Deseo cumplido
Me llamó la atención el título. Lo saqué del anaquel y comencé a hojearlo. Era un libro de cuentos. Leí uno. La mujer paseaba cuando vio una rana. La besó. ¡Plof! Sorprendentemente aparecí yo. Miré a la mujer: era guapa. La besé. ¡Plof! Apareció un libro. Seguí leyéndolo en casa.
Un libro mágico de cuentos se hacen realidad. Lo quiero.
ResponderEliminarMe gusta tu imaginación, Plácido.
Un abrazo.
Pablo
Un maravilloso relato cuasi circular, sobre un libro en el que al parecer se puede leer indefinidamente descubriendo otras historias dentro de las historias. Al igual que Pablo, necesito un ejemplar.
ResponderEliminarMuy bueno, Plácido.
Cuando termines de leerlo deberías dejarlo de nuevo en el anaquel para que lo podamos leer los demás, creo que todos tenemos deseos por cumplir. Me ha gustado mucho tu micro, Plácido. Un beso.
ResponderEliminarUna buena lectura hace que todo sea posible, una de las formas de evadirse más sanas.
ResponderEliminarQuedan simpáticas esas onomatopeyas.
Un saludo, Plácido, y enhorabuena por tus éxitos recientes.
Yo también quiero ese libro interactivo para mí librería. Muy original, un buen regalo para estas Navidades (anunciaría su editorial).
ResponderEliminarUn abrazo.
Una vez que inicias la lectura de un libro todo es posible, cualquier cosa puede suceder. De rana a príncipe y de príncipe a libro, lástima que duraran poco las sorpresas.
ResponderEliminarYa nos contarás como acababa el cuento.
Muy bueno, Plácido. Saludos.
Plácido un libro que al leerlo consigues los deseos es lo mejor que uno puede tener.
ResponderEliminarGanas que dejes ese libro en su sitio para cogerlo.
Muy buen relato Plácido. Un abrazo.
La magia está más cerca de lo(s) que imaginamos.
ResponderEliminarSimpático relato, Plácido.
Saludos cordiales.
Lo bueno de los cuentos es que uno puede ser el príncipe o el dragón. Y con una imaginación como la tuya, hasta ser el propio escritor.
ResponderEliminarUn saludo, Plácido.
Genial, Plácido. Tu cuento nos habla de un libro de cuentos mágicos. Yo creo que dentro de él está tu micro. ¡Plof!. Es magia pura.
ResponderEliminarUn beso.
De libro a libro y tiro besos para que mis deseos se cumplan.
ResponderEliminarBonito microrrelato que se merece uno de mis modestos me gusta. Y me quedo corto...
Enhorabuena, Plácido, y un saludo.
Que grato tenerte por aquí Plácido, (no se si es tu primer micro en 50 palabras), me gustan tus textos.
ResponderEliminarDivertido micro el que nos regalas y afortunado el protagonista que tomo el libro de cuentos y no el libro de Lovecraft que estaba al lado.
Saludos!!!
A ver qué pasa cuando llegue su mujer a casa y ella lo bese. Quizá ¡Plof! se meta en el libro... y luego a esperar a que salga de nuevo gracias a otro beso, y ...
ResponderEliminarSaludos!
Carme.