Érase una vez
Era la primera vez que se escapaba de la cuna durante la siesta. La primera que gateaba hasta la silla de su habitación y la trepaba solito. La primera que asomaba su cabecita por la ventana para ver todo desde arriba. Era la última vez que vería a sus padres.
Espera que estoy buscando un final que no me duela. Espera.
ResponderEliminarUn gran relato con todos sus ingredientes. Buen título, buen planteamiento y, giro sorprendente e impactante al final. Sí le tuviera que poner una banda sonora sería "Tears un heaven” del Dios Clapton.
ResponderEliminarUn beso, *L*.
Pablo.
Tears in heaven. Se ve que mi autocorrector no sabe inglés ;-)
EliminarA la memoria de Conor Clapton. :(
EliminarCierto!
EliminarOh... Impacta el final, *L*. La verdad es que no me lo esperaba, me ha dejado helada. Te felicito por esta capacidad de cambiarlo todo con la última frase.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
J...!!
ResponderEliminarVaya final más radical... Nos dejas a todos petrificados.
Impacto conseguido.
Saludos!
Carme.
Qué bien has jugado con todas esas "veces" que parecen vaticinar un final de cuento para terminar sacudiéndonos el alma.
ResponderEliminar¡Bravo, L!
Dulzura en el comienzo, en el primer comienzo de una inocente vida. Una escapada, un gateo, una curiosidad y un adiós en el vacío que duele no sabes cuanto. Consigues que proyectemos tal imagen impactante. Un 50 marca *L*.
ResponderEliminarFantástico eres autentica. Besos y más besos desde el otro lado de la ventana. ;)
A esa edad no hay impulso mayor que la curiosidad. Una triste historia que, como Pablo ha traído a colación, tiene mucho de realidad.
ResponderEliminarSaludos.
Wow, me dejaste helada con el final. Felicitaciones por tu relato!!
ResponderEliminarUn cuento sin final feliz, de los que no gusta ni siquiera imaginar; sin embargo, es imposible no hacerlo con lo bien que lo has contado.
ResponderEliminarUn saludo, *L*
Impactante. Una delicia.
ResponderEliminarFelicidades.
Me alegro de que os haya gustado. :)
ResponderEliminarPABLO, genial la banda sonora que has escogido para el micro. En su día yo también le puse una. ¡¡¡Aviso!!! Es algo fuerte el vídeo (y no apto para todos los públicos) ➨ CLICK
¡Beso grande!
Un vídeo precioso con una exquisita banda sonora que da imagen a ti excelente relato.
EliminarOtro beso pista ti.
Pablo
Waooo! fuerte el relato y muy apropiada la banda sonora. A mí también me vino a la mente "Tears in heaven", pero viendo tu propuesta, me quedo con ella. Le da otro halo más sensual, diabólico... Glupsss!
ResponderEliminar"Mancantao" Srta. *L* ¿Matas?
Ese no es mi apellido real, Isidro. De verdad, de verdad. El nombre en Facebook es erróneo. En mi D.N.I. no pone ni Charo, ni Matas. Se equivocó la persona que recibió mi documentación real. Ya no se puede cambiar. Yupiiiiiiiiiiiiiii... :D
EliminarMe alegro de que te hayan gustado micro y propuesta musical. :)
Para todo hay una primera vez, el problema es que se trate de la primera y de la última, y que condicione que ya no haya más veces para nada. Un mazazo final en la línea de flotación que transforma de un plumazo la ternura en drama, eso hay que saber hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo para la peculiar, ocurrente y un tanto enigmática escritora que se oculta bajo esa letra mayúscula entre asteriscos.
Otro abrazo para ti, Ángel. :)
EliminarMi nick es un rostro. Lo explico en mis blogs (se llega a la explicación desde el lateral).
Esa última frase ha sido como una puñalada a traición y la guinda que convierte esta historia en un excelente micro. Enhorabuena *L*.
ResponderEliminarUn saludo.
Tres veces primeras para una última. Una historia de candidez y descuido que muestra con toda crudeza que vivir es peligroso.
ResponderEliminarUn relato sin concesiones con la tragedia delineada desde la inocencia a la amargura.
Buen relato, L con ojos.
Saludos
*L* un magnifico relato con un final impactante que te deja helado y sin palabras, pero tú has sabido utilizar tus 50 palabras de forma maravillosa.
ResponderEliminarUn saludo.
Un impactante final, *L*, que nos deja sin aliento.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Un abrazo.
Contundente relato, *L*. Una primera vez que termina siendo la última y definitiva.
ResponderEliminar¡Mi enhorabuena! ¡Ah! Y suma también mi modestísimo me gusta.
Un abrazo.
Un relato impactante y muy visual. Impresionado. Mucho.
ResponderEliminarMe has dejado boquiabierta, *L*. Un final muy fuerte, en el que un descuido y un exceso de confianza en que "nunca ha bajado de la cuna, no sabe subir a una silla" desemboca en un final horrendo. Me has traído un recuerdo de cuando mi hija tenía tres años, fuimos a ver un piso que estaba en venta y en un descuido se asomó a una ventana que estaba abierta para mirar a la calle (era un sexto). Cuando la vi me quería morir pero fui despacio a por ella para no alarmarla y quedó todo en un susto. Compramos el piso, pero antes de mudarnos puse rejas en todas las ventanas.
ResponderEliminarUn beso. Espero no tener pesadillas esta noche.
¡Ostras, *L*, pero qué le has hecho a la criatura!
ResponderEliminarDesde la primera palabra me has cogido de la mano y te he seguido ciegamente y me has llevado por donde has querido hasta ese desenlace fatal e inesperado.
Lo siento por el chico, pero me ha gustado cómo me has llevado al huerto.
Saludos cordiales
Jo, qué fuerte, qué bueno y qué inesperado final.
ResponderEliminarUn beso.
Me ha recordado al hijo de una amiga mía que hizo algo parecido, pero, por fortuna, con diferente final. Ella llegó a tiempo, y se propuso que fuera la primera y la última vez que el niño le daba ese tremendo susto. Aunque, de mayor, le ha dado otros. Con algunos hijos, nunca se sabe.
ResponderEliminarTristísimo, pero muy bien contado, *L*. Saludos.
*L* muy buen micro con un final inesperado. Una pena, con todos los logros que había acumulado su protagonista. Para que luego digan que, todo esfuerzo tiene su recompensa... Enhorabuena! Un beso
ResponderEliminarImpactante, *L*. Tu micro es como un corte de digestión brusco después de comerte un buen puñado de pastelitos cubiertos de azúcar. Muy bien contado, felicidades. Un beso.
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