Irreductible
Desde el balcón del camarote, catalejo en mano, oteaba el horizonte entre oleajes de callejuelas. Cuando a estribor veía navegar a Laura, con las gavias henchidas por el viento y surcando los mares del deseo, naufragaba al recordar que aquel hermoso mascarón de proa jamás quiso sucumbir a sus abordajes.
!!!!!!! :) :) :)
ResponderEliminarUna imagen vale más que mil palabras.
EliminarPatricia, que el año nuevo te de todo lo que te mereces, que es mucho. Un beso fuerte.
Pablo
A tu personaje, Pablo:
ResponderEliminar¿Qué pasó, mi capitán? ¿Se doblega a la primer tormenta? ¡Insista!
Y si no, búsquese otra fragata...
Je, je, je.
¡Excelente!
Felices fiestas.
Vicente
Mi marinero ya está encayado, en tierra. Y sabe que Laura se mira pero no se toca. Él lo sabe y su deseo lo esconde cuando la ve. Y además, es un caballero.
EliminarSabe cuando desistir.
Un abrazo y gracias, Vicente
Jsjsha... Me parece que a distancia de catalejo... poco podrá conseguir. Mejor sería que echara el ancla, bajara a la tierra mortal y se pusiera a darle de comer a las palomas del parque. Tu marinero... creo yo... no está ya ni para cruzar charcos, Pablo.
ResponderEliminarÉl estuvo cerca y no consiguió nada. Ahora la mira, y la admira a distancia, pero el amor no tiene edad. Y él la sigue queriendo. Y mucho. Los amores imposibles son los que más se echan de menos
EliminarGracias por pasearte, Salvador. Una copa de ron por mi capitán, elegante en el desamor.
Un abrazo.
Pablo.
Qué original el símil náutico elegido, Pablo, y que bien descrito ese abordaje fallido. Fantástico, me ha encantado; aunque, yo que soy de tierra adentro, me he mareado un poco. ;)
ResponderEliminarUn abrazo grande y mis deseos de que pases una feliz Navidad.
Feliz Navidad, M. Jesús. Me alegra mucho que te haya gustado este símil náutico. Yo, también me maree intentando escribir algo coherente y poético a base de palabras usadas por un viejo marino, o por un vecino de Mary Poppins. Muchas felicidades, M. Jesús.
EliminarPablo.
Mucho tenía que desear tu capitán aquel barco para que el solo recuerdo de no haberlo abordado le hiciera naufragar. Estoy con Vicente en que quizá debiera insistir, aunque igual está harto de intentarlo el pobre. Quizá esta vez con que logre llegar a la orilla sano y salvo sea más que suficiente.
ResponderEliminarMuy simpático y sugestivo este relato, Pablo. Algo picarón y capaz de conectar con much@s, jejeje. Me imagino a la chica navegando con rumbo verdadero, con cierta arrogancia y aparentemente ajena a las marejadas que produce a babor y estribor.
Enhorabuena, amigo Pablo, Felices Fiestas y un abrazo.
Mi capitán es Jack Lemmon y Laura es Shirley Maclein en "El apartamento".
EliminarÉl la quiere, pero la mira desde su camarote pues sabe que es irreducible. Hasta que un día ella se da cuenta que es a él a quien quiere y va a buscarlo a su apartamento, o a su camarote. Se nota que vi ayer 'El apartamento?, ¿no? ;-)
Un abrazo y felices fiestas, mí amigo Enrique.
Pablo.
Está tan bien escrito que desde mi camarote puedo oler la brisa que me llega por sotavento. Yo quiero otra copa de ron para brindar por tu capitán solitario y por supuesto, por tí.
ResponderEliminarUn besazo y Feliz Navidad.
Feliz navidad, mi querida Asun.
EliminarGranes palabras de una maestra para este simple aprendiz las que me dejas. Dejo apuntado ese ron. Seguro que por los callejuelas del centro de Sevilla podemos tomar ese ron brindando por el capitán que observa a su amada, sin molestarla. Porque eso es el amor.
Un besote grande y felices fiestas.
Pablo.
Algún día yo creo que el marinero volverá a intentar abordar a esa real hembra, y habrá final feliz. Felices fiestas, Pablo, y enhorabuena por el relato.
ResponderEliminarSu final ya está escrito, Belén. Ya dejó de abordar el mascarón de proa. Sabe retirarse a tiempo aunque su amor perdure. Es lo que tiene el estar enamorado y ser cabal: uno se sabe retirar a tiempo por amor.
EliminarUn beso y felices fiestas, Belén.
Pablo.
Si a algo se puede comparar en fuerza un amor apasionado y no correspondido es a la desatada energía de la naturaleza.
ResponderEliminarOjalá los vientos que rigen su nave le lleven a buen puerto y evite los peligrosos arrecifes.
De nuevo otro relato desbordante de imaginación.
Felices fiestas, Pablo. Un abrazo.
Jose, lo que más me ha llegado de tu comentario es lo que dices de la imaginación. Gracias.
EliminarTu comentario también desborda imaginación siguiendo el estilo del relato. También me encantó eso.
La naturaleza es la que da energía al capitán para coger cada día su viejo catalejo y mirar por él, sabiendo lo que va a encontrar: ese sabor agridulce en el que sufre su corazón: una sacudida llena de mariposas cuando ve a Laura, y un naufragio cuando recuerda que nunca será suya. Lo tiene que asimilar cada día y, como un enamorado, todos los días sufre esa mezcla de admiración y amor cuando la ve pasar, y de desamor cuando su mente le recuerda que, sin saber por qué, él no es el elegido.
Un fuerte abrazo, Jose, y felices fiestas. Y por supuesto, gracias por no faltar nunca a mis relatos.
Un fuerte abrazo.
Pablo.
Tal vez sea mejor mejor naufragar en las aguas del deseo antes que navegar en el mar de la desilusión.
ResponderEliminarHermoso micro para contar un amor imposible.
Un beso grande y que pases unas ¡muy felices fiestas!
Estoy de acuerdo contigo, Sandra. Quizá para nuestro antiguo capitán de aventuras piratas sea mejor que los recuerdos se derritan en el infierno de la desesperanza y su corazón naufrague en la orilla de los deseos incumplidos.
EliminarMe encantó tu comentario. Dejaste en él todo lo que quería dar a entender al escribir mi micro.
Gracias Sandra. Felices fiestas.
Un besote enorme.
Pablo.
Mi querido Pablo: preciosa metáfora de agua la que nos has regalado este mes.
ResponderEliminarMe encanta cómo surcas los mares y luchas contra los elementos para trasladarnos de forma rápida y segura hasta la Isla del Tesoro.
Allí hay sirenas, delfines, peces globo, caracolas, estrellas de mar y un cofre lleno de deseos para el nuevo año que va a comenzar.
Un beso grande y un abrazo y Feliz Navidad.
Muchas gracias, Margarita.
EliminarMe alegra que te haya gustado la historia de este marinero que ha surcado mil mares y ha salido ileso de mil batallas, aunque la que más le importaba, la mil una, no la pudo llevar a buen puerto.
Un beso enorme y felices fiestas.
Pablo.
Como el mar, inmensa es la frustración cuando el deseo ajeno discurre por otras rutas que no están en las cartas de navegación propias. Me imagino las embestidas del joven capitán, aprovechando los cálidos vientos del sur, contra el velamen de la voluptuosa Laura con el mismo resultado que consiguen las olas contra las rocas.
ResponderEliminarUna pasión no correspondida surcada magistralmente sobre palabras hechas con salitre y madera. Un relato muy conseguido, Pablo. Enhorabuena.
Te deseo unas felices fiestas. Un fuerte abrazo.
Antonio, tus comentarios se van superando y enriquecen el relato. Es un placer leerte y que siempre te pases por aquí. En tus palabras está toda la esencia de lo que quise transmitir en el relato.
EliminarUn abrazo y felices fiestas.
Pablo.
Tu relato es como una ostra, mi querido Pablo: sabe a mar y esconde una perla en forma de desamor resignado en su interior.
ResponderEliminarFelices fiestas y apúntame una ronda de ese ron.
Notincgas: cuanto me halagan tus palabras. Adí quería que supiera este relato, aunque yo no hubiera sido capaz de ser tan poético y certero como tú.
EliminarUn abrazo.
Pablo
Fantástica metáfora sobre la búsqueda del amor, pero su mirada, Pablo, no será de amargura por no batirse con el rechazo, sino de orgullo por intentarlo con todas sus armas de bucanero. Un abrazo y felices fiestas.
ResponderEliminarQuizá su mirada sea de nostalgia, y de admiración. Él que tuvo todo el mar a sus pies y a todas las mujeres del pueblo tras él, un héroe victorioso, en el fondo admira a quien le rechazo porque el amor no nace de las heroicidades y hazañas, sino de algo más. Algo que Laura sabe distinguir y no encuentra en nuestro marinero.
EliminarUn abrazo y felices fiestas, Salvador.
Pablo
Imponentes mascarones, tan bellos como altivos e inaccesibles, que no saben, ni quieren, de los sueños y deseos de los desafortunados navegantes. Una preciosidad de micro con ese toque picantillo y sabrosón que disuelves magistralmente junto al salitre. Felicidades, Pablo, me ha encantado. Un beso grande.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Matrioska. El amor está hecho de un material especial en el que se mueve el enamorado sin poder explicarlo y el desenamorado con resignación, pero también sin explicación.
EliminarFelices fiestas y un beso.
Pablo.
El irreductible eres tú, Pablo, que con tus palabras nos seduces y nos reduces, nos embaucas y nos embarcas en mil y una aventuras.Y es mi deseo que sigas haciéndolo, al menos, una vez al mes. Un hermosísimo micro de amor no correspondido, lleno de poesía, contado con la maestría que te caracteriza. Enhorabuena, Pablo, junto a mis mejores deseos para ti y los tuyos para estos días navideños y los que vengan. Un abrazo afectuoso.
ResponderEliminarJuana, que preciosidad de comentario. Por mi parte, intentaré no faltar a la cita que tengo con vosotros cada mes, ni a la lectura de vuestros relatos, ni a la de comentarios como este que me llenan de alegría.
EliminarQue pases unas muy felices fiestas.
Un beso.
Pablo.
El problema irresoluble de este esforzado pirata es que, aunque nos caiga bien, puede que nunca logre ese tesoro que ansía; quizá deba plegar velas y surcar otros mares en busca de alguna sirena más receptiva. Contra el amor no correspondido no valen artimañas, mejor que espere un tiempo, seguro que terminará por tatuarse el nombre correcto.
ResponderEliminarComo se nota en tus relatos, aparte de tu humanidad, tu amor por el cine.
Un abrazo enorme, Pablo. Feliz Navidad
Quizá él es hombre de una sola mujer, del que piensan que las cosas se empiezan y terminan una sola vez. Se consuela mirando y admirando el mascarón de proa de sus desvelos y, galantemente, lo saludará con una reverencia a su paso.
EliminarAgradezco enormemente las palabras que me dedicas. Mi amor por el cine me ayuda a escribir, a sentir, a disfrutar de tantas historias y de cómo desde la cámara y los gestos de los actores son los mejores comunicadores que conozco...empatados con los autores que con sus palabras son capaces de llenar un libro de miles de aventuras, mágicas o cotidianas ¿qué más da si están bien contadas? Como las que cuentas tú, mi querido amigo.
Te deseo lo mejor para estas fiestas y para el próximo año. Será muy especial el 2016 porque seguro que nos conoceremos personalmente.
Pablo.
Estoy de acuerdo con Angel, este navegante ha de buscar nuevos tesoros en nuevos lugares, pues por muy escondidos que se encuentren, estoy seguro que con su "bajel pirata que llaman por su bravura el temido, por todas las mujeres conocido, del uno al otro confín"
ResponderEliminarA Espronceda y a mí, nos ha gustado tu relato y porque no lo ha leído Cecil B. DeMille, que si no, lo lleva al celuloide.
Un fuerte abrazo amigo Pablo. Felices fiestas.
Qué me gusta que hayas metido a Espronceda en esto porque leyendo ese poema a mi hijo, empezó esta historia de desamor.
EliminarEl marinero es terco como una mula y creo que ha encallado su barco en el puerto sin ganas de volver al abordaje de ninguna otra nave.
Un fuerte abrazo y felices fiestas. Espero que el 2016 sea tan estupendo para ti como una Gibson S400 tocada por Eric Clapton.
Pablo.
Hola Pablo, genial historia de amor o desamor o de amor no conseguido que has contado con 50 palabras y además con ese lenguaje marinero. Me ha encantado.
ResponderEliminarTe deseo unas felices fiestas y que el año que viene sigas deleitándonos con tus escritos. Un abrazo,
Javier, como siempre tus palabras me halagan y me llegan al corazón. Es una alegría que te haya gustado este relato con regusto a mar y a desamor.
EliminarMis mejores deseos también para ti, amigo mío.
Un abrazo.
Un precioso relato, donde la metáfora está presente en cada instante. Un amor platónico que surca otro mar. Un marinero enamorado que solo con contemplarla eleva el ancla de los sueños.
ResponderEliminarPoesía en tu historia. Me encanta y me reencanta.
Un abrazo mar adentro.
¡Vaya, Mº Belén! Tú precisamente me hablas de poesía, tú que eres la reina de los versos.
EliminarPoesía es el comentario que me has dedicado y que me deja con las esquinas de la boca hacia arriba, con una sonrisa que no se me va a quitar ni siquiera con la resaca de la suma de ayer y de hoy. ;-)
Un beso muy fuerte y mis mejores deseos para ti en estas fiestas y en el próximo año: que venga lleno de buenas letras.
Pablo.
Dejemos al marinero que insista o que desista en su intento.
ResponderEliminarPasará lo que tenga que pasar y seguro que Pablo estará ojo avizor y nos lo contará.
Felicidades, Pablo.
Ezequiel, estaré en la cofa del barco para ver si el barco cambia de rumbo o el viento de popa empuja a Laura hacia el camarote de nuestro lobo de mar.
EliminarGracias por navegar por estos lares. Me encanta que lo hagas.
Un fuerte abrazo y que tengas unas estupendas fiestas y un año 2016 generoso contigo y aderezado de muchas letras.
Pablo.
Pablo, una preciosa manera para describir un amor no correspondido, con ese sabor a brea y a sal. Pero por la forma en que él la mira e insiste cada día en contemplarla, creo que no se da por vencido, esperando que cambien los vientos que la acerquen a ėl. Me ha gustado mucho Pablo. Enhorabuena. Besos de mar.
ResponderEliminarGracias, Pilar. Puede que la esperanza sea lo último que pierda este marinero.
EliminarDe ahí que siga catalejo en mano oteando el horizonte.
Un beso y felices fiestas.
Pablo.
¡Otra botella de ron, por favor! Bueno, o de tequila, que sal ya tenemos en abundancia.
ResponderEliminarBrillante, mi querido Pablo. No me extrañaría ver tu relato tatuado en el cuerpo de algún marinero.
Qué lastima que Laura no haya sucumbido a los múltiples abordajes de tu protagonista...
Te mando un beso enorme, con mis mejores deseos para ti y los tuyos en estas fiestas.
Malu.
Mi querida Malu, para ti tengo reservadas una botella de ron y otra de tequila. Me alegra mucho que te haya gustado la historia del marinero que tan solo naufraga al ver a Laura navegar sin esperanzas de que su abordaje tenga éxito. Laura es una mujer que, seguro, respeta a nuestro marinero, pero para llegar al amor, necesita algo más de magia y ella sigue buscando su príncipe azul.
EliminarLe pido al 2016 que en la próxima quedada pueda ir y te conozca en persona, que te traiga todo lo que le hayas pedido y que tengas unas felices fiestas.
Un besote.
Daría un naufragio por leer los mensajes en la botella que este prota pueda escribir.
ResponderEliminarPrecioso relato, Pablo.
Precioso es tu comentario, Piel, al igual que tus micros. A mí también me encantaría ver esos mensajes y el diario de a bordo.
EliminarMuchas gracias por pasearte por aquí. Feliz año y felices fiestas.
Pablo.
Buena tu historia Pablo. Que tu personaje no se desanime, quizá haya sido mejor no lograr ese abordaje. Como buen marinero él sabe que un mascarón de proa es sólo un elemento decorativo. Me gusta tu micro. Te deseo felices fiestas.
ResponderEliminarSaludos.
Llevas razón, Beto. Quizá el marinero no hubiera sido feliz, o sí. La historia seguirá su curso y él, con su catalejo, seguirá naufragado hasta que un día lo rescate otro velero.
EliminarGracias por pasarte por aquí.
Te deseo también felices fiestas, querido amigo.
Pablo.
Vaya un marinero estás hecho...
ResponderEliminarPreciosa historia, Pablo.
Un abrazo y feliz 2016.
Feliz 2016, Rosy. Me viste trasteando por las página y viniste a saludarme, Eh? Me alegro un montón.
EliminarMi experiencia con el mar se resume en poner la sombrilla e irme al chiringuito ;-).
Feliz 2016.
Pablo.
Precioso Pablo. Has encajado a la perfección el vocabulario marinero en el micro, dejando una historia que te lleva de espectador a barlovento, para degustar todos los detalles.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un beso
M. Carme, muchas gracias por tus palabras y por pasearte por aquí para dejarlas. A mí me ha encantado tu comentario.
ResponderEliminarBesos.
Pablo.