Emboscada
Sé que no debo hacerlo, pero si me lo pide obedeceré y distraeré a los que lo acechan, para que pueda salir a satisfacer su obsesión por las niñas.
Pero esta vez no me encontrará cuando vuelva. Yo estaré sentada entre los que esperan y seré la primera en disparar.
Pero esta vez no me encontrará cuando vuelva. Yo estaré sentada entre los que esperan y seré la primera en disparar.
Ese "pero" con el que comienza el segundo párrafo lo cambia todo, le da la vuelta al contenido del principio, y produce un alivio extraño y necesario después de la desazón inicial.
ResponderEliminarEnhorabuena, Crispín.
Un saludo y felices fiestas.
Las personas más cercanas, las más queridas o dependientes, pueden estar ciegas hasta el momento en que se pasa la línea roja. Puede que entones el miedo, la sensación de impotencia o las falsas esperanzas las atenacen.
ResponderEliminarSiempre hay un límite que no se puede sobrepasar y que te obliga a dar una respuesta decidida o te convierte en cómplice.
Gracias por tu comentario, María Jesús, y feliz Navidad
Oscuro relato el que nos compartes, Crispín, pero con mucho fondo. Narrado desde el punto de vista de alguien cercano a un monstruo, humano o no, que sin embargo se da cuenta debe hacerse justicia.
ResponderEliminarMuy buen micro.
¡Felices fiestas!
Debe ser muy difícil descubrir que quien tienes al lado es un monstruo y, una vez descubierto, actuar en conciencia, aunque ello no justificaría su silencio.
EliminarGracias.
Felices fiestas.
Le disparará la primera y el muy cúbico pensares: tú la primera, por qué.
ResponderEliminarGran relato, y ya van muchos en tu haber, Crispín.
Un saludo y felices fiestas.
Pablo.
Gracias por tu comentario y Viniendo de ti lo valoro más
EliminarFelices fiestas, Pablo
Le disparará la primera y el muy ingenuo pensará: "Tú la primera, por qué". Esto es lo que debía poner arriba pero el autocorrector me jugó una mala pasada.
EliminarGran relato, y ya van muchos en tu haber, Crispín.
Un saludo y, de nuevo te deseo felices fiestas y un 2016 lleno de grandes micros como a los que nos estás acostumbrando a regalar.
Pablo.
Así lo interpreté, lo de pensares estaba claro que se refería a pensar y le daba sentido a la frase, lo de cúbico, no estaba tan claro, ingenuo está bien, la visión sesgada del delincuente.
EliminarIntento imaginar lo que ha pensado, y vivido, esta mujer hasta llegar a tomar esa decisión y por qué lo hace en este momento.
ResponderEliminarHistoria abierta que pone los pelos de punta.
Un saludo navideño, Crispín
Como bien dices, en este relato he querido dar por conocida la imagen del agresor, para sacar a la luz a una de las personas que lo rodean, que viven con él esa situación tan dramática y sufren la duda e impotencia hasta que toman conciencia de la realidad.
EliminarGracias, Margarita, y felicidades.
Bien retratado ese momento de perplejidad de la protagonista, ante la duda de si ayudar al monstruo o impedirle actuar, con autojustificación incluida, pero, lo mire por donde lo mire, no auguro ningún final feliz.
ResponderEliminarFelices fiestas, Crispín
Como bien dices, no habrá final feliz. Otra cosa es que cada uno encuentra lo que busca y carga con sus responsabilidades. Un mal final para el agresor puede ser una buena noticia para mí, con las víctimas compartiremos el dolor y con la protagonista de la historia, habría que hacer el cuento más largo para ver su implicación.
EliminarGracias por tu comentario y felicidades
Difícil decisión la de tu protagonista, cambiar el papel de consentidora del mal, por el de justiciera. Felicidades, Crispín, muy buen relato. Un saludo.
ResponderEliminarAsí es, llevado a límites extremos, pero a otro nivel, son muchas las veces que hay que cambiar de tolerante a rebelde. En esos casos puede que también sea bueno.
EliminarMuchas gracias por tu comentario y felicidades.
Crispín, celebro que tu protagonísta decida acabar con el monstruo que vive con ella, aunque le duele sabe que es lo correcto que debe hacer. Enhorabuena! Besos
ResponderEliminarProbablemente le duela y le cree cierto sentimiento de culpa, pero le libere la conciencia.
EliminarGracias y felicidades.
Valiente decisión la de tu protagonista, una historia dura con final feliz para muchas y "justo" para el monstruo.
ResponderEliminarEnhorabuena Crispín, gran relato.
Besos.
Malu.
Gracias Malu. Hay momentos en los que el valor y la decisión supera a la prudencia. Cada uno será juzgado (o no), por sus actos.
EliminarEstupendo relato, Crispín. Y grande el juego sicológico que nos describes en tan breve espacio. No es tan difícil ser manipulados por los que tenemos cerca, sobre todo cuando se confía en ellos. Nunca es tarde, sin embargo, para abrir los ojos y actuar en consecuencia.
ResponderEliminarEnhorabuena y Feliz Año 2016. Un abrazo.
Efectivamente, la posibilidad de manipular y ser manipulados es grande y la capacidad de autojustificación, también. El problema es que cuando se comprende, salir de ese círculo puede ser muy difícil.
EliminarGracias por tu comentario y feliz año.