Declaración de intenciones
—Ya no firmo más despidos —decidió—, y levantó el índice como si pidiera la palabra. Ante dos docenas de ojos pasmados se lo introdujo en la boca hasta la segunda falange. Una vez bien ensalivado, lo sumergió en la taza del consejero delegado y removió hasta disolver todo el azúcar.
¡Caray! El lenguaje corporal elevado a la máxima potencia, Belén, magistralmente descrito. Este mes hemos coincidido en tratar el tema de los despidos, je, je, je.
ResponderEliminarUna joyita.
Saludos.
Está muy buen descrita la recreación de esta sutil variante de la peineta, Belén. Parece como si todo se desarrollara a cámara lenta, con todos esos ojos abiertos como cucharillas de café asistiendo a un suicidio profesional entre incredulidad y admiración.
ResponderEliminarUn gran relato que construye un argumento sencillamente genial.
Enhorabuena Belén.
Un saludo.
Genial escenografía de una ruptura, seguro que también ha disuelto su mala conciencia. Un abrazo, Belén.
ResponderEliminarSi hubiese muchas personas con esa determinación en los equipos de dirección de las empresas, otro gallo nos cantaría. Excelente relato, Belén. Enhorabuena y un abrazo.
ResponderEliminarMagnífica escena, Belén, que nos permite ver perfectamente todos los detalles: esas caras sorprendidas y esa actitud decidida y sorprendente del protagonista.
ResponderEliminarEnhorabuena y un abrazo.
Lo que no sé es por qué no lo hizo con el dedo corazón, porque además de ser un dedo sentimental, hubiese matado dos pájaros de un tiro, pues pediría la palabra y a la vez les hacía una peineta de esas de "... ¡que os den por ...!
ResponderEliminarAunque me temo que si así lo hiciera, así lo despidieran por lo que pronto se arrepintió y sólo el azúcar disolvió.
Buen relato amiga Belén y que como otras veces, me deja con una duda en el aire. Te gusta hacernos pensar mientras tu te das unos fabulosos viajes por todo el mundo. Me dan envidia, pero envidia de la malaaaaa!!!
Un abrazaco amiga.
Belén, el micro impecable! Cualquier abuso consigue llevar al hartazgo a cualquiera y tu protagonista ya está harto. El gesto no está mal, pero tal vez lo debía de haber hecho antes. Muy bueno Belén. Enhorabuena! Besos
ResponderEliminarCómo me gustan las sorpresas de este estilo, Belén. Esa actitud es como un bálsamo que revela que, al final y por suerte, no son todos iguales.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un beso.
Belén genial micro, una forma muy original de tu protagonista de decir hasta aquí hemos llegado, pero tal vez debía haber tomado esa decisión antes.
ResponderEliminarTe mando un me gusta y un beso.
Si hubiese más personas como tu protagonista, con la integridad por delante y la valentía de plantarse ante la injusticia, otro gallo nos cantaría. El problema, aparte de que va a terminar en la calle, es que la empresa encontrará rápidamente un sustituto. Si no fuera así, no tendrían más remedio que aceptar que las personas no son piezas sustituibles o desechables.
ResponderEliminarAdemás de escribir como lo haces, eres versátil y variada en los temas, Belén.
Te mando un abrazo grande, Belén y casi, casi ya, mi deseo de que pases una feliz Navidad.
Muy bueno. Mi enhorabuena!!!! Un poco de "eso" hace falta. Un abrazo ,muy fuerte
ResponderEliminarCuántas veces me hubiera gustado hacer cosas de ese tipo cuando me ha tocado un "mierda" por superior... Hacer algo que les deje boquiabiertos y largarme dando un portazo. Enhorabuena. Me encanta!!!
ResponderEliminarMuchas gracias y besos a todos. Un pequeño sueño en cincuenta palabras, aunque la realidad casi nunca sea así.
ResponderEliminarContundente 50. Una imagen entre genial y arriesgada para su futuro, una integridad valiente y harta de injusticias. Desde luego seguro que se habrá quedado aparte de endulzado tranquilo.
ResponderEliminarTienes magia en las letras, de una situación haces todo un mundo de realidad irreal y nosotros lo sentimos como si estuviéramos en esa misma sala con nuestro café bien sujeto en nuestras manos por si acaso.
Besos enormes bellezón.
¡Genial! Has convertido a tu protagonista en mi héroe. Muy divertido y bien escrito, lo que no es una sorpresa.
ResponderEliminarUn besazo, Belén, me ha encantado.
Pablo.
Esa sí que es una clara declaración de intenciones. Creo que tanto al consejero delegado como al resto de esbirros, les habrá quedado más que clarinete. :) Muy buen micro, Belén, tanto en la forma como en el fondo. Felicidades y un beso, guapa.
ResponderEliminarJa, ja, ja, muy bueno sí señora. Estoy segura de que a más de uno le hubiera gustado hacerlo en más de una ocasión. Y también de que más de un jefe se lo tiene bien merecido.
ResponderEliminarTe mando un beso fuerte, querida Belén.
Malu.
Divertidísimo y bueno, Belén. "Me gusta" Feliz Navidad.
ResponderEliminarGenial como siempre, Belén. Una sugerente versión del "cagarse en la moqueta" como rebeldía laboral. Un besazo.
ResponderEliminarNo puedo evitar imaginar otra película... Perdóname, Belén, por el atrevimiento, pero me acuerdo de "Garganta profunda".
ResponderEliminarFelicidades por el relato.
Un abrazo.
Perfecto. Si yo pudiera lo haría pero, como dice Isidro, utilizaría el dedo corazón, es más expresivo.
ResponderEliminarVisual y contundente, Belén, tu relato. Y deseado también.
ResponderEliminarVa mi me gusta (y ya me gustaría que ese deseo se hiciera realidad en más de una empresa) y, con este, mis mejores deseos para estas cercanas fiestas y que nos sigamos leyendo en el próximo año.
Un beso.
Veo que lo del dedo corazón tiene muchos adeptos, pero he probado a metérmelo en la boca hasta la segunda falange para ensalivarlo bien y es algo complicado, jaja. Aprovecho para desearos a todos muy felices fiestas y entrada de año. Cincuenteros, sois una gente magnífica. Besos.
ResponderEliminarMe uno alos comentarios anteriores, Belén. me ha parecido un relato magnífico.
ResponderEliminarYa puestos en harina, me he imaginado un escena paralela en un segundo plano: los trabajadores que habían de ser despedidos, al otro lado de la puerta, con los dedos cruzados.
Besos.
No has podido ser más gráfica, Belén. Haces muy difícil eso de que "una imagen vale más que mil palabras"; el que lo dijo, no te conocía.
ResponderEliminarUn beso navideño
La mejor de las revoluciones pacíficas podría comenzar perfectamente así, con un simple gesto de una sola persona. Un magnífico ejemplo a seguir, Belén. Me ha gustado mucho además el modo en que lo has contado.
ResponderEliminarEnhorabuena y un abrazo.
Estupendo Belén, el título lo dice todo. Me ha gustado mucho. Mis felicitaciones y buenos deseos para esta navidad.
ResponderEliminarQué idea más estupenda... me sumo a la protesta.
ResponderEliminarUn buen micro, con una redacción exquisita...
Un abrazo con el deseo de que en este nuevo año nos sorprendas con tan buenas historias como esta.