Siempre soñó
¡De niña siempre soñó con vivir en el mar!
Y ahora estaba nadando. Brazada, patada, brazada. Las olas le cansaban, pero ella tenía que seguir, claro.
¡De niña siempre soñó con ser una sirena!
Y ahora estaba nadando. Brazada, patada, brazada. El mar la tragaba, pero ella quería vivir, claro.
Y ahora estaba nadando. Brazada, patada, brazada. Las olas le cansaban, pero ella tenía que seguir, claro.
¡De niña siempre soñó con ser una sirena!
Y ahora estaba nadando. Brazada, patada, brazada. El mar la tragaba, pero ella quería vivir, claro.
Parece que ese sueño se convirtió en pesadilla. Angustia el final incierto, pero yo voy a a postar por más brazadas y patadas para que llegue a tierra lo antes posible.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
¡Gran apuesta! ¡Esperemos que llegue pronto a tierra!
Eliminar¡Gracias por comentar!
Un gran drama, sí señor... se publica el relato precisamente hoy, con una nueva noticia negra. Esperemos, como dice Malu, que el final del relato sea más esperanzador. Cuando la rescaten los de la Cruz Roja o Médicos sin fronteras no creo que se acerque al mar en una buena temporada.
ResponderEliminarSaludos.
Carme.
Quizá tarde en volver al mar... ¡pero seguro que se salva! ¡Gracias por comentar!
EliminarFactor sorpresa, final abierto a la imaginación o deseo de cada lector, perfecta ejecución, tono poético... ¿Qué más se puede pedir? Que este relato llegue a la final.
ResponderEliminarHe dicho.
¡Muchísimas gracias por tus palabras tan alentadoras! ¡Me alegro de que te haya gustado!
Eliminar«Ten cuidado con lo que deseas», dice un viejo adagio.
ResponderEliminarBuenísimo, poseedor de un gran lirismo y muy bien escrito.
Felicidades, Gonzalo.
¡Muchas gracias, Vicente! Efectivamente, hay que tener cuidado con lo que uno desea... puede convertirse en lo peor. ¡Gracias por comentar!
EliminarUn relato con múltiples lecturas. Por ejemplo, podría tratarse de alguien que persigue sus sueños con una perseverancia que nadie puede negar, sin que le arredren las dificultades que encuentra. También puede ser el caso de alguien inconsciente y temerario, con buenas ideas y las cosas claras quizá, pero que se lanza a por un fin de forma temeraria, sin la más mínima prudencia ni planificación.
ResponderEliminarUna estructura paralela y un final abierto que todos quisiéramos feliz, pues el personaje cae bien y se lo merece.
Un saludo
Efectivamente, hay varias interpretaciones posibles. Seguro que tú, como lector, le has dado la mejor posible. ¡Muchas gracias!
EliminarUn contraste muy conseguido entre los sueños y anhelos de la infancia donde todo es amable y bucólico, y la dramática situación de encontrarse luchando por la propia vida.
ResponderEliminarQuizá se me haya ido la olla, pero la repetitiva simetría de los párrafos me sugiere un rezo, una especie de mantra dirigido a la esperanza por vivir subrayado magníficamente por las palabras finales de los párrafos pares.
Me ha gustado tu sugerente relato, Gonzalo.
Un saludo
¡No se te ha ido la olla! Es una de las interpretaciones que le podemos dar al relato, aunque, claro, hay otras posibles. ¡Muchas gracias por tus palabras y por comentar!
EliminarHola Gonzalo, tu relato muestra que los sueños y los deseos no siempre se cumplen ni son como los imaginamos. En este caso la necesidad de salvar la vida le obliga a nadar sin fin. Un relato magnifico que nos deja un final de suspense sin saber como acabará nuestra protagonista.
ResponderEliminarEnhorabuena, me ha gustado mucho.
Un salado.
¡Muchísimas gracias, Javier! ¡Me alegra muchísimo que te haya gustado!
Eliminar¿Seguirá soñando, Gonzalo? Espero que sus brazadas, sus patadas, sus brazadas de nuevo, sirvan para algo, porque sí tengo claro (y así nos lo haces saber) que quiere seguir, que quiere vivir... Y mi deseo es que así sea.
ResponderEliminarBuena microhistoria, con una construcción paralela en tan solo cuatro párrafos, con las justas modificaciones.
Va mi me gusta y con este, mis saludos más cordiales.
Esperemos que siga soñando, esperemos que siga viviendo. ¡Muchas gracias por comentar!
EliminarBien por las historias (la de la superficie y las sumergidas) y bien por la forma.
ResponderEliminarRebien, Gonzalo
Saludos cordiales.
¡Muchísimas gracías! Saludos.
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