos de todo...
ResponderEliminarDivertidísimo y muy imaginativo, Nicolás. Saludos
Pues a mí no me importaría que me echase una mano, o dos, eso sí, siempre que lo haga calladito.
ResponderEliminarMuy tuyo, Nicolás.
Un saludo
Buenosss diasss, jajaja qué arte Nicolás.
ResponderEliminarLa lavadora es de esas grandes, de las industriales, no?
Un abrazo.
Un relato muy elegante. ¡Sí señor!
ResponderEliminarMe gusta. Un abrazo.
Genial Nicolás, tiene mucha gracia, pero mi voto no lo consigue ni aunque lave toda la ropa de la ciudad.
ResponderEliminarUn beso.
Que no se fíe Maribel, no sea que el político lo que pretenda sea "limpiarle" la casa y sus ahorros también.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Como comento muy tarde, me voy a repetir:
ResponderEliminar- En mi casa tampoco entra, ni siquiera a limpiar. Que se vaya a "la suya", que seguro que tiene muuucho por hacer.
- Muy original.
- Saludos!
Carme.
Jajajajajajja. Me encanta!!! Pero yo no le aguanto en casa Jajajajajaja. Genial micro!!!
ResponderEliminarNicolas, creo que lo tiene muy dificil para limpiar toda la suciedad que ha acumulado. Algunos solo se acuerdan del ciudadano mientras dura la campaña electoral. Luego, si te he visto no me acuerdo. Muy bueno el micro. Enhorabuena
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