Hilos rotos
Mientras lo inmovilizaba con sus propios hilos, repasaba mentalmente la coreografía; cada uno de los sutiles movimientos que dibujaban sus dedos en el aire.
Cuando logró tenerlo maniatado, abrió la puerta para salir al escenario, no sin antes volverse para dedicarle una ligera inclinación, a modo de reverencia, al titiritero.
Cuando logró tenerlo maniatado, abrió la puerta para salir al escenario, no sin antes volverse para dedicarle una ligera inclinación, a modo de reverencia, al titiritero.
Con esta "emancipación" de las marionetas nos dejas una lección de múltiples y variadas interpretaciones. ¿Será una metáfora de la educación, de la crianza, del desarrollo a la adultez?, o, por el contrario, del dominio y el poder.
ResponderEliminarDe cualquier manera, tu relato es excelente, Carlos.
Un saludo afectuoso.
Vicente
Está marioneta estaba harta de ser guiada y se ha liberado. Bien por ella y por la gran imaginación plasmada en tan original relato.
ResponderEliminarUn abrazo, Carlos.
Pablo
Muy bien! la marioneta se libera!
ResponderEliminarIngeniosa historia.
Saludos y bienvenido!
Carme.
Inquietante marioneta has dibujado, Carlos, pues no sólo se limita a liberarse, sino que también ata al titiritero; y además, cuando efectúa la reverencia, muestra un cinismo muy poco sano. La verdad, me quedo un poco preocupado al saber que semejante ser anda suelto por ahí.
ResponderEliminarBuen relato.
Muchas gracias a todos por tan calurosa bienvenida y por vuestras amables comentarios.
ResponderEliminarCuando lees este relato unas cuantas veces, entiendes lo del acertado título. Tu marioneta, rebelde no sé si con causa, decide liberarse de toda atadura y vivir y actuar por su propia cuenta. Una especie, y perdóname lo abominable de mi comparación, del Chucky diabólico del cine, pero el tuyo con una faceta de artista (se nota que le gusta el escenario) y más respetuoso al menos, aunque con métodos también algo expeditivos.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Carlos, con el que haces un uso apropiado de tu apellido en este hueco literario, estrenándote con una gran historia que desmiente, en parte, lo de la poca experiencia de cualquier "novel".
Saludos cordiales y bienvenido a la comunidad cincuentista.
Con todo, a mí me habría parecido bastante más preocupante si se hubieran invertido los papeles. Buen inicio de mes con tal espectacular estreno. Felicidades, Carlos, y bienvenido.
ResponderEliminarUn saludo.
Él saldrá al escenario y hará exactamente la misma función, pero con una diferencia, ya no será manejado por otro. Fantástico estreno, Carlos, es un micro que cuanto más se lee, más se disfruta. Enhorabuena. Un saludo y bienvenido.
ResponderEliminarMe gusta que las marionetas rompan los hilos, debe ser muy cansado estar siempre controlado y que alguien decida los movimientos de uno mismo.
ResponderEliminarEnhorabuena porque tu estreno es brillante.
Un beso Carlos.
Malu.
Te ha salido una historia bordada con esos hilos rotos, Carlos.
ResponderEliminarUn saludo y bienvenido.
¡Bien por la marioneta! Me ha encantado, Carlos.
ResponderEliminarUn beso.