Cuento de la luna roja
Caperucita y Lobo Feroz han dejado en sus cunitas a sus siete retoños. Cada uno lleva el nombre del día de la semana que los vio nacer:
Lunes, Tristón; Martes, Trabajador; Miércoles, Sabio; Jueves, Mudito; Viernes, Tímido; Sábado, Distraído; Domingo, Resfriado; y el último, Gruñón. Vaya, me han salido ocho.
Lunes, Tristón; Martes, Trabajador; Miércoles, Sabio; Jueves, Mudito; Viernes, Tímido; Sábado, Distraído; Domingo, Resfriado; y el último, Gruñón. Vaya, me han salido ocho.
Qué título tan bonito. Dicen que los cuentos infantiles están llenos de símbolos. Este podría enseñarnos que no hay nada seguro y que, aunque todos crean que dos más dos son siempre cuatro, a veces, también son veintidós. Y que la luna, cuando quiere jugar, es roja.
ResponderEliminarBienvenido, Pepe.
Gracias, Patricia, la luna puede ser roja o verde o de cualquier otro color todavía no inventado de ese país llamado fantasía.
Eliminar¿Es posible jugar con cuentos tan arraigados en nuestra cultura? Tu relato nos muestra un camino para encontrar nuevas posibilidades entre sueños infantiles.
ResponderEliminarMuy bueno, Pepe.
Saludos.
En realidad los cuentos no se mezclan, es cosa del marcapáginas, que al cambiar de libro se lleva detrás todas las historias.
EliminarSaludos.
Yo diría que aquí el octavo en discordia es Trabajador, claro que si Gruñón nació bajo la influencia de la luna roja, no digo nada. Si alguien se preguntaba de dónde habían salido los siete, perdón, los ocho enanitos, ya nos has sacado de dudas. Un micro que es un cuento con mucho cuento e invención. Me gusta su originalidad, Pepe. Un saludo y bienvenido.
ResponderEliminarGracias, por la bienvenida.
EliminarPodríamos al octavo día ponerle el sobrenombre del Gruñón. Lo que pasa después de una siesta demasiado larga que te levantas con mal humor.
La luna roja ha puesto un nuevo retoño a los protagonistas de los cuentos. Muy bien contado, sí señor.
ResponderEliminarUn abrazo, Pepe.
Pablo
Un abrazo, Pablo. Un placer participar en la iniciativa.
EliminarUf! Qué lindo lío armó esa luna! Bien por la originalidad del cuento. Saludos!
ResponderEliminarSaludos, Mónica. Eso de que se acuesten en la cama de la abuelita me dio qué pensar.
EliminarLo bueno de los cuentos es que todo es pura fantasía, ¿o no?
ResponderEliminarUn saludo, Pepe
Muchas gracias, Mar Brezo, es un placer hallarte en el país de los cincuenta. Saludos.
EliminarMuy original la mezcla de cuentos!
ResponderEliminarSaludos y bienvenido.
Carme.
Es muy fácil, si metes en la madriguera del conejo a Peter Pan, ¿qué ocurriría con su sombra, se casaría con Alicia?, A la pobre Wendy, la dejó con su recién nacido en el país de siempre jamás, y ahora trabaja en la barra de un bar. Saludos Carme.
EliminarCon esta luna roja queda demostrado que en los cuentos todo es posible.
ResponderEliminarBesos Pepe, bienvenido.
Malu.
Fantasía es nuestro paisaje. Gracias por la bienvenida, Malu.
EliminarCuando la imaginación se acompaña de la fantasía surge un relato tan bonito y original como el tuyo. Bienvenido, Pepe.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Fina. Un placer, estar aquí.
EliminarPepe, buena idea la de fusionar los personajes de distintos cuentos. Me ha gustado muchi. Un abrazo.
ResponderEliminarLos personajes de los cuentos están deseando volver aunque sus historias se mezclen. Son seres muy animados. Abrazos.
EliminarQue divertido micro, me ha echo reír, jajaja.
ResponderEliminarSaludos y felicitaciones.