La batalla
20 metros de miradas discordantes los separaban. Sus cuerpos intentaban eliminar la hieraticidad que los mantenía inmóviles. Respiraron. La joven dio el primer paso. Otro chico avanzó vacilante. La carrera se inició moteada por las balas que salían de ambos flancos. Los dos fueron alcanzados. Ninguno logró atrapar la bandera.
Aunque no atraparon la bandera, seguro que se lo pasaron en grande y terminaron embadurnados de pintura y con una amplia sonrisa dibujada en su rostro.
ResponderEliminarUna desestresante y colorida batalla, Clemente.
Un beso
Me gusta el giro argumental que has conseguido dar en un relato de tan solo cincuenta palabras, haciéndonos creer en un primer momento que estamos ante una historia de amor cuando se trata de algo totalmente distinto.
ResponderEliminarComo siempre, brillante.
Un beso.