Condena
Fue encerrado en un cuartucho donde sólo había una mesa, una silla, una pluma y un cuaderno. Estaba obligado a escribir un relato de cincuenta palabras a cambio de su liberación. Era terrible ser presa de un juego absurdo. No había escapatoria, cogió la pluma y cumplió la condena.
Has cumplido con creces la condena, Juan Manuel, así que me parece que no nos va a quedar más remedio que liberarte. Simpático y original estreno. Felicidades y bienvenido a esta tu casa. Un saludo.
ResponderEliminarSe lo pusieron fácil, José Manuel, seguro que lo hizo espléndidamente.
ResponderEliminarEnhorabuena y bienvenido.
Un saludo y ¡feliz Navidad!
Rectifico: Juan Manuel. ;)
ResponderEliminarPues sí, en algunos momentos, tener que rellenar una hoja de papel puede ser una condena.
ResponderEliminarSaludos navideños, Juan Manuel
Cuando se escribe obligado por las circunstancias en vez de hacerlo por un deseo nacido de uno mismo... el hecho de escribir se transforma en una terrible condena.
ResponderEliminarDulce condena a la que espero que te sometas todos los meses para deleitarnos con tus micros. ¡Bienvenido!
ResponderEliminarFelices fiestas y espero que 2016 venga cargado de buenos deseos y de muchos relatos de cincuenta palabras.
Pablo.
Juan Manuel, bienvenido a nuestra familia. Espero que tu protagonista le haya cogido el gusto a los micros de 50 palabras y el próximo lo escriba de forma voluntaria. Muy buen estreno. Felicidades. Besos
ResponderEliminarY bien cumplida que la cumplió.
ResponderEliminarSaludos cordiales y bienvenido, Juan Manuel.
Valero/URL Muchas gracias por el espacio y los comentarios. Es un privilegio publicar en cincuenta palabras. Un saludo desde México y mis mejores deseos para el 2016. Un abrazo, Juan Manuel Valero
ResponderEliminarLo de "Nombre/URL" es una opción que se elige antes de comentar, para evitar poner "Anónimo", pero tú ya tenías cuenta. ¡Me ha hecho gracia que lo pusieras como parte del comentario!
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