El monstruo
He pronunciado tu nombre tres veces y han desaparecido los monstruos. He visto al asesino besando, al ladrón quedándose a cenar, al gigante de rodillas, al puñal acariciando. Después he recordado que no vas a venir y que pensar en ti es tan solo caminar a ciegas hacia el peligro.
Creo encontrar en tu historia la tragedia de la dependencia de tu protagonista por otro alguien que no siente lo mismo. Se nota el vacío y la desesperanza que siente, sensaciones que son muy difíciles de transmitir en un relato.
ResponderEliminarMe ha gustado, Xiomara.
Un saludo
Cierta dependencia o cierta comodidad y pocas ganas de desengañarse.
Eliminar¡Muchas gracias, Antonio!
Me parece que tu historia es una estupenda descripción del infierno interior de quien espera con avidez a quien de antemano sabe que no va a venir. El autoengaño como modus vivendi.
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos.
Exacto, el autoengaño es la palabra. Está muy bien que los relatos puedan interpretarse de mil maneras diferentes, pero también me gusta mucho que alguien los lea como yo los escribo.
EliminarMuchas gracias, Vicente.
Hay muchos personajes solitarios o abandonados que tienen su peor enemigo en sus sentimientos.
ResponderEliminarSaludos.
Pablo
Y que creen que ese enemigo es todo lo contrario.
EliminarGracias, Pablo.
Qué gran castigo sufre quien ama perdidamente y no obtiene nada a cambio. Cuántas lágrimas y otras consecuencias peores ha tenido el desamor, aunque no todo ha sido perverso, al menos muchos poemas sin el no se habrían escrito, como tampoco este micro.
ResponderEliminarUn saludo, Xiomara
Yo siempre veo cierta belleza en el desamor y en otras cosas feas de la vida, probablemente porque otros ya lo han poetizado antes.
Eliminar¡Gracias, Ángel!
Gran fuerza la de tu historia, con una enorme carga poética; un modo excelente de expresar el doloroso interior de su protagonista. Enhorabuena, Xiomara.
ResponderEliminarSaludos.
Tal vez sea porque al principio iba a ser un poema :)
Eliminar¡¡¡Mil gracias!!!
He visto a una mujer tanto tiempo sometida que, una vez liberada de su opresor pero aún temiéndolo, no sabe cómo vivir. Tal vez mi lectura no sea muy acertada. Lo que es bien cierto es que tu micro me ha hecho reflexionar y eso me gusta.
ResponderEliminarUn saludo, Xiomara.
Uf, la verdad es que tu lectura es bastante extrema. Nada de opresores. Simplemente la historia de cualquiera que espera a alguien que no va a volver.
EliminarMuchas gracias, Fina.
Perfectamente descrita la dependencia y atracción fatal que tiene tu protagonista con ese monstruo. Menos mal que con la última frase queda claro que por lo menos es consciente de ello.
ResponderEliminarMe ha gustado Xiomara, un beso.
Malu.
Pues puedes quedarte con la parte bonita y ver este micro como una salida del autoengaño.
Eliminar¡Muchas gracias, Malu!
Yo también veo una sumisión y una atracción casi irremediables, que van y vienen entre la locura y la lucidez, y todo cargado de un intenso tono poético. No sé si me desvío mucho de tu idea, Xiomara.
ResponderEliminarEnhorabuena. Saludos.
Lo cierto es que la palabra sumisión me parece bastante fea y extrema. Hablo de algo más suave, algo más ''adolescente''.
Eliminar¡¡Muchas gracias, Mª Jesús!!
Me quedo con ganas de saber qué hará después de ese "después".
ResponderEliminarMe alegra verte por aquí, Xiomara, y con los ojos bien abiertos para seguir escribiendo sin miedo a caer en el abismo.
Un beso
Después se acaba la historia. Esa es la única verdad.
EliminarMuchas gracias, Margarita. Es fácil seguir escribiendo y no caer en el abismo cuando te reciben tan bien y te llevan de la mano.
Un beso.
Un relato sugerente y lleno de brillantes imágenes. Tengo la ventaja de que ya he leído los comentarios y me descubro ante la forma y el contenido de tu relato.
ResponderEliminarSaludos.
A veces viene bien leer los comentarios, otras le resta mucha magia. Muchas gracias, Jose.
ResponderEliminarPor mucho que tu protagonista tenga la imagen de ese ser como la de un monstruo, sigue esperándole y aferrándose a su recuerdo. Tan absurdo como común. Buena historia y muy bien narrada, Xiomara. Un saludo.
ResponderEliminarEl amor como bálsamo sanador de todo lo desagradable y peligroso de la vida, el que lo trastoca todo. Pero ese mismo amor también es un peligro en sí mismo.
ResponderEliminarBuen microrrelato, Xiomara. Va por ello mi me gusta, tan modesto como sincero.
Saludos cordiales.
Me gusta mucho el espíritu contradictorio de la protagonista, ese desear y repudiar a un tiempo, ese creer que pensar en él la salvará y, al mismo tiempo, ser consciente del peligro que encierra invocarle.
ResponderEliminar¡Muy bien, Xiomara!
Saludos cordiales
Ese peligro que se anuncia al final