Fin (Adornos vocales IV)
Sufrí tu ruin discurrir y tu mitin sin pulir, mi sinvivir; difícil cruz vivir tus intríngulis; inútil dirimir sin discutir ni distribuir bilis.
Tu rictus, un misil. Tu cutis, un iglú. Tu iris, un bisturí. Suprimí tu mili sin finitud, ¡bici sin sillín! Huí, fluí, viví; diluí un currículum gris.
Tu rictus, un misil. Tu cutis, un iglú. Tu iris, un bisturí. Suprimí tu mili sin finitud, ¡bici sin sillín! Huí, fluí, viví; diluí un currículum gris.
Ha sido un auténtico privilegio disfrutar de esta serie tuya, Antonio. Excelsa.
ResponderEliminar¡Feliz fin de año!
Privilegio el mio de poder contar siempre con tus comentarios de apoyo, Vicente. Un abrazo y te deseo el mejor 2016.
EliminarNos has tenido en un sinvivir preguntándonos cómo ibas a resolver la historia con estas difíciles vocales y ya tenemos la solución al intríngulis.
ResponderEliminarBien sabes que tengo un sentimiento dual hacia tus adornos vocálicos: deseo que terminen porque me limitan las imágenes y, a la vez, me quedo pegada en la pantalla leyéndolos una y otra vez hasta que, totalmente concentrada, les arranco el significado y, entonces, los vuelvo a leer otra vez más y otra para disfrutar el cosquilleo que produce la posición casi inmutable de la boca al pronunciar una única vocal.
Hemos llegado al final, como indica tu título consciente, y las palabras cortas fluyen en el texto y le imprimen un ritmo vivo y dinámico que casa a la perfección con la destrucción de ese currículum gris.
Anda que... me da en la nariz que tanto quejarme y ahora lo voy a echar de menos.
Y con todas las vocales, aprovecho para desearte una felices fiestas y un abrazo con beso navideño.
Sé que no han sido relatos fáciles de leer y que la restricción de vocales supone un escollo para encontrar su significado. Ese era el mayor reto, por eso te agradezco mucho tu empeño en arrancar esos significados y que trates tan bien a lo que escribo. Y sobre todo te agradezco que hayas aceptado jugar conmigo.
EliminarUn placer volver a recibirte en la casa de los comentarios, a la que siempre vienes con una vitalidad y generosidad que son un regalo y una motivación.
Mis mejores deseos para el año entrante y un gran abrazo estrujantemente cariñoso.
Has resuelto tu aventura vocal y aún me pregunto cómo lo habrás hecho. Te aplaudo por encontrar las palabras y darle sentido a los cuatro relatos.
ResponderEliminarTe mereces una gran ovación.
Enhorabuena, Antonio.
Un abrazo y feliz año nuevo.
Pablo.
Agradezco especialmente lo de la ovación porque tú eres un experto en ellas. Te confesaré un secreto, decidí poner todo mi empeño en embarcarme en estos relatos en parte por gente como tú, que con talento y magia consigues que simples escritos encuentren acomodo en esta caja torácica.
EliminarUn gran abrazo, Pablo y que el año que viene pase sin sobresaltos y lleno de cosas buenas para ti y los tuyos.
Final de tu epopeya vocálica con una crítica ácida y soberbia. Nos has dado una masterclass de creatividad y valentía durante toda la serie, Antonio.
ResponderEliminarSigue sorprendiéndonos en 2016, por favor.
Un gran abrazo de murciélago, con todas las vocales.
¡Qué decir cuando la creatividad en persona te habla de masterclass sobre ella!
EliminarEl sentimiento infundido por tu comentario se resume en una sola palabra, también con las 5 vocales: ¡Euforia!
Feliz 2016, maestra. Un fuerte abrazo.
Un placer y un privilegio, Antonio, que hayas adornado esta página con cuatro micros que graparé como uno solo en mi recuerdo. Un abrazo y felices fiestas.
ResponderEliminar¡Uff!, Salvador, gracias. El privilegio es mio por haberme permitido llegar a ese rincón de tu recuerdo.
EliminarUn fuerte abrazo y feliz año nuevo.
“Tu rictus, un misil. Tu cutis, un iglú. Tu iris, un bisturí.” ¡Qué grande eres, Antonio! A ver qué te inventas ahora, porque te has puesto con este reto muy alto el listón. :) Lo has conseguido y nos has regalado una muy buena, valiente y cuidada serie. Enhorabuena y un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias Matrioska. Es un orgullo que te haya gustado. El listón alto no lo pongo yo, que más quisiera, me lo pone gente que escribe como tú y me obliga a intentar estar a la altura.
EliminarUn beso muy grande.
Antonio, has demostrado perseverancia y trabajo concluyendo lo que empezaste hasta el final. Con la "u" es todavía más difícil, pero aquí está, o al menos me parece a mí ver, la historia de una pareja en tensión, que no congenia, con gran frialdad entre ellos, relación que concluye con la marcha o más bien huida de una de las partes.
ResponderEliminarMe uno a las peticiones para una nueva serie o algo tan original como lo que hoy concluye, consciente de que es más fácil pedirlo que hacerlo, pero a la vista está que tienes capacidades sobradas para ello.
Un abrazo y buena entrada y salida de año
Una vez más has bordado la interpretación de la historia, querido Ángel, y sí, la verdad, estoy satisfecho de haber cumplido el propósito de terminar esta serie de rebuscados relatos monovocálicos. Mi siguiente reto es seguir aprendiendo de ti y de otros excelentes narradores que pobláis esta pequeña escuela digital que pone el mundo en letra.
EliminarUn fuerte abrazo y muy feliz año nuevo.
Querido Antonio, a mí me matas con este fin de tu serie "Adornos vocales". Soy incapaz de espresar con todas las letras del alfabeto la originalidad, la creatividad y la imaginación que derrochas, no me queda nada más que darte las gracias por este regalo y felicitarte por estos micros.
ResponderEliminarY, al igual que Matrioska, me guardo estas tres frases: "Tu rictus, un misil. Tu cutis, un iglú. Tu iris un bisturí." y ya con esto me quedo tan satisfecha.
Un beso enorme Antonio, pido al 2016 que nos sigas regalando tus letras, por favor.
Malu.
Las gracias te las doy yo a ti, Malu, por animarme y empujarme a seguir y por ser un ejemplo de cómo contar historias.
EliminarUn beso muy grande y feliz año.
Muy bueno, Antonio. Todo el micro me parece una genialidad y ni hablar de la última frase que, a mi criterio, brilla: "Huí, fluí, viví; diluí un currículum gris".
ResponderEliminarUn abrazo y ¡feliz año!
Gracias Sandra por sacar brillo a mis palabras. Me siento muy feliz de que te haya gustado.
EliminarUn besazo y feliz año.
Antonio, sí que te has empleado a fondo para regalarnos esta serie de relatos tan originales. Me parece una tarea difícil, pera al leerte es como si te saliera natural. Es una pena que haya llegado el “fin”. Te felicito, muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Cierto que me he empleado a fondo, y no es para menos dada la calidad que mes a mes plasmáis por escrito. Ya lo he dicho antes, considero este lugar como una escuela donde se disfruta y aprende, y compartirlo es un privilegio.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras Beto, son muy estimulantes.
Un saludo
Y al final, llegó el final, que cantaba el maestro Sabina. Excelente trabajo, Antonio, tanto este último relato como la serie que culmina.
ResponderEliminarY ahora, espero expectante tus nuevas letras. ¡A ver qué nos cuentas!
Abrazo, amigo.
Pues eso digo yo: ¡a ver qué os cuento yo ahora! Seguramente algo se me ocurrirá, aunque este mes de enero tendremos 'baile de máscaras' y habrá que esperar a febrero para saber quién es quién.
EliminarTe aseguro que la espera es mutua, Notincgas. Gracias por tu reconocimiento a mis vocales.
Un fuerte abrazo y te deseo un año lleno de inspiración. Yo empezaré el año tomándome las doce musas.
Fantástico este final de adornos vocales. Toda una maestría al crearlos, todo un mundo de palabras contenidas en solo una vocal, todo un reto conseguido.
ResponderEliminarFelicidades por ello. deseo que sigas sorprendiéndonos con tu buen hacer en este mundillo de 50.
Un abrazo Antonio,
Gracias Belén, te agradezco enormemente tus halagos. Como ya he dicho, intentaré estar a vuestra altura en los relatos venideros.
EliminarUn abrazo.
Te propusiste esta tarea tan difícil y la has conseguido con creces. Magnífico cuarteto de micros el que acabas de concluir, Antonio.
ResponderEliminarMe parece tan difícil que no se me ocurre intentarlo.
Un abrazo, maestro, y feliz año.
Si lo intentaras, seguro que saldrías más que airosa, eso sí, hay que echarle un rato...
EliminarAunque me venga grande lo de maestro no sabes cuanto te lo agradezco, Asun. Te deseo un muy feliz año 2016 que a buen seguro compartiré contigo una vez al mes.
Un abrazo.
Todo tiene su fin (magnífico título, por cierto). Y aunque el primer sentimiento en este caso es de pena, también hay expectación por ver qué viene después; ¿un Antonio libre de ataduras o un nuevo reto? Por lo pronto has dejado una serie para coleccionar, de gran altura, en la que la calidad de las historias no ha sido inferior a la dificultad de su construcción, incluida por supuesto esta última, condenada de antemano a resultar afilada y tensa, y que has resuelto con frases sublimes y poéticas.
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena por todo ello, Antonio Bolant. No quiero ni imaginar lo que puedes dar de sí después de recargarte con esas doce musas.
Un abrazo y Felices Fiestas.
Gracias Enrique. No recuerdo si te lo he llegado a comentar pero quiero que sepas que eres uno de mis referentes; por las historias que cuentas y por cómo las escribes. Por tanto, tu valoración sobre mi serie la coloco en mi rincón de los trofeos.
EliminarUn fuerte abrazo y feliz año nuevo.
Pues una vez más me demuestras que sí se puede... (no quiero repetirme diciéndote lo mucho que valoro lo que haces... aunque creo que acabo de hacerlo... ;-))
ResponderEliminarUn abrazo y un felicísimo 2016, Antonio.
Gracias Rosy, por estar ahí y por valorar mis escritos. Tú, que manejas tan bien las palabras.
EliminarTe deseo un gran año 2016 y, de entrada, te mando un fuerte abrazo.
Antonio por fin has concluido tu puzzle de vocales. Un gran trabajo. Enhorabuena
ResponderEliminarMe alegra que te lo haya parecido, Pilar. Muchas gracias.
EliminarUn saludo.