La última vez
Muchos y temerarios fueron los lugares elegidos para dar rienda suelta a su pasión clandestina. Siempre decían que sería la última vez, pero hoy, detrás del sofá, ese pronóstico podría cumplirse. Ajeno aún a lo que sucedía a su espalda, el marido celoso y violento contemplaba el partido de fútbol.
Ángel, pues más vale que el partido esté entretenido y marquen muchos goles, porque a él le están metiendo uno por toda la escuadra y en fuera de juego. Y no quiero pensar que pasará si se entera, ya que con lo de celoso y violento lo has dicho todo. Y desde luego los amantes temerarios son un rato.
ResponderEliminarMuy bue relato, me ha gustado mucho.
Un saludo y un abrazo Ángel.
Hay gente que no sólo no se conforma con transgredir un acuerdo de fidelidad para dar rienda suelta a su pasión, sino que también han de añadir riesgo y adrenalina para que la emoción sea completa. La violencia machista o de cualquier tipo nunca está justificada, aunque en este caso va a ser difícil que no se produzca.
EliminarMuchas gracias por tu comentario Javier.
Un abrazo
Dice el poeta Ángel González en su "Inventario de lugares propicios al amor" que estos son pocos. No conocía la temeridad de los amantes de tu relato. Aun así, deseo que el marido no los descubra para no asistir a un final trágico.
ResponderEliminarCon el alma en vilo te doy la enhorabuena, Ángel. Y un gran abrazo.
Si les encuentra va a ser un problema, pero si no lo hace, buscarán un nuevo lugar para sus actividades conjuntas. Viene a ser como un juego de la ruleta rusa, en el que antes o después perderán.
EliminarGracias por tu amable comentario, Carmen.
Un abrazo
Parece que su temeridad va a fracasar nuevamente. Porque parecer, parece que quieren ser descubiertos y contra el fútbol creo que no se puede hacer nada... Mejor pedir el divorcio por la vía tradicional.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad, Ángel!
Para algunos el deporte rey es lo primero, una auténtica venda en los ojos que les impide ver la realidad más evidente. Si en lugar de un partido se tratase de un tedioso debate político, estaríamos más cerca de un posible escenario de crimen pasional.
EliminarAbrazos y feliz Navidad también para ti
Creo que esta vez los amantes han arriesgado un poco demasiado. Supongo que el aumento del riesgo va en concordancia con el aumento de pasión. Igual, si el equipo ganador resulta el del marido, todavía queda alguna esperanza de acabar brindando los tres juntos. Todo es cuestión de prioridades. Muy bueno, Ángel. Un abrazo
ResponderEliminarEl fútbol también levanta muchas pasiones, por tanto, lo que planteas podría ser posible; llevado por la euforia ante la victoria de su equipo, el marido aceptaría cualquier explicación o no querría asimilar la evidencia, cosas más raras se han visto. Otra cosa será cuando, enfriada la primera euforia, recapacite un poco.
EliminarGracias Juana. Un abrazo y feliz Navidad
Eso sí es vivir peligrosamente, vaya par de osados. Qué genialmente lo has contado, Ángel. Me alegro mucho de leerte y de que estés teniendo tantos éxitos.
ResponderEliminarY yo me alegro de esos viajes tan buenos que haces y de que compartas tus letras. En cuando a éxitos, mira quien fue a hablar.
EliminarUn abrazo, Belén. Que seas muy feliz estos días que se acercan y todos los que vengan después.
Yo creo que todo depende de cómo vaya el partido de fútbol, si está muy aburrido puede que al marido le dé por levantarse para ir al frigo a por una cerveza y les pille en plena faena a los temerarios amantes que, por otro lado, ya son ganas de complicarse la vida. No recuerdo en cuál de sus películas trató este tema Woody Allen, me vienen a la cabeza un par de escenas: una en una tienda de muebles dentro de un armario y la otra en un restaurante debajo de la mesa. En ambos casos, el único peligro para los retorcidos amantes era ser pescados in fraganti, pero supongo que lo de la vergüenza lo tenían más que superado. Aunque, si no recuerdo mal, el personaje que hacía Woody Allen, creo que se dejaba llevar por las fantasías de su volcánica conquista. Buen micro, Ángel, como todo lo que escribes. Un abrazo.
ResponderEliminarHabrá que desear que el desarrollo del partido sea satisfactorio, y evitar así males mayores, que por otra parte se habrían buscado con tanta temeridad. No recuerdo esas escenas concretas de Woody Allen, pero no me importaría que se me pegase un poquito de su genialidad.
EliminarTe veo en plena forma y me alegro por ello, al tiempo que te envío mis mejores deseos para que comiences el nuevo año como lo terminas: lleno de actividad, buenas ideas y mejor humor.
Un abrazo, Enrique
Gracias por esos deseos, Ángel, esperemos que las buenas ideas y las actividades perduren y que no nos entre ningún virus en el disco duro, tampoco en el blando que, supongo, será el resto del cuerpo. En cuanto a Woody Allen, creo que su creatividad es de envidiar, pues lleva años manteniendo un nivel en sus películas que, a mi entender, va del aprobado alto al sobresaliente. Aprovecho para expresarte también mis mejores deseos. Abrazos.
EliminarParece que el riesgo les pone más que la misma aventura en sí. Quizás ser descubiertos es lo que les crea esa dosis de adrenalina que necesitan para consumar su clandestina lujuria.
ResponderEliminarcomo siempre lo has contado con una gran naturalidad y maestría, haciéndonos sentir esa presión y esa angustia por si son descubiertos por tal violento esposo.
genial, genial...
Un beso Ángel.
Se entiende que su pasión particular ya se les quedaba corta, de aquí que precisen incrementarla convirtiéndola en una jugada de riesgo. Hay gente para todo.
EliminarPara ejemplo de maestría la que tu derrochas constantemente.
Agradezco mucho tus palabras y te envío un abrazo prenavideño
Ups! Concuerdo con los anteriores comentarios, me da que este par de adúlteros están buscando emociones fuertes para avivar la llama de su lascivia.
ResponderEliminarMuy divertido, Ángel, casi he podido imaginar a José Mota en el papel del marido 'astado'.
Un fuerte abrazo.
Que buscan emociones fuertes parece evidente, lo que no está tan claro es que hayan pensado en las consecuencias. La escena puede interpretarse igualmente de forma dramática o cómica, me alegro de que tu visión se haya centrado en la comicidad, demasiadas penas y enfrentamientos tiene ya la vida.
EliminarMuchas gracias, Vicente. Felices fiestas y un abrazo fuerte
Parece que nuestros descontrolados amantes han decidido llevar al límite su 'deporte' de riesgo y disfrutar de la erótica del peligro que debe ser más poderosa cuando, como en este caso, se mezclan las revoltosas hormonas sexuales con la adrenalina.
ResponderEliminarQuizás sea su última vez si el cornúpeto forofo les pilla, pero, sinceramente, no se me ocurre cosa mejor que estar haciendo cuando la muerte aparezca.
Es un relato muy complicado de contar, y lo has resuelto de una forma magistral, Ángel. Felicidades, maestro.
Un abrazo
Se trata de una pareja que ha asumido el alto riesgo que podría conllevar ser descubiertos, hasta el punto de que pagarían gustosos ese precio si ello supone irse de la manera que han elegido; creo que soy de tu opinión, si hay que despedirse de la vida, que sea con estilo.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, Antonio, como siempre, una joya en sí mismo. Un abrazo fuerte y felices fiestas
La pasión que se nutre de adrenalina tiene visos de ser efímera. Solo una victoria contundente del equipo del marido puede hacer que la historia no acabe trágicamente. Original, divertido y furtivo relato, Ángel. Un abrazo.
ResponderEliminarHabrá que desear que el equipo del marido esté acertado esa noche y gane por goleada. Como bien dices, parece que solo eso podría salvarles, o al menos atenuar una tragedia que parece anunciada y hasta buscada.
EliminarMuchas gracias, Salvador. Que pases los días que se acercan de la mejor forma posible.
Un abrazo
¡Vaya, qué bien utilizas la ironía! Amigo Ángel, "que no sea la última vez, eso espero. Buen cincuenta
ResponderEliminarBesicos.
Si de mí depende seguiré dando toda la guerra que pueda con las letras, aparte de seguir leyendo gustoso las tuyas.
EliminarUn abrazo, Carmen. Que pases buenas fiestas, Carmen, bien acompañada por los tuyos y por la brisa marina.
Abrazos
Creo que esta vez es la última. Se va a cumplir lo que vaticina tu título: será la última vez. Lo veo en ese ... "Ajeno aún...". Ese aún... parece presagiar que dejará de estar ajeno. o sea, que los coge. ¡Pobre marido, si su equipo pierde! Y, pobre... si gana. ¿Cómo pasará de la euforia del triunfo de su equipo a la escena que se encuentra?
ResponderEliminarÁngel... nos diviertes y, como ves, nos haces darle vueltas a tu historia. Enhorabuena, MAESTRO.
Nadie sabe cómo va a reaccionar ante una situación extrema, pero como bien apuntas, va a ser difícil que esto termine bien y todos coman perdices al final, incluso aunque el equipo del marido, que no parece muy comprensivo, gane por goleada.
EliminarSi estas cincuenta palabras te han divertido ya me doy por contento.
Mil gracias, Salvador, un abrazo y no dejes de ser feliz los días que se acercan y todos los demás.
El engaño y el sexo furtivo también pueden llegar a ser alcanzados por la rutina.
ResponderEliminarParece que a estos amantes les atrae más el riesgo a ser descubiertos que el propio acto.
Gran micro, Ángel. Una escena con una gran tensión latente y que no parece que vaya a acabar bien.
Saludos.
Dicen que de todo nos cansamos, que las relaciones hay que mantenerlas vivas con nuevas aportaciones a lo largo del tiempo para que no se enfríen. Esa tensión que mencionas hace ver que al menos han conseguido imprimir algo de emoción a sus vidas. Otra cosa es cómo termine este jugar con fuego, que más parece un incendio del que difícilmente podrán escapar.
EliminarGracias por tu comentario, José.
También te hago llegar mis saludos junto a mis mejores deseos.
Has dejado la historia en el punto en que de un momento a otro se oirá aquello de:... ¡Esto no es lo que parece! No por favor no lo hagas! ¡Por la ventana no, que está desnudo, es un quinto piso y hace frío"... y tal.
ResponderEliminarMuy buen relato Angel. Enhorabuena maestro. Me gusta leerte.
Un abrazo gordo.
Pues no te digo que no, gustoso incorporaría este diálogo que aportas, con lo que se convertiría en un relato a dos manos, todo con mucho humor para suavizar el drama, que así se vestiría de tragicomedia, pero el formato de nuestra querida página tiene sus normas que gustosos respetamos, y que en este caso dejan el final un poco abierto, que también puede valer.
EliminarYa sabes que yo también te leo encantado, Isidro, aparte del gustazo que supone coincidir contigo en persona.
Otro abrazo igual de gordo
Muy bueno Ángel. Uffff nos hemos quedado en vilo Jejeje. Besitos y Enhorabuena
ResponderEliminarEl caso es que las letras, de una forma o de otra, no dejen indiferente. Me alegro de que te haya gustado, te mando un abrazo y te deseo buenas fiestas.
EliminarAngel, nos has dejado con el corazón encogido. A algunas parejas les pone correr el riesgo de ser descubiertos, pero la tuya es demasiado atrevida. Espero que la historia acabe bien. Enhorabuena Angel! Besos
ResponderEliminarEstos dos no se han conformado con la clandestinidad y el riesgo, han querido ir un paso más allá. Seguro que han logrado el objetivo de generar más adrenalina en sus cuerpos, lo que no está tan claro es el final de la historia, aunque eso ya no depende de ellos, sino del marido, y hasta del resultado del partido.
EliminarGracias, Pilar. Felices fiestas y besos también para ti
Ay, ay, ay, demasiados nervios me produce tu micro. Están a punto de ser descubiertos y no quiero pensar lo que pasará...
ResponderEliminarMe ha encantado, Ángel.
Un beso.
Precisamente mi humilde intención fue que estos amantes clandestinos produjeran temor ajeno en el lector ante lo que pudiera sucederles. Lo que ocurra a partir de ahora ya dependerá de los propios personajes, dado que, como bien sabes, cuando los dejamos marchar dejan de ser nuestros y adquieren una vida propia.
EliminarMuchas gracias, Sandra. Un beso y felices fiestas
Me da que esta vez el fútbol va a quedar relegado a un segundo plano. Una historia arriesgada contada con mucho acierto. Enhorabuena, Ángel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que el calificativo de "arriesgada" le sienta como un guante a esta historia, pues es el riesgo el que alimenta los deseos de los amantes y el que late de principio a fin del texto.
EliminarMuchas gracias, Fina. Felices fiestas y un abrazo
La osadía no tiene límites, está visto, pero me temo que va a durar la fiesta... lo que dure el partido.
ResponderEliminarOriginal y simpático tu micro, Ángel, a falta de conocer el desenlace, claro.
¡Un abrazo y felices fiestas!
Está claro que era una fiesta solo para dos, pero también que ellos mismos han introducido a un tercero en discordia, metiéndose solitos en la boca del lobo. No sé si en realidad querríamos conocer el desenlace con detalle, teniendo en cuenta que como poco van a saltar chispas, aunque pensándolo mejor, somos curiosos y nuestra naturaleza nos pide saberlo todo.
EliminarUn abrazo, María Jesús, otro para Dani y feliz Navidad
Querido Ángel: nos relatas el amor clandestino, o casi, de una pareja que parece ser que la pasión les hace amarse sobre la cuerda floja. También denoto una crítica acertada a la violencia de género al definir tan bien y en tan pocas palabras al marido.
ResponderEliminarEn pocas palabras has contado mucho y eso, me gusta.
Un fuerte abrazo, amigo mío. Y feliz Navidad, aunque espero tener la ocasión de volver a deseártela.
Pablo
Un trío de personajes, pero no precisamente amoroso, sino más bien pasional, capaces de llevar su deseo hasta la vehemencia, o también los celos hasta la violencia. Me alegro mucho de que te guste, Pablo, y más todavía que adelantes que nos felicitaremos la Navidad nuevamente, porque eso querrá decir que en breve tendremos el lujo de leer otro de tus relatos en Cincuenta Palabras, además del privilegio de comentarlo.
EliminarAsí que, feliz Navidad, amigo Pablo, y quedo encantado a la espera de poder leerte y felicitarte otra vez y todas las que procedan.
Un abrazo fuerte
Tus amantes necesitan del riesgo para hacer sus encuentros más atractivos, pero no sé por qué me da que en esta ocasión, y dependiendo de un partido de fútbol, el éxito de culminarlo lo van a tener asegurado. Distinto es si lo hacen en el descanso delante de la puerta de la nevera donde guarda el marido las cervezas. Esa sí que sería la última vez. :) Un relato muy bueno y muy bien construido. Un beso, Ángel, y felicidades.
ResponderEliminarNo descartes que estos dos, no contentos con el considerable riesgo que ya asumen, se muevan por la casa para añadir todavía más emoción, parecen capaces de todo, y me temo que el marido también.
EliminarMuchas gracias, Matrioska. Aprovecho para desearte feliz Navidad, al tiempo que te envío un abrazo
Ángel, me quedo con unos nervios después de leerte. Muy bueni micro, como todos. Un abrazo y un beso.
ResponderEliminarDesde luego no es un relato para relajarse, más bien para terminar colmado de una cierta inquietud ante la suerte que pueden correr estos amantes. Lo bueno es que como se trata de ficción nunca llegará la sangre al río, y si sirve para pasar un ratito entretenido e intenso ya me doy por satisfecho.
EliminarOtro abrazo para ti, Geyna. Y felices fiestas
Temerarios, desde luego que sí y no sé yo si esta será la última vez de estos amantes... Si te digo la verdad, no me gusta nada el marido y no quiero apuntar a nadie, pero creo que tiene mucha culpa de lo que se cuece a sus espaldas.
ResponderEliminarYo lo que quiero es que haya una conversación pacífica entre las partes y arreglen esto cuanto antes y de la mejor forma, ¿será posible?
Te mando un beso fuerte, mi querido Ángel y te deseo todo lo mejor para estas fiestas navideñas y para 2.016.
Malu.
En Cincuenta Palabras se pueden contar unos hechos sin entrar en mucho detalle, pero es fácil intuir, como bien apuntas, que ese proceder tan pasional podría ser el fruto de un desahogo, como consecuencia de la actitud del marido, que se antoja un poco impresentable. Sea como fuere, me has convencido y, si me lo permites, apoyo tu tesis del diálogo. No tendrías precio como mediadora de paz enviada por la ONU.
EliminarYo también te deseo que pases unos días muy felices en compañía de los tuyos, que tienen la suerte de tenerte a diario. Feliz Navidad y brindemos por un nuevo año en el que no falten tus buenas letras.
Abrazos
¡Toma ya! ¿Detrás del sofá? Eso sí que es un buen chute de adrenalina en estado puro. Espero que ganara el equipo de fútbol de su impresentable marido, así podría desahogarse mejor con cada gol...
ResponderEliminarUn abrazo, Ángel.
Ya sabes que a algunos les gusta vivir al límite de la osadía, por ejemplo, suben al Everest sin oxígeno, hacen "puenting" o practican la conducción temeraria, pero todo parece poca cosa frente a este colocarse detrás de un sofá, tendrían que calificarlo como deporte de alto riesgo.
EliminarGracias por tu comentario, Fernando. Un abrazo
Ese adverbio "aún" del inicio de la última frase me da a mí que no predice nada bueno. Espero, al menos, que haya prórroga y penaltis y que los amantes ganen el encuentro y la copa.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Ángel, y aprovecho la ocasión para desearte mis mejores deseos para estas ya próximas fiestas y para que en 2016 sigamos leyéndonos con mutua fruición.
Un fuerte abrazo.
Para qué te voy a engañar, el final queda abierto, aunque hay indicios claros de que la cosa puede terminar de forma un tanto agria, pero nunca se sabe; dejemos un resquicio para una prórroga. Me alegro de que te guste y yo también te deseo lo mejor para los días que se acercan. Si leernos es uno de tus propósitos para el nuevo año, lo comparto totalmente, aunque algunas de tus acertadas aportaciones también se pueden escuchar.
EliminarOtro abrazo fuerte para ti y felices fiestas
Imagino ese momento, como una película, en un plano cenital. El marido cantando los goles y los amantes tras el sofá dedicados a lo suyo.
ResponderEliminarGenial, Angel.
Enhorabuena y felices fiestas.
La interrelación suele ser buena entre las personas, aunque en este caso, la interrelación entre la pareja y el marido no parece muy aconsejable. Seguro que tú sabrías rodar la escena de la forma más adecuada.
EliminarMuchas gracias, un abrazo y feliz Navidad, Asun
Fascinante imagen en movimiento de unos amantes temerarios que, por obra y gracia de una palabra -"aún"-, se transforma en una foto fija del momento previo a la tragedia.
ResponderEliminarRelato líquido, podría decirse.
Abrazos, Ángel.
foto fija del momento previo a la tormenta
Ya sabes que algunos textos pueden tener tantas interpretaciones como personas. Hay a quien le ha parecido que el relato podría tener un final abierto, algo perfectamente posible; otras personas, legítimamente, han expresado sus deseos de que todo termine bien pese a ese "aún". Tú has sido pragmático y has visto las muchas posibilidades de que se dé una situación más comprometida.
EliminarAgradezco y valoro mucho tu comentario, Carles-Notinc, agudo, amable y versado. Te envío un abrazo y ya aprovecho para desearte felices fiestas.
Divertido y al mismo tiempo inquietante relato, Ángel. Hitchcock describía el suspense como un hombre descansando en un sofá bajo el que había una bomba a punto de explotar, dato este último que todos conocían salvo él. Y veo que tu historia supone una vuelta de tuerca a dicho planteamiento, pues el tipo y la bomba son el mismo elemento. Es evidente que la cosa no va a acabar bien, y creo que ese es uno de sus méritos, ya que al extremar el peligro de la situación logras ese momento álgido que muchas historias logran solamente tras una larga y desarrollada trama (es de suponer que estos escarceos comenzaron de manera parecida, pero con el marido viendo el partido en el estadio). Quiero decir con todo esto que me ha gustado mucho tu historia, y añadiría que observo en ella un interesante cambio de registro, al menos frente a lo que conozco de tu obra. Enhorabuena, amigo Ángel, y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarYa me gustaría acercarme, aunque fuese muy de lejos, a Hitchcock, saber crear, como él, algo nuevo, distinto y que perdurase, pero agradezco mucho tu amable y versado comentario. Tienes razón, ese hombre no necesita estar sentado sobre un explosivo para convertirse en una bomba de relojería viva que, curiosamente, han activado sus futuras víctimas. Al enviar este relato imaginaba que alguien podría comentar algo sobre un cambio de registro; también llevas razón aquí, aunque no es algo que haya buscado a propósito, sino que surgió, simplemente, quizá tocaba, como pienso que hay que tocar todos los palos para no anquilosarse.
EliminarEs un placer leerte en toda circunstancia, amigo Enrique.
Te mando un abrazo fuerte y mis mejores deseos para estas fiestas.
Utilizas las dos (sólo dos) palabras necesarias para dejarnos muy clarito que no habrá una proxima vez. Y nos cuentas la aventura final para retransmitirnos las tres últimas ligas. Nada fácil lo que haces, Ángel.
ResponderEliminarUn abrazo con beso navideño.
Difícilmente habrá otra vez después de ésta, lo que no está tan claro es si esa pareja temeraria contaba con ello o pensaba que, de nuevo, podría eludir el peligro. Nada fácil es lo que tú haces, Margarita, al repartir la calidad de tus letras por todas partes, por lo que no es nada extraño que te sea justamente reconocida.
EliminarUn abrazo navideño para ti también. Que disfrutes mucho estos días y los que tengan que venir después
Excelente Ángel, un relato que más bien es una microcrónica de una muerte anunciada (anda!, que buen título para un micro, jeje...).
ResponderEliminarUn gran saludo y felices navidades.
Voy a confesarte que si no he utilizado en este caso ese título que apuntas ha sido porque no se me ocurrió a mí, tampoco lo haré a partir de ahora, porque esa variación de la novela de Gabo es una genialidad de tu autoría.
EliminarUn saludo grande y felices fiestas
En tu historia juega con la probabilidad y todas las combinaciones posibles para que el marido (cornudo distraído) descubra la infidelidad. Esta pareja apuesta a desafiar la ley de Murphy. Ángel, otro micro muy bien contado.
ResponderEliminarSaludos.
Esta pareja ha experimentado tantas veces la caída de la tostada por el lado favorable que se creen inmunes al infortunio, pero ya sabes aquello de "tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe".
EliminarMuchas gracias por comentar, Beto. Saludos también para ti y que no paremos de leernos en 2016
Jajaja, Angel, en qué situación nos presentas a tus protas... y digo yo, si esa mujer se atreve a hacer tamaña osadía, ¿no será que tiene un marido un poco tonto? o es que el futbol no le deja ver más allá de sus naric... digo, detrás de su calva?
ResponderEliminarMuy simpática la estampa.
Un fuerte abrazo y que tengas un estupendo 2016.
Si alguien está tan ciego como para no ver lo evidente, si tiene tan abandonada a su mujer en beneficio de algo tan sobrevalorado como el fútbol, va a haber que pensar que anda un poco justo de luces, a lo que se une que encima es celoso y violento. En fin, que casi comprendemos a esa mujer, y eso que está cometiendo una clara locura.
EliminarMuchas gracias, Rosy. Otro abrazo fuerte para ti y que tu 2016 sea de película