Angustia
Al recuperar la consciencia todo estaba oscuro y en silencio. Tuvo la sensación de que habían pasado muchas horas desde que perdiera el conocimiento. Tanteando el habitáculo en el que estaba no tardó en reconocerlo como un ataúd y, conforme iba subiendo la temperatura, recordó su deseo de ser incinerado.
Jo.
ResponderEliminarPues eso, jo, qué calor. Y qué gusto leerte.
Brindo por que no perdamos el conocimiento.
Saludos navideños, Rafa
Gracias, Margarita. Yo brindo por verte reincidir en los podios.
EliminarFelices fiestas.
Si al menos le hubieran dejado el móvil, podría haber dejado un selfie para sus allegados. Para darles las gracias por respetar su voluntad, digo.
ResponderEliminarFeliz Navidad, Rafa.
Hay que pensarse bien las últimas voluntades, que luego pasa lo que pasa.
EliminarFelices, Paty.
Y la prisa que se dieron sus allegados por cumplir su última voluntad. Me huelo una herencia de por medio, o simplemente ganas de quitárselo de encima. Se ve que el médico de guardia tampoco estuvo fino a la hora de tomarle el pulso, o se dejó comprar, que también.
ResponderEliminarHumor negro de calidad, a la altura de su autor.
Un abrazo, Rafa, acompañado de mi enhorabuena por esta racha triunfadora que llevas, al tiempo que aprovecho para desearte la mejor Navidad posible.
Jo! Ángel, eres capaz de sugerir la trama de tres o cuatro relatos más con tus comentarios, a cual más interesante.
EliminarAbrazos con los mejores deseos navideños.
Estoy con Ángel: ese entierro apresurado me huele a chamusquina.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas.
Pablo
Las prisas eran para no olvidarse de cumplir su deseo.
EliminarGracias, Pablo. Buenas Fiestas.
¡Que no panda el cúnico! En dos minutos acaba todo.
ResponderEliminarBastante angustioso, sí.
Ps. Yo le he encargado a mi mujer que me clave un alfiler en el tanatorio...
Yo que me entierren con un extintor.
EliminarGracias, Plácido. Enhorabuena por tu selección en el Francisco Gijón.
Felices Fiestas.
Me encantaaaaaa.
ResponderEliminarQué buenooooooo!
EliminarAbrazos, Salvador.
Claustrofóbico y terrorífico relato, donde nuestra imaginación nos catapulta hacia las historias que dan lugar a tan caluroso final. Muy buen relato para acabar el año, Rafa. Un abrazo y felices fiestas.
ResponderEliminarTodo un regalo navideño tu comentario. Gracias, Salvador.
EliminarUn abrazo y que pases unas reconfortantes fiestas.
Qué chungo, Rafa! DEP. Un abrazo y felices fiestas, maestro.
ResponderEliminarYa le ha pasado a más de uno, aunque ninguno lo ha contado.
EliminarFelices fiestas, Belén. Mucha inspiración menú el 2016.
Puestos ya en ese punto sin retorno, ojalá pierda nuevamente el conocimiento y todo pase en un suspiro. No se me ocurre desearle otra cosa. Muy bueno, Rafa. Un abrazo y Feliz Navidad.
ResponderEliminarParece que es el calorcito lo que reanima al personaje, así que no sé...
ResponderEliminarUna gran Navidad para ti, Juana.
Pues yo elijo la incineración a pesar de todo. Peor sería despertarte metido en un nicho o bien hondo en la tierra con una losa encima. La verdad es que da escalofríos pensarlo, y a este tuyo más concretamente unos sudores bastante agobiantes.
ResponderEliminarFeliz Navidad, Rafa.
Lo que sea, incineración o sepultura, veinte días después de dejar de respirar. Cunando ya empiece a abandonarle el desodorante a uno.
EliminarMuy Felices, Asun.
Es lo que más miedo me da en esta vida. Prefiero no pensarlo. Un beso y Feliz Navidad.
ResponderEliminarEn esta vida y en parte de la otra, porque uno ya no sabe en cuál se encuentra.
EliminarBuenas fiestas, Olga.
Explotas a la perfección el atractivo de estos micros catalépticos, el cual reside en explorar el temor del lector a una muerte lenta y dolorosa.
ResponderEliminarBien, Rafa.
¡Felices fiestas!
Sí, el lector que se pone en la piel del personaje puede sentir cierto yuyu.
EliminarGracias, Vicente. Felices.
¡Ouch! Por lo menos le queda la certeza de que se respetó su voluntad...
ResponderEliminarMuy bueno, Rafa.
Un beso y ¡felices fiestas!
Sí, yo creo que se iría reconfortado con esa idea.
EliminarGracias, Sandra.
Felices y besos.
jo
ResponderEliminar(que no me sale ni una palabra más)
Eso es por el calorcito.
EliminarBesos, Luisa.
Uyyy, qué calorcito más poco apetecible, aun en este primer día de invierno. Si da yuyu incluso leerlo... Muy bueno, Rafa.
ResponderEliminarUn abrazo y ¡feliz Navidad!
Ya empieza a ser feliz la Navidad con tu comentario.
EliminarLos mejores deseos para tí.
Estupendo Rafa, un terror clásico actualizado a nuestros tiempos.
ResponderEliminarFelicitaciones y felices fiestas.
Gracias, Jean.
EliminarMuy felices fiestas.
Has clavado el título, Rafa. Es difícil encontrar un terror mayor que el de ser enterrado vivo y encima, como en este caso, 'muy hecho'.
ResponderEliminarConsigues sobradamente lo que pretendes: helar la sangre al calor de ese magnífico final.
Un saludo y feliz navidad.
Gracias, Antonio. Las muertes, los entierros, las incineraciones suelen dar mucho juego literario.
EliminarMuy Felices Fiestas.
Ja, ja. qué bueno el relato y qué buenos los comentarios y las respuestas.
ResponderEliminar¡Felices fiestas, Rafa y que vengan con el caloret del invierno, que decía aquella.
Aquella cuando hablaba del caloret pensaba en la ginebra. Bueno pues que no falte el caloret navideño, venga de donde venga.
EliminarBon Nadal, Carles.
¡Qué chungo! Y yo que le tengo dicho a todo el mundo que me achicharren sin clemencia, después de leerte, no sé si darle una vuelta al asunto. Aunque llegado el caso, prefiero el mordisco de las llamas que el de los gusanos. Un micro muy bueno, Rafa, en tu línea. Un beso.
ResponderEliminarNi en la muerte puedes esperar tranquilidad.
EliminarGracias, Matrioska.
Besos y felices fiestas.
Dicen que se han encontrado a veces arañazos en el interior de las tapas del ataúd. Parece que puede haber vida después de la muerte oficial.
ResponderEliminarBuen y macabro relato.
Felicidades.
En este caso, y si le dejaron tabaco en el bolsillo, puede que encontraran la colilla de su último pitillo.
EliminarGracias, Crispín. Feliz Navidad.
Relato muy bueno, cargado de imaginación, chispa, ironía, sencillez sintáctica, ritmo apropiado... en definitiva los elementos necesarios para el microrrelato antológico.
ResponderEliminarEn tu línea que tanto me gusta y con la que me identifico.
Un abrazo Sr. Olivares.
Estoy de acuerdo solo en lo de la chispa. Sin ella no habría relato.
EliminarGracias, ahijado, tú siempre tan generoso en tus comentarios.
Abrazo fuerte.
Rafa muy bueno tu micro. Has conseguido ponerme muy nerviosa y he podido sentir la angustia del protagonista. Enhorabuena! Besos
ResponderEliminarSin duda, Pilaqr, eres del tipo de lector que todos queremos tener, el que enseguida se mete en la piel del personaje, aunque pueda salir chamuscado.
EliminarGracias, Pilar. Besos navideños.
Desde luego angustia da un rato largo. Genial 50 tildado de humor negro. Y es que hay que tener cuidado con las últimas voluntades, a veces puedes quemarte con ellas o en ellas.
ResponderEliminarCon siempre un placer leerte Rafa, tus palabras siempre arden.
Abrazos.
Puede ser un buen colofón para alguien que en vida no haya acertado nunca en sus deseos.
EliminarComo siempre, un placer merecer tus comentarios.
Besos, Mª Belén.
En las series antiguas aquí venía un fundido de un par de segundos y luego continuaba la acción. Pero recuerdo que el protagonista acababa salvándose. En tu relato yo diría...
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre, Rafa.
Felices fiestas.
No lo va a tener fácil, no. Por lo menos le quedará el consuelo de que cumplieron con su última voluntad.
EliminarGracias, Enrique.
Feliz fin y comienzo de año.
Rafa, es muy bueno este micro, inquietante. Me sugiere que al personaje, por alguna razón, lo han declarado muerto, cuando en realidad no lo estaba. Te reitero, muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Por ahí va la suposición de angustia, Beto. A nadie que le pase, como dicen por aquí.
EliminarAbrazo.
No estaba muerto, pero tampoco estaba de parranda, ja, ja, ja ...
ResponderEliminarDesde luego, sí que da una sensación de angustia. Como dice Matrioska, voy a replantearme lo de la incineración.
Un beso Rafa y todo lo mejor para 2016.
Malu.
Incineración sí, pero que antes te troceen, así no hay riesgo e incluso se puede hacer en casa.
EliminarBesos, Malu, y un 2016 lleno de inspiración.