Jueces
Decían que estaba loco por su afición al ciclismo, casi tuvo que darles la razón después del accidente. Tras el torrente de lástima volvieron los reproches con mayor virulencia.
Él se supera, disfruta, nunca se rinde, no les escucha, tampoco ahora, cuando presumen de conocerle y alaban sus medallas paralímpicas.
Él se supera, disfruta, nunca se rinde, no les escucha, tampoco ahora, cuando presumen de conocerle y alaban sus medallas paralímpicas.
Me gusta ese aire positivo que siempre envuelve tus relatos, Ángel. Una historia de vida donde la inesperada discapacidad no impide el alcance de los sueños.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
La vida siempre es lucha, para unos más que para otros, unas veces más y otras menos, pero que no falte nunca la positividad, pese a las dificultades y a las opiniones contrarias.
EliminarOtro abrazo fuerte para ti, Vicente. Muchas gracias
Decía Sancho en El Quijote algo así como "Pon lo tuyo en concejo y unos dirán que es blanco y otros que es negro. En el caso de tu gran protagonista parece ser que el único que está en lo cierto es él mismo, la persona juzgada, lo que duplica el valor de sus proezas, pues cuesta mucho discrepar de la opinión de la mayoría. Me ha gustado mucho el modo en que has contado todo el proceso, incluida esa situación de lástima que atenua de manera engañosa las críticas.
ResponderEliminarUn ejemplo a seguir el de tu personaje,alguien en quien sin duda se pueden ver reflejados muchos héroes anónimos y otros ya no tanto. Me gusta además ese momento detalle de su indiferencia también a los halagos, no podía ser otra su actitud.
Enhorabuena por este otro magnífico, Ángel, y un abrazo.
Como sabes, al señor del famoso escudero se le atribuye una frase (algunos dicen que erróneamente): "ladran, Sancho, luego cabalgamos". que podría ser aplicable en esta ocasión. Todos damos y recibimos consejos, en la mayor parte de los casos con la mejor intención. aunque a veces también se trata de pura envidia o cerrazón de mente. Los pioneros y las personas especiales a menudo han sufrido incomprensión y soledad. La ilusión de una persona debería ser algo si no sagrado, si respetable. Ya sabemos que las circunstancias mandan, pero a nadie se le debería negar la posibilidad de luchar por lo que quiere.
EliminarMe alegro de que te haya gustado, como a mí tu amable y versado comentario.
Un abrazo, Enrique
Muy bueno y con una frase final que resignifica el comienzo del relato. Felicitaciones Ángel! Un abrazo!
ResponderEliminarAl hilo de los logros todo son parabienes, pero este protagonista tiene la virtud de no dejarse desviar de su camino, tanto por las críticas durante los peores momentos, como por las alabanzas en los días dulces, simplemente hace lo que el corazón le dicta, sin hundirse ni endiosarse.
EliminarMuchas gracias y un abrazo
Ángel, tu micro me recuerda al tema de ENTC, una persona que vive a su manera, con la tenacidad del guerrero. Los jueces pueden intentar pleitear sus decisiones pero la sentencia de su vida la dicta él. Con ilusión, con rectitud, con lucha la medalla de la vida está ganada. Me ha gustado mucho este alentador relato que ensalza la positividad y el esfuerzo. Un abrazo.
ResponderEliminarExcusas para quedarse por el camino hay muchas sin necesidad de buscarlas. No hay mayor medalla que la rectitud, ese seguir el propio camino contra viento y marea, con resultados o sin ellos, ahí está el verdadero triunfo, lo demás sólo son detalles y circunstancias, puestas ahí para distraer.
EliminarEl que te haya gustado para mí es todo un galardón.
Un abrazo, Salvador
Me gusta el cambio del tiempo verbal que introduces en tu relato. Con el presente haces más patente esa victoria, la realzas y pones un punto y seguido a sus carreras sobre la bicicleta. Además, si me permites, cobra más fuerza el dulce regusto de la venganza, que estoy segura no tiene tu personaje, pero yo... ¡ni de lejos podrían mirar las medallas!
ResponderEliminarEntrañable como siempre tu historia, Ángel. Da gusto seguir tu ritmo y disfrutar de cada pedalada.
Un saludo.
El empleo del pasado en la primera parte simboliza un lastre por él totalmente superado, a las pruebas hay que remitirse, aunque vergonzante para algunos. El presente al final conlleva que todo puede lograrse, incluso con pocas circunstancias a favor, que hay mucho y bueno dentro de cada uno. Las críticas, lejos de hundirle, no han hecho sino incentivar su amor propio y convicción. La venganza pierde sentido cuando vida al final pone a cada uno en su sitio.
EliminarMuchas gracias, Margarita y un saludo
Le has dado la vuelta a una historia de dolor y victimismo para ofrecernos un relato de superación y orgullo. Bravo por ti, maestro, enhorabuena por tus 20!
ResponderEliminarEs verdad, 20 relatos ya en Cincuenta Palabras y sin intención de parar mientras nuestro querido Álex siga y las fuerzas aguanten. Para maestría la tuya, Belén, no hay más que leerte.
EliminarUn abrazo
"Tras el torrente de lástima" una figura muy gráfica, un micro cincuentero muy acertado..
ResponderEliminarBesicos, Ángel.
Ante el infortunio, la compañía es algo que el afectado agradece, sobre todo en los primeros momentos, pero no tanto la compasión, y menos en forma de riada.
EliminarUn abrazo, Carmen. Gracias
Un relato que rebosa humanidad y sentido de superación como en la muchos de tus relatos y eso, te honra.
ResponderEliminarEres grande.
Un abrazo amigo Angel.
Humanidad y superación, dos cualidades que deberían formar parte de nuestro ADN. Es verdad que me siento honrado, pero por tu comentario y tus palabras.
EliminarTú eres enorme, Isidro
Otro abrazo, amigo
Así son los jueces, amigo mío, hombres sin piedad y que siempre tienen razón. Y, cuando el tiempo se la niega y les deja en ridículo, resulta que eran amigos entrañables.
ResponderEliminarLos has retratado muy bien en contraste con tu admirable protagonista.
Como siempre, con tu sello.
Un surtido de abrazos.
Esas personas que se atribuyen la sabiduría para intentar dirigir las vidas ajenas tienen mucho peligro, un problema que se vuelve la mayor de las preocupaciones si llegan a adquirir poder para imponer sus tesis.
EliminarRecojo gustoso ese surtido de abrazos y te envío una antología de los míos
Dos partes bien definidas: una en pasado de un héroe y otra en presente de un superhéroe.
ResponderEliminarFrases llenas de sentido: torrente de lástima, ese del que los superhéroes huyen.
Un protagonista íntegro y un ejemplo de justicia para sus jueces: ni antes escuchaba sus reproches ni ahora los halagos.
Un relato que es un homenaje a tantos luchadores que, gracias a la superación, consiguen retos que serían imposibles para otros deportistas que no les llegan ni a la suela de los zapatos, por poner dos ejemplos claros, que pequeños se ven a Ronaldo o Messi ante estos titanes, que podríamos personalizar en la deportista con más medallas de nuestro país: Teresa Perales.
Ángel, como debes suponer, una parte de tu relato me ha llegado muy hondo. Gracias por escribirlo y por tratar de una forma tan positiva y real, el mundo de los grandes luchadores: superhéroes que regalan con cada esfuerzo una mirada cómplice acompañada de una sonrisa.
Un fuerte abrazo, amigo.
Pablo.
Se me olvidaba. Felices 20 relatos.
EliminarAl escribir este relato tenía en la mente a esos deportistas que tanto merecen, muchas veces casi anónimos, frente a otros exagerada e injustamente ensalzados, de unos y otros has puesto unos ejemplos comparativos fantásticos. Pero ese afán de superación constante, las ganas de sobreponerse a todas las dificultades, de hacer posible lo que no lo parece, no sólo es patrimonio del deporte, pero que puedo yo contarte sobre esta realidad que no sepas mejor que nadie, a ti, que vives ese heroísmo a diario y, lo mejor, lo contagias. Estas personas de las que hablamos son reales y todo un modelo, pero tú no lo eres menos. Aparte de buenas letras, nos has aportado a todos un ejemplo de humanidad, amor y entrega que merece todos los podios. Por todo ello me gustaría, de verdad, darte las gracias.
EliminarUn abrazo enorme, Pablo. No cambies nunca
¿Quizá había algo de imprudencia en su práctica del ciclismo? ...por el "casi tuvo que darles la razón" (... si el accidente se debió a demasiado riesgo)
ResponderEliminarAunque puede ser que les quisiera dar la razón mientras asumía la nueva situación, mientras se armaba de valor para superarla y volver a rodar.
Es impresionante el esfuerzo de los paralímpicos, personas que siempre luchan para superar sus limitaciones.
Buena historia.
Un abrazo Ángel.
Carme.
El ciclismo no debería ser un deporte de riesgo, pero por desgracia, no son pocos los accidentes que acumula, especialmente en lo que se refiere a atropellos por parte de vehículos durante un entrenamiento. Quienes eligen esta disciplina deben extremar las precauciones en lo posible, lo cual no garantiza que el infortunio no pueda presentarse. Este mismo deporte puede ser y es también una salida y un camino para la superación que sus practicantes necesitan para su día a día, además de la prueba de hasta dónde pueden llegar la capacidad humana.
EliminarMuchas gracias, Carme. Un abrazo
Una historia de superación personal por no amedrentarse ante un revés que para muchos habría sido definitivo.
ResponderEliminarUna historia de pundonor para quien las barreras sólo son una ocasión de demostrar el poder de la voluntad.
Una historia de desencuentro con quienes pintaron de gris su pasión, repasaron de ocre su infortunio e intentaron fundir en negro su determinación, pero que no dudan en parasitar un éxito que les es ajeno.
Es una gran historia, Ángel. Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
Superación, voluntad y el desencuentro con ese coro impersonal de personajes externos, que extienden todos sus tonos sombríos sobre esta persona tan especial, que varían radicalmente de actitud cuando suponen que inmerecidamente les puede rozar parte de ese éxito logrado a pesar de ellos.
EliminarAgradezco mucho tu visita y tu comentario, Antonio, meticuloso, acertado y generoso.
Un abrazo fuerte también para ti
Que fácil es juzgar después de ver las consecuencias de los actos ajenos. Sabiendo que no le convienen, tu personaje mantiene su criterio a pesar de las opiniones de los demás.
ResponderEliminarDeberíamos aplicarnos siempre la máxima, "no des consejos a quien no te los pida".
Siempre es un placer leerte. Un gran relato, Ángel.
Un abrazo. Y, por supuesto, felices 20.
Qué razón tienes. Lo complicado es apoyar a alguien cuando no tiene por delante más que su propia ilusión, proyectos y empuje, Al carro de la gloria todos quieren subirse, sin sospechar siquiera el arduo camino andado por el protagonista hasta llegar allí.
EliminarEspero que vuelva a haber muchas cifras redondas en cuanto a número de relatos, tanto mías como vuestras, aquí estaremos para comentarlo.
Muchas gracias y un abrazo, Jose
Tu protagonista es un vencedor, valiente y por eso merece que me ponga de pie. Muy buen relato Ángel. Un abrazo muy cariñoso a los dos
ResponderEliminarEl personaje ha salido de mi imaginación, pero podría ser perfectamente real, como también estoy seguro de que existen personas que superan esta ficción con su ejemplo diario. De todas formas, cada vez que vuelva a rondar por mi cabeza, con su bicicleta de manos, le transmitiré tu cariño, que en nombre de los dos te agradezco.
EliminarUn abrazo
Cómo le gusta a la gente meterse donde no la llaman. Pero tu protagonista ganó más que medallas si ha logrado hacer oídos sordos y seguir el camino de sus sueños.
ResponderEliminarMuy bueno, Ángel.
Un beso.
Conseguir una meta o no depende de muchos factores, pero lo importante es el intento, es lo que dignifica y da sentido a una vida. No hemos venido al mundo para vivir arrodillados, sometidos a los juicios arbitrarios de unos y otros.
EliminarUn abrazo, Sandra.
Más que un micro lo que nos has regalado este mes es toda una lección a seguir. Ángel. Gracias y ¡bravo!
ResponderEliminarUn abrazo.
Lecciones a seguir las que nos dan muchos deportistas con características similares, así como innumerables personas que suplen con alegría y ánimo aquellas carencias que la vida caprichosa ha tenido a bien imponerles.
EliminarGracias a ti por todas tus palabras, no sólo por las de este amable comentario, que me anima y agradezco.
Un abrazo, Fina
Enhorabuena por tus 20 y por ese aliento de ánimo y superación que derrocha este micro. En la vida, aunque vengan mal dadas, Carpe diem.
ResponderEliminarBesotes, crack.
Siempre adelante, rendirse no es una opción y guerra a la pasividad. En esos momentos bajos que todos tenemos quién mejor que personas como el protagonista, que los hay y no son pocos, para danos cuenta de que no tenemos derecho ni razón para agachar la cabeza y doblar la rodilla.
EliminarUn abrazote
Un 50 marcado por la tragedia de un accidente, lloros, lastima, reproches... él consigue desnudarse de toda esa actitud negativa que le rodea y lucha por superarse, por seguir con su sueño a pesar de las limitaciones y las palabras escasas de aliento. Esa actitud le hace llegar a la meta, no de medallas, ni éxito, si no de saberse capaz de de ser fuerte y feliz con lo que cree y desea.
ResponderEliminarFantástico micro, tanto como los otros 20 que has escrito y hemos tenido la suerte de leerlos. Felicidades por ello Ángel. Un relatista poeta de altura que cada día se sube al podio de las letras.
Un beso enorme campeón.
He querido hacer un pequeño homenaje a esas personas que luchan contra viento y marea en las peores condiciones, a veces, como bien dices, sin poder contar siquiera con consoladoras palabras de aliento, las tuyas sí que lo son, aunque me vengan un poco grandes. Muchas gracias por ellas y ya aprovecho para decirte, aunque ya lo sabes, lo afortunado que me siento por tener la oportunidad de leerte.
EliminarOtro besote para ti. Campeona tú
Hola Ángel, precioso relato que muestra la capacidad de superación de las personas ante las grandes adversidades que suceden en la vida. El protagonista pese a todo logra darle un nuevo enfoque a la suya, y tu lo has contado de una forma magnífica.
ResponderEliminarÁngel FELICIDADES por tu 20 relato y enhorabuena.
Un abrazo.
Entre hundirse o salir a flote sólo debe haber una opción, aunque sea a costa de tener que dar muchas brazadas, de dejarse el alma para ponerse a la altura de los demás, pero para eso ese espíritu o esencia que nos acompaña, para darle juego y no para tenerlo encerrado en una cajita.
EliminarNo llevaba la cuenta de mis relatos en Cincuenta Palabras, pero Álex sí, a él no se les escapa nada. Tú también vas camino de esta cifra redonda y de otras, sólo es cuestión de tiempo.
Un abrazo, Javier. Gracias
De eso hay mucho, personas que con la excusa de preocuparse, y en nombre de la razón, se pasan la vida intentando capar las capacidades de los demás. Suelen ser muy hábiles, como narras en tu micro, y se apuntan todos los logros solo con sus opiniones, restándoselos a los que verdaderamente los han sabido conquistar con su esfuerzo y valentía. Yo les llamo los “corta alas”. Menos mal que hay otras personas, como tu protagonista, que no lo permiten. Me ha gustado mucho porque, en tan pocas palabras has sabido contar mucho y muy bien. Felicidades, Ángel. Un abrazo.
ResponderEliminarDios nos libre de esos personajes, cuyo discurso tiene como germen la envidia, aunque supongo que debe ser inevitable que nos ronde alguno, pero siempre será mejor sufrirlos que ser uno de ellos. Hay que tener cuidado a la hora de dar consejos, como también ser cauto con los que recibimos. Me gusta mucho tu expresión de "corta alas", define a estas personas a la perfección.
EliminarMuchas gracias por tu amable e interesante comentario y un abrazo
La superación del débil le hace gigante. Toda una demostración de firmeza, esfuerzo y orgullo.
ResponderEliminarUn abrazo, Ángel.
Superación es la palabra, cualquier cosa antes que abandonarse al infortunio, por grande que sea.
EliminarGracias, María Jesús
Un abrazo
Un relato sobre la superación personal contra viento y marea y mal les pese a algunos, esos mismos que luego son los primeros en henchirse de decir lo orgullosos que se sienten.
ResponderEliminar¡Y lo bien contado que está! Pero esto, como el valor en la mili, ya se supone con solo ver el nombre del autor.
Va mi me gusta, Ángel, y mi enhorabuena por este relato del que se puede y se debe aprender para saber luchar contra las adversidades de esta, ¿puñetera a veces?, vida.
Un fuerte abrazo.
Como dijo algún sabio, la vida es lucha, pero así y todo merece la pena vivirse, cada uno con su propio camino, nadie debería marcar la senda de otros, ni esos otros aceptarlo. Las adversidades nos aguijonean a diario, a veces con estocadas profundas, pero si estamos aquí es para dar guerra y componer nuestra propia melodía, y si no, que no nos hubieran puesto.
EliminarGracias, José Antonio. Un abrazo fuerte
¡Dios nos libre de esos jueces!
ResponderEliminarMe gusta mucho la fuerza que has dado a tu protagonista, tiene una personalidad ejemplar.
El relato, grande Ángel, como todo a lo que nos tienes acostumbrados.
Un beso fuerte.
Malu.
Algunos podrían decir que personas como el protagonista de este relato son especiales, en tanto han nacido con un don que les hace resistir y superarse. No deja de ser éste un recurso fácil para justificar la propia pasividad. Pienso que todos tenemos dentro mucha fuerza y potencial interior, sólo hay que proponerse que salga a la luz.
EliminarUn abrazo grande, Malu
Muchas gracias
Una vida de lucha y superación contada en 50 palabras. Poco tengo que añadir a lo que han comentado todos, pero quería decirte que me ha encantado tu homenaje a este deportista que se enfrenta con coraje y mucho trabajo a sus limitaciones. Para mí representa a todas aquellas personas que, sin necesidad de ser deportistas paraolímpicos luchan cada día por superarse.
ResponderEliminarUn beso, Angel.
Y felicidades por tus 20 micros, es un placer leerte.
Los deportistas paralímpicos son un claro ejemplo de superación, pero como bien dices, el mundo está lleno de casos igual de meritorios, todos deberíamos tener ese espíritu presente hasta en los mínimos detalles de nuestro discurrir, qué es la vida sino una evolución y mejora constante.
EliminarValoro y agradezco tus palabras, Asun, y te mando un abrazo
Parece mentira que en cincuenta palabras quepan tantas cosas, Ángel: la vida anterior al accidente y los reproches sobre la afición al ciclismo, el accidente, las visitas en el hospital cargadas de compasión, la desolación que deja la culpa, la larga recuperación, la preparación para las paraolimpiadas y las empalagosas mieles del triunfo.
ResponderEliminarUn micro muy completo.
Nos vemos pronto, Ángel. Abrazo.
El lenguaje, ese instrumento vivo y versátil, ofrece la posibilidad de escribir largos y sesudos tratados sobre los detalles más nimios, como es capaz también de comprimirse hasta concentrar múltiples vivencias, sensaciones y hechos. Nunca acabaremos de saber usar todo su potencial, pero lo seguiremos intentando.
EliminarTe mando un abrazo vía telemática, contento de poder volver a dártelo con mayor cercanía dentro de poco.
Un abrazo, Carles
Este vencedor nato, lo hace siempre por partida doble. Ya que al esfuerzo que supone practicar el ciclismo, hay que sumarle la lucha por mantenerse firme frente a los que intentan chafarle los sueños. Un ejemplo a seguir. Muy acertado, Ángel. Saludos
ResponderEliminarHay personas que facilitan la vida a otros, aunque algunas no hacen sino poner estacas en las ruedas de los demás. Ignorarlas es la mejor opción. Alguna vez se gana y muchas se pierde, pero hay que luchar siempre, no queda otra, aun con todos los elementos en contra.
EliminarUn abrazo, Juana
Por el título creia que ibas a hablar de la justicia, pero has elegido otro tema mucho mas sugerente. Como siempre con maestría sin dejar que el lector se vaya por las ramas. Maestro, saludos. y abrazos de los dos.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Uno hace lo que puede, maestría la justita, pero te lo agradezco. Un abrazo a los dos
EliminarTu protagonista tiene mucho coraje y no ha dejado que la adversidad lo avasalle. Me quedo con el mensaje de superación que transmite esta historia, contada con un gran dominio de la escritura.
ResponderEliminarSaludos, Ángel.
Tampoco hay que hacer oídos sordos siempre, pero tratar de cumplir todo lo que nos dicen, además de imposible, no es recomendable. No abandonarse nunca y luchar siempre; ese es el espíritu, superación, esa es la palabra.
EliminarGracias por tu comentario y saludos, Beto
Hola Ángel, veo que has escrito otro excelente y emotivo relato (y ya van...), he estado pensando en dos cosas, la primera es que tu relatos siempre logran encoger el corazón, y la segunda es felicitarte por tus 20 relatos, a por los 20 más.
ResponderEliminarSaludos.
Si el cuerpo aguanta, el tiempo lo permite, la inventiva responde y nuestro querido Álex sigue con su gran iniciativa, aquí seguiré, espero que tú también. Entre estos 20 quizá hasta ahora haya primado lo emotivo, aunque también ha habido alguno humorístico y dramático.
ResponderEliminarSaludos Jean y muchas gracias por tu comentario
Qué bueno eres Ángel, pocos como tú, saben sacarle partido a un personaje (no entendí, te lo aseguro, cómo el "otro" no subió al podio) y sacarle más jugo todavía.
ResponderEliminarUn abrazo admirado, maestro.
Mil gracias, Rosy, pero en Cincuenta Palabras hay plumas geniales, la tuya es una de ellas. Escribir algo más o menos aceptable en un lugar con tanto nivel ya es suficiente premio, y que a ti te guste a mí me llena de satisfacción. Por lo demás, de verdad que tengo mucho que aprender y poco que enseñar.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti y a ver si nos conocemos en persona
Angel, poco puedo añadir a lo que ya te han comentado todos. Tu micro impecable y con mensaje positivo. Me encanta que con el hayas dado visibilidad a esos grandes atletas como los paralímpicos. Auténticos titanes de la superación y la fuerza. Muy bueno. Enhorabuena y Felicidades por tus 20 micros en 50 palabras! Un abrazo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. No estamos hablando de deportistas en segundo plano, sino de un ejemplo para todos en el que nos deberíamos mirar, sobre todo durante esos momentos bajos en los que nos creemos desgraciados o sin suerte.
EliminarSoy yo quien tiene que darte las gracias a ti, Pilar, por tu amable comentario.
Un abrazo