Martillazo
Por un momento, me sentí libre. Sin obligaciones, sin preocupaciones. Libre.
Una montaña de faldas verdes y de cima blanca. Un río limpio y puro como el cielo. Silencioso. Paz.
De repente, oigo una voz. Begoña. Me trae de vuelta. Su voz me dice: "Javier, ¿puedes leer el siguiente ejercicio?".
Una montaña de faldas verdes y de cima blanca. Un río limpio y puro como el cielo. Silencioso. Paz.
De repente, oigo una voz. Begoña. Me trae de vuelta. Su voz me dice: "Javier, ¿puedes leer el siguiente ejercicio?".
A veces necesitamos de esos momentos de ausencia para continuar con la dura realidad.
ResponderEliminarMe ha gustado la imagen de esa naturaleza magnífica y acogedora.
Un abrazo fuerte.
Gloria Arcos
Gracias por tus palabras, Gloria. La vida puede ser un lugar muy hospitalario y muy duro al mismo tiempo. Hay que sobreponerse a los problemas aunque, a veces, es necesario un receso.
EliminarA quien no le ha ocurrido algo parecido en clase. Los que tenemos la imaginación un poco desbocada somos propensos, aunque también pienso que el problema no es tanto del alumno,como de la realidad del profesor que no sabe enganchar su atención, cosa nada fácil, por otra parte. A mí me sigue pasando algo parecido en algunas ocasiones, como en las reuniones de vecinos, bendita sea la evasión contra la realidad soporífera.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por tu comentario, Ángel. Como bien señalas, hay momentos del día en los que, como por ejemplo en las reuniones de vecinos, es necesario un descanso y nuestra mente nos pide escapar a un lugar donde la quieran acoger. Siempre nos quedará la imaginación.
EliminarJavier que difícil resulta a veces mantener la atención, la mente tiene vida propia y nunca descansa. Si podemos visualizar lugares tan hermosos como el que describes al menos es un reposo, lo peor sucede cuando lo que pasa por ella son los problemas. Enhorabuena. Besos
ResponderEliminarGracias por tu reflexión, Pilar. A veces, la mente queda atada en el mundo sensible y necesita de una escapada ocasional, aunque sea solo de treinta segundos. También es duro cuando te toca tomar el tren de vuelta, tanto en la imaginación como en la realidad.
EliminarMe parece imprescindible que vuele la imaginación y sentirse libre aunque solo sea por un momento.
ResponderEliminarUn beso, Javier.
Malu.
Totalmente de acuerdo; creo que, como humanos que somos, necesitamos de la imaginación y pensar en ideales, sean alcanzables o no y, si se puede, trabajar para conseguir lo que nos hemos propuesto. Pero sin ello, solo nos queda la realidad, la cual puede ser a veces muy frustrante.
EliminarGracias, Malu.
En este relato creo que nos vemos reflejados muchos de los que aquí cohabitamos.
ResponderEliminarBien contado, Javier.
un abrazo.
Pablo.
Gracias, Pablo, por tu reflexión. Pienso que en este mundo hay muchos pensamientos que tienen que quedarse en su lugar de "fabricación", aunque nos pueden hacer esbozar una tímida sonrisa por un momento.
EliminarEse niño acabará manchando el martillo de tinta.
ResponderEliminarSaludos, Javier.
Su mente está llena de pinceles y acuarelas, pero a su alrededor se prefiere el bricolaje. Y puede pasar como en este caso que, algún martillo o taladradora, destrocen su caballete. Gracias por tu comentario, Margarita.
EliminarLa realidad siempre supera a la ficción, por desgracia en los positivistas y por suerte en los negativistas! Buen micro. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Pedro.
EliminarQuizás haya que buscar, entonces, una realidad paralela que le plante cara a la auténtica realidad, si esta última nos disgusta. :)
Me ha gustado mucho tu micro, Javier, me lleva a esos momentos de ausencia y dispersión mental a los que recurro con frecuencia y que son tan gozosos… hasta que te arrancan de ellos, claro. :) Un saludo y bienvenido.
ResponderEliminarMuchas gracias, Matrioska. Me alegro sobremanera de que te haya gustado. Nuestra mente podrá tener límites pero, por suerte, aún podemos hurgar en una realidad diferente —o ideal— para descargar esos pensamientos que, debido a que pocos comprenden, debemos contener. Gracias otra vez.
EliminarQuién no se quedó pensando, volando en otro lugar, ausente de todo, metido en un pensamiento. Luego, la realidad. Me gustó.
ResponderEliminarSaludos!
Yo pienso que es algo típico y normal. Lo no tan normal puede que sea el tener pocas personas que compartan estos pensamientos (por no decir ninguna), ya que el mundo va a una velocidad frenética. No hay tiempo para imaginar...
EliminarGracias.
Gran contenido en pocas palabras.
ResponderEliminarLlegaras lejos :)
Gracias por tus palabras; me emociona leer estas cosas, y al mismo tiempo me da mucha fuerza.
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