El verdugo disciplinado
Wheaterbee era el verdugo de la prisión central del estado de New Hampshire. En unas vacaciones violó y asesinó a dos mujeres.
Fue detenido, juzgado y condenado a muerte.
La noche anterior al día señalado, y en un alarde de extrema profesionalidad, se colgó de una viga de su celda.
Fue detenido, juzgado y condenado a muerte.
La noche anterior al día señalado, y en un alarde de extrema profesionalidad, se colgó de una viga de su celda.
Ja, ja, ja. El deber ante todo. Se dice que «el que a hierro mata, a hierro muere», o la soga en este caso.
ResponderEliminarBuen micro, Josep.
Saludos.
Sí, el deber ante todo, pero menudo pájaro...!
EliminarMe voy a apoyar en un refrán, como ha hecho Vicente, pues parece que en este caso no se ha cumplido eso de "en casa del herrero, cuchillo de palo". El ejecutor ejecutado por sí mismo, un ejemplo de ironía y de que, como tanto se dice ahora con los casos de corrupción, la justicia es para todos.
ResponderEliminarUn saludo
Disciplina, americana en esta caso, no inglesa...
EliminarUna narración clara, con las palabras precisas para contar la historia. Uno de esos mi-cros que encuentro estupendos.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Beto.
EliminarUn saludo, amigo
Hablar de muertes, violaciones y asesinatos y arrancar una sonrisa es complicado, pero tú lo has conseguido.
ResponderEliminarUn saludo, Josep
Complicado y no agradable en este caso, pero la ironía no ha de faltar...
EliminarGracias de nuevo, Margarita.
Desde luego que sí, muy disciplinado. Una historia muy fria, pero muy bien contada.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
Fría y que congela el alma.
EliminarGracias, Malu .
¡¡Vaya que sí era disciplinado!! ¡Y todo un profesional! ¿Quién mejor para llevar a cabo una sentencia que quien sabe cómo conseguir ejecutarla de una manera precisa? Si llegan a condenarlo a la silla eléctrica, tal vez hubiera terminado metiendo los dedos en un enchufe (¡Es broma!).
ResponderEliminarBuen microrrelato, Josep. Va mi me gusta y te doy mis felicitaciones por tu historia, donde mezclas crimen y cierta sorna. Y eso no es nada fácil.
Un abrazo.
Gracias, J.A.
EliminarEs cierto, aunque la pena de muerte no es ninguna broma (leer en mi blog mi relato "40 años"), intenté darle la ironia que siempre merece el lado oscuro de la humanidad.
Un micro muy redondo. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn saludo.
Redondo como el lazo de la soga, amigos.
EliminarGracias, Raquel y compañía.
Deformación profesional un tanto surrealista la de ese maldito violador.
ResponderEliminarBuena idea la de un verdugo auto-ejecutándose y bien llevada la historia, Josep.
Un saludo
Auto-ejecutándose... Esa es la cuestión.
EliminarGracias, Antonio
Muy bueno!
ResponderEliminarGracias, Noelia y compañía !
EliminarAsí cumplió su última voluntad, demostrando que era verdugo hasta consigo mismo, aunque se podría haber quitado antes del medio la verdad. Muy ocurrente. Saludos
ResponderEliminarOcurrencia la tuya, Juana. Es cierto, yo también pienso en eso cuando veo los casos de homicidios machistas y que se quita la vida luego el asesino... podría haber pensado en hacerlo al revés!
EliminarSaludos
Genial el título y rotundo relato. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo
Gracias Pablo. La verdad es que, ahora que pienso, el título es bueno, bueno...
EliminarUn abrazo
Es posible que no se fiase y quisiese hacer él mismo, como experto en la materia, un buen trabajo. Original micro, Josep. Un saludo.
ResponderEliminarJajaja, sí, en esos momentos está uno como para no fiarse !!
ResponderEliminarGracias, amigo.
El hombre era un buen trabajador,, le ahorró trabajo al sustituto. El relato genial,
ResponderEliminarresponde al titulo.
Saludos
Creo que no hubo sustituto. Al día siguiente se abolió la pena de muerte en ese estado...
EliminarGracias, Jose !