Maldita ouija
El ambiente era exactamente el que se les presupone a estas ocasiones. La pregunta clara y meridiana parecía fácil, aunque reconozco que por un instante se me atragantó: "¿Hay vida más allá de la muerte?". El vaso, aun sin haberlo tocado nadie, se movió tajante hacia el "no" y estalló.
Vaya, pues parece que además de algo de vida, lo que hay "más allá" son muy malos humos. Me gusta mucho el micro porque, en un momento, se me han ocurrido un montón de explicaciones a ese estallido y a ese “no” rotundo. Muy bueno, Juan. Un saludo.
ResponderEliminarCreo que sí hay vida pero no quieren admitir más inquilinos en el más allá. o están hartos de escuchar la misma pregunta una y otra vez: de ahí el estallido.
ResponderEliminarMuy bueno, Juan.
Un abrazo.
Pablo.
Juas, juas, pues como se las gastan en el más allá. Debe ser que tienen el cupo cubierto, eso o que no quieren entrometidos.
ResponderEliminarMuy bueno Juan.
Besos.
Malu.
¡Tiembla, Stephen King! En la novela larga, tú mandas. Pero en cincuenta palabras... tenemos a Juan Aldea.
ResponderEliminar¡Qué grande, Juan!
¡Qué barbaridad!, yo soy un feriante. Pero muchas gracias, seguiré esforzándome.
EliminarCada vez me convenzo más de que hay preguntas que es mejor no hacerlas, ¿y ahora que hago yo con mis pelos de punta?
ResponderEliminarAunque no lo parezca, me ha gustado.
Un saludo
Un escéptico diría que el vaso se rompió por una diferencia de temperatura justo en ese instante. A los que nos gusta imaginar cosas creemos apreciar en el hecho una clara transmisión desde el otro lado, por parte de alguien o algo que, claramente también, no quiere ser molestado, o prefiere que le pregunten otras cosas; sería cuestión de probar, o mejor, como ha apuntado Margarita, no preguntar nada, por lo que pueda suceder. Maldita ouija, si, y, quizá, bendita ignorancia.
ResponderEliminarInquietante de principio a fin.
Un saludo
Pues menos mal que la ouija dice que no, me quedo más tranquilo y pensaré que lo el vaso tenía truco.
ResponderEliminarGenial relato Juan, me ha gustado.
Un saludo.
Si es que hay preguntas que mejor no hacerlas... No, rectifico. Si es que hay jueguecitos que mejor no intentarlos. Buen micro, Juan. Felicidades.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encantó lo paradójico y absurdo de la respuesta. Es genial. Como si alguien dijera: "si no hay nadie, conteste", y al no recibir respuesta, dedujera que sí, que efectivamente, hay alguien.
ResponderEliminarMuy divertido.
Un beso, Juan.
Jajaj, muchas gracias. Algo hay, eso seguro, y no le gustan los tópicos. Por lo demás, las explicaciones quedan abiertas...(musica de expediente X)
ResponderEliminarJuan, para mi que los del "más allá" deben de estar un poco hartos de que se les pregunte y han decidido zanjarlo para siempre. Menudo susto. ¡Malditos espíritus! Muy bueno Juan, me ha gustado. Enhorabuena! Besos
ResponderEliminarMuy simpático y bien contado. Como bien dice Sandra, la historia encierra una interesante contradicción que podría quedar explicada con el chiste de aquellos dos muertos, uno de los cuales se quejaba amargamente diciendo: "¡¡Esto no es vida!!" Enhorabuena, Juan, y un abrazo.
ResponderEliminarExcelente Juan, tu "espíritu" me ha recordado a los "marcianos" de Fredric. Brown en "Marciano vete a casa", todo unos troll.
ResponderEliminarSaludos.