La caída (III)
Es invierno y las palomas ya no traen poemas a la ventana de la señorita Edith. En México, Hugo cobija su tristeza en los brazos de una muchacha que sabe menos de poesía que de finanzas. En París, un corazón se apaga, embarrado contra el matinal murmullo de la calle.
https://www.youtube.com/watch?v=JPnRw-dnom0
ResponderEliminarAndrés, el final no es el que me hubiese gustado leer, como buena romántica que soy, pero es el esperado tal y como suele pasar en la vida. El micro estupendo como nos tienes acostumbrados. Mi enhorabuena! Un abrazo
ResponderEliminarExcelente la secuencia de esta creación en tres partes del gran Andrés Galindo.
ResponderEliminarLos finales no siempre son felices. En este caso no lo ha sido para ninguna de las dos partes. Hugo tiene un sucedáneo de dicha, que nunca llenará del todo su vacío. Lo de Edith aún es peor, en medio de una gran ciudad será una persona más que camina, pero sin vida, privada de la esencia que necesitaba para tener una existencia plena.
ResponderEliminarUn saludo
Triste y melancólico final de esta trilogía. Sensacional, Andrés.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Oh! ¿Qué ha hecho Edith? El invierno termina por pasar y tras él, llega una nueva primavera.
ResponderEliminarGran trilogía, Andrés, elegante, evocadora y poética.
Saludos cordiales.
¡Oh! ¡Qué final tan triste y qué buena trilogía! Felicidades, Andrés.
ResponderEliminarUn saludo.
Andrs una trilogía preciosa toda ella, y con un final triste, esa imagen del cuerpo embarrado impacta.
ResponderEliminarUn me gusta enorme.
Un abrazo.
Qué triste el corazón apagado de Edith, y ni hablar del cobijo de Hugo entre las finanzas. :-P No sé qué es peor. Lo que sí sé es que tu trilogía es hermosa.
ResponderEliminarUn beso.
Triste broche para una gran trilogía, pero es que la distancia resulta ser definitiva. Y aquí hay... y mucha.
ResponderEliminarVa mi me gusta y con este, un saludo muy cordial.