Entre bandidos
Al pueblo ha llegado un sujeto sospechoso. Los vecinos, que son muy celosos y no permiten que nadie subvierta el orden, acuden al consejo de honorables y piden mantener vigilado al forastero, cuya presencia por las calles infunde temor: aparenta ser miembro de Los honrados, una banda de hombres peligrosos.
¡Genial, Beto!
ResponderEliminarTal vez sea cierto aquello tan famoso de Campoamor:
«En este mundo traidor
nada es verdad ni mentira
todo es según el color
del cristal con que se mira».
Para un pueblo de bandidos un hombre honrado bien puede representar una amenaza.
Buenísimo.
Un fuerte abrazo.
Vicente
Esa es la idea que he querido transmitir, muy apropiada la cita de esa cuarteta. Dependiendo del lado que se encuentre, cada quien tiene su propia verdad. Gracias Vicente por la generosidad en tu comentario.
EliminarSaludos.
Lo del consejo de "honorables" no se te puede haber escapado, así, sin maldad... Y es que es lo que les caracteriza: mano larga, desprecio por la honradez, gusto por el 3%. Ah, y tener muchos hijos.
ResponderEliminarEspero que no seas catalán.
Un abrazo sin acritud.
He querido decir que no quiero ofender a ningún catalán, eh.
EliminarPaz y amor.
Hola Patricia. Ese “consejo de honorables” lo he puesto con toda la intención. Todos sabemos lo que se oculta detrás de ese disfraz. Parece que tienen vocación de padrotes, por eso de “tener muchos hijos”. Jajaja. No sé mucho de lo que pasa en Cataluña, aunque mi hija y nieto viven en Barcelona. Gracias por llegar hasta mi relato.
EliminarSaludos.
Quien sabe si acabarán corrompiéndole como está mandado, valiente sinvergüenza, presentarse en el pueblo haciendo honor de su honradez. O corrupto o linchado por la plebe, no hay más salidas.
ResponderEliminarMuy bueno, Beto.
Un abrazo.
Ojala este individuo siga como miembro de Los honrados, y no se deje convencer por los del pueblo. Dicen que quien se junta con lobos a aullar aprende. Gracias Asun por pasar a leer este relato y dejar su comentario.
EliminarSaludos.
De todos es sabido que lo que no se conoce da cierto miedo, incluso mucho miedo.
ResponderEliminarEse hombre honrado debe de ser muy valiente para pasearse con la cara descubierta sabiendo que es un bicho raro y arriesgándose a que lo aplasten contra la pared con un certero golpe del trapo del polvo.
Beto, si me necesitas para vigilar al subersivo y que no se lo carguen, no dudes en llamarme.
Un saludo
Margarita, en los tiempos que corren, un individuo como ese es la mancha que aterroriza al traje blanco. Es una pena que quieran cargárselo; como miembro de su banda tomo nota de su ofrecimiento, para proteger al subversivo. Gracias por tan generosa oferta, la lectura y el comentario.
EliminarSaludos.
Son malos tiempos para la honradez (si es que los ha llegado a tener buenos...).
ResponderEliminarUn buen relato con reminiscencias del salvaje oeste y del Chicago de los años 20, donde queda demostrador que honor y honradez no son convergentes y que la corrupción se extiende como una infraestructura social más, tal como el alcantarillado.
Espero que estos forasteros desenfunden primero.
Un buen relato Beto.
Un saludo.
Antonio, la corrupción cada día se pasea por, casi, todos los países y quieren que nos acostumbremos a la ambición desmedida de algunos. Por suerte existe la banda de Los honrados, que se mantienen desenfundando hasta que se haga justicia. Gracias por pasar y dejar tu comentario.
EliminarSaludos.
Entre bandidos anda el juego, querido Beto.
ResponderEliminarLos honorables vigilan al hombre de Los honrados, miedo me da ...
Has llegado muy temprano este mes de noviembre, con un relato sobre un tema muy actual, por lo menos en España, bueno y yo creo que en el mundo entero.
Te mando un beso y te dejo un me gusta, encantada de leerte.
Malu.
Estimada Malú, es que el asunto está para tener miedo. La era de la globalización, entre otras cosas, también nos muestra esa degradación que corrompe a las sociedades. Este micro se ha levantado temprano, gracias al despertador del dueño de la casa. Agradezco ese “me gusta” y me honra con su lectura.
EliminarSaludos.
Cuando los corruptos son nación una persona honrada produce miedo, su limpio reflejo golpea sus conciencias por lo que no quieren que entre en sus vidas. Genial relato, Beto, y tienes razón, la honradez no es un valor en alza en nuestra sociedad. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Salvador, está en nosotros no sucumbir e intentar que Los honrados sean cada día más. Gracias por tus siempre generosos comentarios.
EliminarSaludos.
Como un ratoncito indefenso en un nido de víboras, igual que aquella canción de Serrat en la que hay un vampiro abstemio de sangre, esto no tiene pinta de acabar bien, o tal vez sí. Dicen que donde fueres haz lo que vieres, pero quizá ese forastero debe mantener su dignidad contra viento y marea, quien sabe, puede que los habitantes acaben por pasarse al lado que no es oscuro, hay revoluciones que han empezado con menos. Está justificado que ese consejo de honorables ande con la mosca detrás de la oreja.
ResponderEliminarSugerente y simpático.
Un abrazo, Beto
Parece ser que ya la honradez no es la norma, me resisto a aceptarlo. Creo que necesitamos una revolución moral, (no creo en las armadas) un cambio en el pensamiento y la actitud de las personas que nos gobiernan, revestidos de una falsa honorabilidad. Gracias Ángel por la lectura y los detalles que aportas.
EliminarSaludos.
Me temo que tu protagonista está más solo que Gary Cooper en Hadleyville.
ResponderEliminarMe encanta cómo cuentas esta historia de caústico mensaje, con sencillez y enorme elegancia. Así al menos me gusta a mí leer. Enhorabuena, Beto.
Un abrazo.
Si, Enrique, eso es estar “Solo ante el peligro” Estoy muy contento porque, por los comentarios, parece que he logrado transmitir la idea en torno a la historia y si tu dice que es sencilla y elegante, para mí eso es como recibir un premio. Gracias por tus amables palabras.
EliminarSaludos.
¡Magnífica tu historia, Beto! ¡Qué bueno lo de un honrado subvirtiendo el orden! Más personas honradas harían falta... Seguro que así conseguíamos alterar ese orden establecido por tanto bandido suelto.
ResponderEliminarVa mi me gusta, más que merecido, y con este un saludo muy cordial junto a mi enhorabuena.
Lo del "consejo de honorables", de nota.
José Antonio, me alegra que te guste esta historia. Resulta que, últimamente, los decentes y honrados son los raros. Yo encuentro magnifico tu comentario, gracias por tu amabilidad.
EliminarSaludos.
Un 50 tintado de un mundo al revés donde los bandidos son los amos y los honrados un espécimen a temer. Y es que en tierra de forigados el amo se desnuda de honradez y puede revestir de su bondad a quienes les gusta revolcarse por las fechorías.
ResponderEliminarGenial Beto , un micro con mucho que decir y mucho para pensar, me encanta. Un beso grande.
No hay dudas que el mundo está un poco al revés, donde los que accionan mal ven al resto como un peligro. Mª Belén, gracias por la lectura y esas elevadas consideraciones a mi relato.
EliminarSaludos.
Beto, este relato es genial. Las personas honradas existen. Lo malo es rodearse de esas honorables que quieren fagocitar a los demás.
ResponderEliminarGrande, Beto, una vez más.
Un abrazo.
Pablo
Sí, Pablo, Los honrados son mayoría, pero es tan grande la desvergüenza de otros que casi los convierte en invisibles. Gracias por la generosidad de tus palabras, ¡tú sí que eres genial!
EliminarMis saludos y te devuelvo el abrazo.
Creo que son mas escasos que peligrosos, pero ademas tu relato es sorprendente, centrado en un entorno mítico.
ResponderEliminarMe gusta
Si se interactúa en un grupo y la mayoría son deshonestos, una persona honrada se convierte en peligro, provoca el temor de ser delatado. Muchas gracias José María, por honrarme con tu lectura a estas 50 palabras.
EliminarSaludos.
Una situación real como la vida misma. ¿Quiénes son los buenos y quiénes los malos? Todo depende del bando que queramos escoger, ese, sea cual sea, siempre será el de los buenos y honorables. Muy bueno, Beto, felicidades. Un beso.
ResponderEliminarCreo que desde el inicio de los tiempos el mundo se divide entre el bien y el mal, los que escogen bando creen que el suyo es el correcto. Yo, mientras no me demuestren lo contrario, apoyo a Los honrados. Gracias Matrioska por el comentario y siempre acercarse a leer mis relatos.
EliminarSaludos.
Resulta que si tienes buena pinta hay que tenerte cuidado...
ResponderEliminarNi los unos son tan buenos ni los otros, tan malos... pero necesitaríamos gente corriente, más del montón, los extremos no son buenos.
Buena metáfora, Beto, la que nos ofreces.
Un abrazo
Creo que también hay que tener cuidado con la gente corriente, generalmente no le gusta tomar partido y permanece neutral. Tenemos que estar siempre atentos, recordando que todo lo bueno tiene su parte mala y viceversa. Gracias Rosy, amiga mía, siempre es un lujo leer sus comentarios.
EliminarSaludos.