Atrapado por ella
Iba dando bandazos por la vida sin camino ni destino, era muy escurridizo, se dejaba llevar a la deriva, le encantaba arrimarse y picar de aquí, de allí, sin ser demasiado cercano, ni quedarse atrapado. Hasta que lo pescó ella, la caña. Fue un pescado a la plancha muy interesante.
Montse, que ocurrente historia de la transformación de un pez a pescado.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Feliz año.
Pablo.
Presumimos de ser peces libres y escurridizos en este río en el que todos nadamos, pero antes o después acabamos por morder el anzuelo, a veces con el cebo adecuado y otras no. Pretender esquivar todo el tiempo es muy aburrido. Tampoco nos limitamos a ser piezas susceptibles de ser atrapadas, sino que lo alternamos con echar la caña o la red a otros y otras. Es un juego entretenido, como tu relato, que además es muy simpático.
ResponderEliminarUn abrazo, Montse. Feliz año
Algunos peces escurridizos se vuelven de lo más interesantes cuando se atrapan. ;-) Simpático micro, Montse. Felicidades y un beso muy grande, guapa.
ResponderEliminarMuy buen relato, Montse, entre la metáfora y la fábula, que tras llevarnos a un sorprendente desenlace, se despide con una frase llena de efecto que lo convierte en algo más grande. Otra muestra del gran talento que atesoras.
ResponderEliminarEnhorabuena y Mucha Felicidad en estas fechas y en el año que viene. Un fuerte abrazo.
La curiosidad mató al pez, o algo así dicen por ahí.
ResponderEliminarSimpático y didáctico relato, Montse.
Un abrazo y Felices Fiestas.
Tal vez seamos peces nadando sin rumbo hasta que somos pescados y pasados por el fuego de la convivencia hasta acabar unos en su punto, otros poco hechos y la mayoría, quemados. Muy bien llevado el doble juego entre amor y pesca, Montse.
ResponderEliminarUn saludo y feliz año.
Por favor, qué bueno es tu relato Montse, esa metáfora con los peces es lo más.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con todos los comentarios, que son de lo más originales. Pero leyendo el de Antonio no he podido evitar reírme a carjajada limpia por lo de "pescado quemado".
Un beso fuerte y todo lo mejor para 2016.
Malu.
Hola chico@s! Me alegra que os haya gusta el micro. La verdad es que es una similitud el propio vivir de aquel pez bajo su naturaleza acuática como el de un ser humano que al fin y al cabo va tomando decisiones unas veces con mejor suerte y otras no con tanta hasta el punto de que el pez se vio atrapado en aquella caña y el ser humano en su propia trampa de rutina y compromisos. Espero que este año esté repleto de letras que nos endulcen el día a día como hasta hoy, gracias a todos sois unos artistas estupendos os deseo lo mejor para el año nuevo! Besos guap@s!
ResponderEliminarYo sí que he picado. Al leer el título, he pensado que el micro iba de alguien que caía en brazos de un amor irresistible; luego, me he encontrado con un aparente picaflor de vida a la deriva. Pero resulta que no, que al final era un pez que acaba mordiendo el anzuelo. Eso sí, todos somos a veces un poco ese pez. Muy bueno el simil, Montse. Te deseo lo mejor para el 2016 y que nos sigamos leyendo por aquí y por allá. Un abrazo.
ResponderEliminarEl destino que siempre es mortífero.
ResponderEliminarMontse, un micro muy ingenioso. Ese paralelismo entre la vida de un conquistador picaflor y la de un pez. A ambos los atrapa la caña que menos esperan. Enborabuena amiga. Besazos
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