Amantes (I)
Él era el oscuro cruzado de una novela de caballería mediocre. Ella, la atrevida meretriz de un culebrón de escaso valor literario. Se hacían arrumacos todo el día al fondo del estante de los libros que nadie busca, mientras agradecían la exquisita erudición de los lectores que frecuentaban la biblioteca.
Silvina, este relato es una obra de arte. De los que me digo: ¡qué chulo! Ojalá se me hubiera ocurrido a mí. De los que vas leyendo y al terminar dibuja una sonrisa en mi boca por haber disfrutado muchísimo cada una de las cincuenta palabras. Una genialidad. Yo tengo una libreta donde guardo los micros favoritos de este blog y también algunos comentarios. Este micro va a mí libreta de cabeza.
ResponderEliminarEnhorabuena y gracias por escribirlo.
Un beso.
Pablo.
Pablo: Qué gran honor y qué alegría es para mí integrar esa libreta de relatos escogidos! ! Te agradezco muchísimo tus palabras, no sé si merezco tanto. Un gran abrazo.
EliminarNada más literario que los amores secretos. Menos mal que andabas tú cerca para ser testigo de sus encuentros y hacerles protagonistas de un relato de primera.
ResponderEliminar¡Precioso!
Habrá que ver si ellos están contentos de que una indiscreta como yo los esté espiando así...
EliminarGracias Patricia por tus palabras. Un beso.
Con apenas cincuenta palabras, este micro tiene un fondo más profundo de lo que aparenta. En él pueden encontrarse ideas tan variopintas como una hermosa historia de amor y redención, una reivindicación de la lectura por simple diversión, hasta una crítica mordaz al esnobismo. Estoy de acuerdo con Pablo, Silvina, este relato es grande como una catedral. Aunque yo, quizás por descuido, no tenga una libreta para preservar tesoros como este texto, lo guardaré para siempre en la memoria.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Vicente
Muchas gracias Vicente! Me gusta mucho jugar con la idea de que los personajes tienen cierta vida propia que trasciende la obra literaria, como planteaba aquella película titulada "Stranger than fiction", cuyo protagonista lograba torcer el destino trágico que su propia autora había diseñado para él. También he querido reivindicar todos los textos, incluso aquellos que no han hecho ni harán historia: quién sabe cuánto placer pueden depararnos! Me ha encantado tu análisis. Un gran saludo.
EliminarNo hay barreras que resistan la fuerza de la atracción, ni siquiera esos libros de los que salen tus personajes para encontrarse.
ResponderEliminarPreciosa historia de amor.
Saludos, Silvina.
Totalmente. Y los amores improbables suelen ser los más interesantes. Gracias y muchos saludos!
EliminarEspero que te publiquen esta historia y la pongan en la sección de honor.
ResponderEliminarFelicidades, Silvina.
Un saludo
Muchas gracias Margarita... Me conformo con que se ubique exactamente en esta sección, donde encuentra lectores tan atentos como ustedes. Un abrazo.
EliminarMagnífico!!! Un relato especial y lleno de la magia de los libros. Enhorabuena. Besitos
ResponderEliminarGracias por la lectura y la cariñosa devolución. Un beso!
EliminarUn homenaje a la lectura y a los libros olvidados y, en relación con ellos, muy logrado ese detalle sutil de agradecimiento a los lectores exquisitos que los dejan de lado, así los amantes pueden dar rienda suelta a esa pasión que parece traspasar los límites de lo literario.
ResponderEliminarBuen relato, Silvina
Un saludo
Gracias Ángel, sobre todo por rescatar esa idea... Los lectores "exquisitos", tal vez por ser o creerse tales, se pierden algunas experiencias de lectura que pueden llegar a ser memorables. Muchos saludos!
EliminarTodos los amantes buscan cobijo en las sombras para disfrutar de lo único que les importa. No es importante quienes son, su condición o pasado, sino lo que sienten; ese universo propio que sólo les atañe a ellos. Qué más da que sean obras mediocres si entre ambos componen la historia más grande y poderosa; esa que prefiere el amor en la mediocridad que la soledad entre la erudición.
ResponderEliminarUn magnífico relato repleto de ingenio que nos deja empapados con el valor de la sencillez.
Felicidades, Silvina. Y gracias por este pedazo de relato.
Antonio, te agradezco mucho tus conceptos y me alegra que les haya llegado mi historia. Un gran abrazo.
EliminarA mi me gustaría ser investigador privado para saber quien es ella y quien es el. El siempre mediocre, ella triunfadora...
ResponderEliminar¿ Lo he entendido o tengo que esconderme detrás de los libros en la estante ria que nadie elige?
Ell próximo relato intentaré hacerlo desde detras de la estantería.
Un abrazo de los dos.
Yo creo que, a esta altura, los amantes ya habrán cambiado de escondite... o de estantería! Saludos!!
EliminarOriginal historia de amor esta que planteas, Silvina. Quién sabe qué fruto puede salir de esa unión. Yo apuesto por una colección de cuentos infantiles.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Genial historia de amor, aprovechándose de las circunstancias para estar solos. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si que una genial y divertida historia, me ha gustado mucho... Felicitaciones Silvina por acertados y bien escogidos elementos para armar la historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
GRACIAS, muchas gracias a todos! Un abrazo grande.
EliminarUna gran historia de amor nacida entre personajes de segunda que se consolida apartada en el fondo del estante y parapetada entre reconocidas y preciadas obras. Muy original y bien narrado, Silvina. Mi enhorabuena. Un beso.
ResponderEliminarExactamente ese es el espíritu: son personajes "de segunda" viviendo un amor "de primera" merced a la indiferencia de todos los que así los consideran. Gracias, y un abrazo.
EliminarMagnífico relato, Silvina. Qué bien nos has sumergido en el interior de ese rincón de la librería para que conozcamos la relación surgida entre tan dispares personajes. A veces tengo la impresión de que los libros recobran su vida al abrirlos, pero ya veo que no es así. Aparte de ser un planteamiento muy original, me hace pensar en que en la vida real las cosas ocurren de un modo parecido, en cuanto muchas de nuestras mejores amistades, e incluso amores, han surgido gracias al azar: compañeros de pupitre, de trabajo, vecinos... Espero que en su caso ningún lector "vulgar" separe lo que la suerte ha unido. Enhorabuena, Silvina, y un abrazo.
ResponderEliminarYo creo que tienen vida en sí mismos, Enrique, abiertos o cerrados. Cada uno es un universo que fluye, una vez que el autor lo echa a volar. Muchas gracias por tu comentario, saludos y felicidades.
EliminarBuena historia!
ResponderEliminar... un día de les pegaron las sábanas, y para no ser sorprendidos por el bibliotecario que ordenaba los estantes, entraron corriendo en el libro de caballería, donde ella se camufló como ayudante de caballeriza..
Si los lectores no les leen, ellos se intentarán más historias.
Saludos! Y feliz año