La criatura
—¡Cómo puede una vieja estar embarazada! —se quejan sus familiares, que no quieren hacerse cargo del niño cuando ella muera.
La criatura aguarda por nacer, viene desde su dimensión dispuesta a vivir en ésta, y llegará el día en que el mundo sepa de ella.
Más que día, será noche.
La criatura aguarda por nacer, viene desde su dimensión dispuesta a vivir en ésta, y llegará el día en que el mundo sepa de ella.
Más que día, será noche.
El final es magnífico y revela el siniestro cariz de este relato:
ResponderEliminar«...llegará el día en que el mundo sepa de ella.
Más que día, será noche».
Nos deja conocer el verdadero rostro de la criatura cuyo nombre permanece en el silencio.
Muy bueno, Luciano.
Saludos.
Exquisito relato para leer durante estos días de paz y amor. Me gustan mucho esas sugerencias precisas para no dejar dudas sobre el futuro que nos aguarda en la noche que nos envolverá...
ResponderEliminarEnhorabuena y un saludo.
Bueno, ya sabemos quién vendrá. Deberemos estar preparados. O quizá ya está aquí.
ResponderEliminarMuy ocurrente, Luciano.
Feliz 2016.
Pablo
Ah, ¡qué malvado, Luciano! Me he quedado muy inquieto imaginando un recién nacido con cara de anciano.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Has conseguido algo muy difícil, Luciano; crear una atmósfera inquietante durante todo el relato hasta esa última frase magnífica que, con muy pocas palabras, dispara a bocajarro un final terrible.
ResponderEliminarMuy buen relato. Enhorabuena.
Un saludo y feliz 2016.
¡que más puedo agregar Luciano? si creas ambientes inquietantes con mínimas palabras y finales dubitativos que son creíbles, ¡que contradicción! Tenés genio, se confirma!
ResponderEliminarIngenioso micro. Esa criatura de la noche da miedo.
ResponderEliminarUna criatura de otro mundo que viene a instalarse en el nuestro, seguro que con malas intenciones, pero a la que pienso que se puede combatir, pues comete errores, como aparecer de forma antinatural en el cuerpo de una anciana, o aguardar más del tiempo estipulado para nacer. En una palabra, se la ve venir. En todo caso, un micro inquietante que juega con la expectación ante la llegada de una amenaza imprecisa.
ResponderEliminarUn saludo y feliz año
Qué mal cuerpo me dejas, Luciano. :) Ya que está de camino habrá que dejar que aterrice en esta dimensión, lo mismo viendo el panorama que tenemos por aquí pliegue sus cuernos y busque dimensiones menos calientes. Un micro muy bien narrado. Felicidades y un saludo.
ResponderEliminarMe temo que la criatura va a venir de nalgas y el parto va a ser doloroso.
ResponderEliminarUn saludo, Luciano.
Y, a pesar de todo, ¡Felices Fiestas!
No quisiera yo ser la pediatra que atienda a esa criatura cuando nazca. Si me toca estar de guardia me esconderé en algún despacho bajo llave. Seguro que puede arreglárselas sola.
ResponderEliminarUn abrazo, Luciano, y enhorabuena por tu original y terrorífico micro.
Inquietante y terrorífico, Luciano. Me has dejado con ganas de seguir leyendo. Un abrazo y feliz 2016.
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